Los secretos son algo que no existen en Meliodas y en mí, o al menos no es algo que dure mucho tiempo. Tarde o temprano nos enteramos de lo que el otro oculta.
Pero eso no quiere decir que hablemos de todo lo que nos pasa.
Ya todos volvimos a la taberna y Meliodas tuvo la fantástica idea de presentar formalmente a Gowther, bueno, de hacerlo a 107.
Meliodas: Vamos, Gowther, saluda.
Gowther: Hola. —Miró a Hawk—. ¿Por qué tienen animales aquí?
Hawk: ¿A quién llamas animal?
Se pusieron a discutir. Después de eso decidimos comer. Ban preparó la comida mientras 107 servía todo. Yo solo me dediqué a beber mientras intentaba olvidar todo lo que pasó durante el día.
Esa fue la segunda vez que golpeo a Meliodas.
Saqué mi espada y la clavé en mi pierna izquierda. Los dos perdimos el equilibrio y caímos en la zona de entrenamiento. Meliodas se levantó y sentí un gran dolor en mi brazo derecho. Con las pocas fuerzas que me quedaban en el brazo saqué la espada de mi pierna y la encajé en su brazo izquierdo.
King: ¿De dónde sacas la ropa?
Ban: La compré en el pueblo.
________: Mejor dicho, la robaste en el pueblo. —Me levanté de la mesa. Si sigo así pueden sospechar de que algo me pasa.
Ban: ¿Siempre debes pensar mal de mí?
________: Sí.
Hawk: ¡Quiero comida! —se abalanzó a la comida, pero yo lo detuve.
Diane: Hawk, eso es muy impropio.
Elizabeth: Sentarse así también es impropio, Diane.
Rodé los ojos y volteé a ver a Meliodas que se despedía de Caín.
Meliodas: ¿Seguro que no quieres quedarte?
Caín: Sí, debo ir a hacer otras cosas. —Me miró—. Oye, Meliodas..., no pude evitar notarlo en tu hermana y si a ella le pasa también a ti. ¿Acaso ven en la princesa el reflejo de Liz?
Sabía que en la cara de ambos teníamos la misma expresión: neutra.
Caín: Olvídalo. Nos vemos.
Con su manos se despidió de mí y yo hice lo mismo. Los dos nos quedamos viendo como aquel viejo se alejaba y cuando lo perdimos de vista nos miramos mutuamente. Finalmente miramos solo el cielo.
Elizabeth: Soy Elizabeth, la tercer princesa del reino, es un placer conocerlo. Estoy trabajando junto al señor Meliodas y los demás para detener a los caballeros sagrados, ¿podría también brindarnos su ayuda?
Gowther: No.
—¡No! —preguntaron todos sorprendidos.
Ese es Gowther.
Gowther: No debería ser una presentación, ya nos conocíamos desde antes.
Me siento decepcionada.
Elizabeth: ¿Entonces ya conocía al señor Meliodas?
Meliodas: Exactamente. —Por fin dejó de lamentarse.
________: Lamentablemente —murmuré.
Meliodas: ¿Qué dices entonces, Gowther?
Gowther: El rey me nombró uno de los Siete pecados capitales, no tengo razones para negarme a una petición de su hija.
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Nanatsu no taizai: La guardiana
FanficTodos conocen la historia de Nakaba Suzuki: Nanatsu no Taizai, The Seven deadly sins, los Siete pecados capitales... Bueno, ¿has pensado qué pasaría si estuvieras dentro de la historia como la hermana de Meliodas? ¿Te gustaría formar parte de la his...