Capítulo 13

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El deseo de Meliodas de protegerla lo ha llevado a cometer demasiadas locuras, pero a él no le importa si ella está bien.

Por ella cometió la principal locura que nos trajo hasta acá.

No puede ser. ¿Realmente nos está controlando? Por un momento creí que nosotros podríamos controlarlo.

Elizabeth: Señor Meliodas...

Guila: ¿Cómo es que...?

Meliodas a gran velocidad le quitó la espada junto a su mano. El grito que soltó Guila fue tan grande que me causó mucha satisfacción.

Quitó la mano de Guila de la espada y la desechó. El olor a sangre era increíble y solo nos daba más ganas de matar a alguien. Un simple movimiento de él bastó para sacarlas a volar junto con mucha tierra.

Instintos. Eso era lo único que nos conectaban. Toda mi energía vital estaba siendo dada a Meliodas. Simplemente era la oscuridad tomando el completo control y haciendo lo que quiere: Irse con el más fuerte.

Meliodas salió volando en dirección a ellas. Las sacó volando otra vez a ellas y cuando Ban intentó detenerlo lo partió a la mitad debido a la gran velocidad de vuelo.

Aterrizó frente a 107 creando un círculo alrededor de ella. El cerdo también estaba ahí.

Elizabeth: ¿Señor Meliodas?

Acercó su rostro al de ella, la miró por unos segundos, la olfateó, recibí la orden de quedarme de guardia, hizo un ala de materia oscura y se fue volando.

Elizabeth: Señorita ________, ¿qué les ocurre?

Me puse frente a ella y me senté sin dejar de verla.

Aterrizó a toda velocidad. Un hombre mayor y de cabello verde con un ojo cubierto era el único de pie en ese lugar.

-No sé cómo hayas escapado del ámbar de diosa, pero tu esencia es diferente a la de Guila y Jerico.

Meliodas lanzó un golpe que él detuvo.

-Creo que nos equivocamos en la hipótesis...

Otro golpe que lanzó mi hermano fue certero. Lo golpeó unas cuantas veces más hasta que el hombre lo golpeó a él cesando los golpes de mi hermano.

-¿Dónde está tu hermana? ¿Se encuentra igual que tú o ella no es como ustedes? Seguramente fuiste mezclado desde el principio. Eres diferente a los demás que bebieron sangre de demonio, mucho más poderoso, ahora entiendo porque no quedaste atrapado. ¿Estás entiendo lo que digo o simplemente no quieres contestar? Bien, vamos a probarte un poco y después buscaré a tu hermana para ver cómo se encuentra, ¿te parece bien?

Meliodas hizo un hacha siniestra con la materia oscura y lo golpeó, pero por alguna extraña razón no salió lastimado.

-¡Que maravillosa sed de sangre emana de ti!

Ahora creó un ala para volver con rapidez a él, siendo recibido con un golpe certero, pero que evitamos cuando moví parte de sus marcas oscuras al lugar de impacto.

-Creo que te partí a la mitad. -Logró vernos a través del poco polvo que quedaba en el aire-. ¿Las marcas oscuras te protegieron? Que admirable que hayas sobrevivido a un impacto de mi espada maldita. Probemos con esto.

Muchas pequeñas bolas amarillas comenzaron a seguirlo. Meliodas salió volando, pero fue alcanzado en el aire y cayó al suelo.

-¿Ya no puedes hacer contraataque a pesar de que tu poder aumentó? ¿Se debe a la pérdida de raciocinio? Interesante.

Nanatsu no taizai: La guardianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora