3 Capítulo 1

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Desde el principio de mi existencia supe la razón de ésta. La misión que tenía que cumplir para que pudiese estar en paz.

El Rey Demonio me creó por una razón en específico.

Merlín: Bueno, tampoco hay que partirnos tanto la cabeza planeando una estrategia, primero debemos reunirnos todo antes que nada, ¿no creen?

Meliodas y yo nos miramos.

Meliodas: Tienes razón, debemos buscar a Diane y a King.

________: Tampoco hay que buscar tanto, están en el Bosque del Rey hada, eso dijiste, ¿verdad, 107?

Elizabeth: ¡Sí!

Escanor: También debemos hacer que liberen a Gowther.

Ban: ¿Está en la cárcel?

Escanor asintió.

Merlín: De eso no hay que preocuparnos, el rey ya ordenó su liberación.

Escanor: ¿Y por qué lo encerraron?

Seguro ya descubrieron quien es. Miré a Meliodas. Creo que aún no estamos listos para usar nuestro vínculo.

Elizabeth: ¿Irán al nombramiento del nuevo maestro de los caballeros sagrados? -rompió el silencio que no me había dado cuenta se había hecho.

Meliodas: ¡Por supuesto! Quiero ver a quien nombra Bartra en lugar de Gil.

Ban: Yo quiero ir a la fiesta para beber. Espero que esta vez no falten.

Puse los ojos en blanco y volví a ver por la ventana. No dejaba de frotar mis mechones negros.

Escanor: No quiero ser imprudente... ¿Por qué tu cabello se está tornando negro, guardiana?

Todos me miraron.

________: Estás siendo muy imprudente, Escanor. No hay ninguna razón especial para esto, simplemente mi cabello está así.

Merlín: Vayamos al nombramiento, ya no falta mucho para que comience y supongo que la princesa debe arreglarse.

Elizabeth: ¡Cierto! -Salió prácticamente corriendo.

Todos los demás salimos con pasos más lentos. Meliodas iba con Ban adelante de mí. Seguí frotando mis mechones. No me lo está permitiendo, podría obligarlo, por supuesto que podría obligarlo, ya lo había hecho, pero no tenía ganas esta vez.

Llegamos al palacio donde todos ya comenzaban a llegar también. Se escuchaban los cuchicheos de a quién nombrarían maestro de los caballeros sagrados. Sinceramente no me interesa, pero que mejor que hacer cosas normales para aparentar que todo dentro de ti está normal.

En estos momentos el sentimiento de terror a mí misma es lo que se sobre pone en mí. Al igual que Meliodas, él tiene el mismo sentimiento hacia él mismo.

Vaya mierda. ¿En qué momento creí que dejar que Zel nos matara iba a ser buena idea? Ni siquiera nos mató el muy cobarde, no pudo y dejó que los demás hicieran lo que quisieran con nosotros. Dejó que el muy infeliz nos matara.

Con las pocas fuerzas que me quedaban levanté mi mano izquierda hacia él, sonrió creyendo que le tomaría la mano, y en lugar de eso la moví apuntando a su espada y sin darle tiempo de reaccionar la atraje hacia mí.

-¡No! -gritaron Ban y Estarossa.

Lo último que vi fue a Ban explotando. Lo último que sentí fue la espada atravesando mi último corazón. Lo último que escuché fue...

Nanatsu no taizai: La guardianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora