★★★700 años antes★★★
Diane: ¡Harlequin!
El hada de nombre Harlequin despertó de golpe y un poco alterado. Había tenido un sueño extraño donde dormía sobre un hongo y veía un árbol gigante.
Cuando abrió los ojos, lo primero que vio fue a dos monstruos de piedra y soltó un gran grito que fue silenciado con la risa de una niña gigante.
Harlequin: Diane —dijo al verla.
Diane: ¿Te asusté? —Rio— La comida ya está lista —señaló un plato gigante con dos cerdos y fruta alrededor—. ¿Cuál prefieres? ¿Cerdo asado o al vapor?
Harlequin: Creo que solo tomaré la fruta.
Diane: Está bien, más comida para mí.
Comenzaron a comer y el hada le contó a su amiga gigante lo que había soñado.
Diane: Soñaste que dormías, debe de gustar mucho dormir.
Rio.
Harlequin: La verdad sí, pero me parece extraño que esté observando un árbol gigante. —Comieron un poco—. Estoy impresionado de que puedas crear golems. Sabía que los gigantes tienen una fuerte conexión con la tierra, pero que puedas hacer esto a tu edad…
Diane: Siempre he estado sola y quería amigos. Así fue como creé a Filete y Asado. —Hizo comida de piedra para sus dos amigos—. Aunque no hablan y hacen todo lo que les digo, son útiles. Por eso me alegra que hayas aparecido en mi vida.
Harlequin: Yo estoy agradecido contigo, me salvaste la vida.
Diane: Si estás agradecido ¿entonces algún día seremos amigos?
Harlequin: Somos amigos desde hace mucho tiempo.
La gigante rio con alegría y tomó un cerdo poniéndolo frente a su amigo.
Diane: Come.
Harlequin: No es necesario.
(…)
El chico hada despertó confundido. Esta vez no había soñado nada.
Harlequin: ¿Diane? ¡¿Diane?! —Salió volando en su búsqueda.
El hada salió de la cueva en busca de su amiga. Estuvo casi todo el día volando y observando cada lugar, hasta que no fue a casi el anochecer que la encontró junto a un humano.
Diane: ¡Harlequin! —lo saludó con una de sus manos pues la otra estaba ocupada con una olla de comida.
Harlequin: ¿Qué haces aquí?
—¡Eres un niño hada! —exclamó emocionado el hombre— Creí que no vería algo más que a la niña gigante.
Harlequin lo observó con desconfianza. Algo dentro de él le decía que no debía de confiar en los humanos.
Harlequin: Vámonos, Diane —dio la media vuelta.
Diane le agradeció al señor y volvió junto a Harlequin a su cueva donde calentaron la comida.
Diane: ¡Y cazamos a tres señores osos!
Harlequin: ¿Entonces te dio esta sopa en forma de agradecimiento?
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Nanatsu no taizai: La guardiana
FanficTodos conocen la historia de Nakaba Suzuki: Nanatsu no Taizai, The Seven deadly sins, los Siete pecados capitales... Bueno, ¿has pensado qué pasaría si estuvieras dentro de la historia como la hermana de Meliodas? ¿Te gustaría formar parte de la his...