4 Capítulo 8

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Contraataque, contravenganza, desvanecimiento y todas las demás técnicas mágicas que habíamos usado no eran parte de nosotros. Todo eso era algo aprendido de Chandler, técnicas que entrenamos hasta el cansancio para perfeccionarlas.

Meliodas jamás había querido usar su verdadero poder.

Los ruidos de la batalla sonaban de fondo mientras que yo seguía en shock y las lágrimas salían. Estarossa era Mael. Y yo había hecho un plan para matar a Estarossa. ¡Había hecho un plan para matar a Mael!

¿Cómo no me di cuenta antes? ¿Por qué pasó todo esto? ¿Por qué Gowther había hecho todo eso?

(…)

Pasaron años. El shock ya no era tan grande como hace 60 años, pero aún me dolía. No sabía que pasaba en el otro mundo. ¿Mael había muerto? ¿Yo lo había matado?

Estábamos los cuatro lejos del Rey Demonio pues nos había ganado otra vez.

Ban: ¿Cuántas van?

Meliodas: No lo sé, perdí la cuenta hace años.

Wild: 60 093 derrotas.

________: ¿Las estás contando?

Ban: ¡Vaya, mierda!

Meliodas: Han pasado 60 años y no hemos logrado nada.

Ban: Eso equivale a una hora en nuestro mundo así que no hay que preocuparnos.

La tristeza y la desesperación me invadían. No solo provenían de mí, también de Meliodas.

Meliodas: Tal vez sea mejor que no salgamos de aquí.

Wild: ¡¿Qué?! ¡¿Cómo puedes decir eso?

Meliodas: No me malentiendas, quiero que ustedes vuelvan, pero mi situación es diferente. Además, Elizabeth morirá frente a mis ojos debido a la maldición y…

Wild: ¿Señorita ________?

Lo miré. Suspiré.

________: Estarossa es Mael —dije con la voz cortada—. Y yo, intentando vengar a Mael, hice un plan para que Estarossa muriera —comencé a llorar—. No soportaría volver y darme cuenta de que él.

Ban: ¡A ver, ustedes dos! —se sentó entre ambos— Dejemos el pesimismo de lado, ¿sí? Para empezar, la maldición de la princesa ya está activa, ¿tú crees que ella estaría de acuerdo en no volver a verte? Después, tu plan está en marcha, pero ¿crees que los Siete pecados capitales lo dejarían morir? —Nos abrazó por el cuello— Vamos a salir de aquí y salvaremos a las personas que amamos. Vas a romper la maldición de tu princesa —dijo mirando a Meliodas—. Vas a salvar a tu arcángel —dijo mirándome—. Y yo voy a revivir a mi dulce Elaine. ¡Así de fácil! —golpeó la espalda de Meliodas y él salió volando hasta chocar con Wild.

Meliodas: Precisamente por eso lo digo, no será fácil. Pero… tienes razón.

________: Sí, todos ellos se están jugando la vida por nosotros, ¿no?

Meliodas y yo nos miramos. Bien, ya era momento de que yo también me uniera al equipo, tal vez mi plan no había funcionado.

________: De acuerdo —me levanté—. Hagamos un plan provisional.

Meliodas: ¿Cómo que provisional?

________: Bueno,  creo que es obvio que no he prestado ni el más mínimo de atención a las últimas… 60 000 y tantas peleas, así que quiero ver y analizar lo que pasa. Van a pelear como lo han hecho y yo observaré. Les prometo que tendré una estrategia para la próxima batalla.

Nanatsu no taizai: La guardianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora