Capítulo 20

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Cuando todos nos querían y éramos la orden que trabajaba bajo el mando directo del Rey, Zaratras le encargó a mi hermano que entrenara a su hijo.

Rosadito lo admiraba demasiado.

Hendrikson: Ha pasado tiempo, capitán Meliodas. —Caminé hacia el chico de armadura dorada—. Guardiana ________.

Lo miré sin importancia.

________: Lo hiciste bien —le dije al chico.

—Gra… gracias —se sonrojó.

Reí.

________: Nos debes una.

Meliodas: Devuélveme a Elizabeth —ordenó.

Hendrikson: Me temo que es imposible.

Meliodas lo atacó, Hendrikson esquivó. Los dos comenzaron un duelo con espadas. La velocidad con la que se movían era mucha. Miré al chico de armadura dorada, estaba sorprendido.

—Increíble —susurró.

Reí.

________: Eso no es nada. Ven, vamos a acabar con Hendy.

Los tres nos colocamos frente a él.

________: Lo lograremos.

Meliodas: No hay que confiarnos.

________: Nosotros dos podemos encargarnos de Hendrikson.

Meliodas: Pero no olvidemos que tiene bajo su control a muchos caballeros.

Una nube de tormenta salió sobre nosotros, en el cielo. Y de ella un rayo cayó sobre Meliodas. Logró detener el golpe de la espada con la suya y en un instante sentí como caía al suelo.

—¡Señorita ________! —se arrodilló junto a mí.

Observé mi cabello. Lacio y blanco con un toque de azul. ¿Otra vez? ¿Qué tiene Rosadito que apenas llega mi vínculo de rompe? Pasó lo mismo en el bosque.

Miré a las tres personas que estaban de pie. Hendrikson junto a Rosadito. Meliodas mirándome sorprendido. Me tiré completamente en el suelo y vi un cuervo negro sobre las ruinas de una torre destruida.

Yo ya he visto ese cuervo.

Meliodas: ¡Llévate a mi hermana! —Comenzó a pelear contra Rosadito.

El chico me tomó en brazos y me llevó justo donde él había impactado cuando Hendrikson lo empujó.

________: Ve a ayudarlo…

—No puedo dejarla…

________: Si lo matan… es un hecho que… moriré también.

Rosadito lo sacó volando. El chico fue a ayudarlo.

—Su hermana me mandó.

Meliodas: Gracias. Me ayudarías un poco más, ¿entonces?

—¡Sería un honor!

Meliodas: ¿Cómo te llamas?

—Arthur. Es un honor pelear junto a usted, señor Meliodas. Y también haber ayudado a la señorita ________.

¿Nos conoce?

Meliodas: ¿Nos conocemos?

Arthur: No, pero he escuchado de ustedes.

Estaban listos para atacar.

Meliodas: Después de la pelea, hablaremos.

Hendrikson: Parece que la pelea que se estaba dando del otro lado terminó. No creo que Dreyfus haya perdido.

Nanatsu no taizai: La guardianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora