3 Capítulo 3

142 15 1
                                    

Siempre he estado dividida. Creo que el Rey Demonio no pensó que cuando generara mi propia conciencia, ésta entraría en conflicto con mi propósito impuesto por él durante mi creación.

Esa era la razón de mi mal humor.

No esperaba que fuese Calmadios quién viniera, conocía perfectamente el poder de su mandamiento: No podíamos darle la espalda.

Meliodas: ¡No le den la espalda! -gritó sin dejar de pelear con otros demonios.

________: ¡Si lo hacen caerán en su mandamiento! -me defendí el ataque de un demonio.

Por suerte para nosotros no estamos frente a él.

________: ¿Crees que sea buena idea dejarlos?

Meliodas: Si vemos que se les complica vamos a ayudarles.

________: ¿Puedo usar el guantelete?

Meliodas: Es un mandamiento... Supongo que sí.

________: ¡Perfecto!

El momento de ayudarlos llegó cuando vimos como Calmadios les lanzaba un ataque muy poderoso a nuestros amigos. Dejamos a los demonios con quienes estábamos peleando y yo guardé mi arma.

Meliodas: Solamente una arma. Yo me pondré en el medio.

________: De acuerdo.

Meliodas: Perdónanos, Calmadios.

Calmadios: ¿Señor Meliodas? ¿Señorita ________? ¿Por qué?

Meliodas: ¡Contraataque!

Troné mis dedos al mismo tiempo que Meliodas reflejaba el ataque. Calmadios salió volando mientras recibía su propio ataque multiplicado por cuatro.

Nunca antes creí que le haría esto a un compañero de batalla que tuve por mucho tiempo. Meliodas diría que es para proteger a los humanos, a las otras razas. Yo hace un tiempo hubiese dicho que no me importan las otras razas, pero desde que soy amiga de Drole y Gloxinia ya no pienso igual. Aunque tampoco es como si me interesaran los humanos.

Viéndolo de este modo. Regresar al purgatorio ya no es una buena idea. Si volvemos nos matarán, después de todo somos unos traidores. Solamente tenemos a Stigma si es que queremos vivir más tiempo. Desde ahora tendremos que pelear contra los mandamientos.

Drole: ¡Lo vencimos!

Meliodas: Nos deshicimos de él por el momento.

________: Tal vez vaya por refuerzos.

Gloxinia: No hay tiempo para platicar debemos seguir... -dimos la media vuelta para seguir peleando, pero ya no había nadie. Solamente estaba Elizabeth-. ¿Qué pasó?

Meliodas: ¿Dónde están los otros demonios, Elizabeth?

Elizabeth: Se fueron. Conversé con ellos y ninguno quería pelear en esta guerra. Así que regresaron al purgatorio.

________: ¿Entonces me dirás qué tú hiciste que ellos regresaran?

________: Si yo los líderara esto no habría pasado.

Meliodas: Entonces qué bueno que no lo haces.

Drole: Eso es maravilloso.

Meliodas: Bien hecho, Elizabeth.

________: Bien hecho, Elizabeth -lo imité burlonamente-. Ya quiero ver cuando lleguen ante Zeldris. Es más, quiero ver cuando el Rey Demonio se entere.

Nanatsu no taizai: La guardianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora