2 Capítulo 22

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★★★ POV Elizabeth ★★★

Tomé la decisión de volver a Liones. Ahora que sabía que Meliodas volvería a mí en cualquier momento me llené de determinación para proteger a mi pueblo. Además, pude recordar la promesa que nos hicimos esa vez en Dalmary, aunque él muera yo seguiría peleando.

Iba con sir Zaratras y con Hawk sobre mamá Hawk rumbo a la capital donde en este momento de estaba concentrando el ataque de los Diez mandamientos.

Solo espero que mi padre y mis hermanas estén a salvo.

Zaratras: La gente que huía de la capital tenía razón sobre que los demonios atacaron de lleno ese lugar. Puedo detectar muchas presencias malignas.

Hawk: Mamita, ve a toda velocidad.

Zaratras: No creo que sea buena idea llevarla al centro del conflicto, princesa Elizabeth.

Elizabeth: No me importa. Yo le prometí a Meliodas que aunque él muriera, seguiría luchando.

Hawk: No debes preocuparte, Elizabeth, el tenerme a mí es como tener a cien cerdos.

Zaratras: Me gusta su determinación, pero no estamos hablando de cualquier amenaza. Los Diez mandamientos son los monstruos de los monstruos, personas que es imposible vencer con un ataque directo. Ni siquiera yo sería capaz de enfrentarme a uno de ellos.

Hawk: Con un golpe directo puedo acabar con todos ellos.

Escuché un rugido. Era un demonio rojo que se colocó junto a nosotros. Sir Zaratras se puso frente a mí para protegerme y yo no pude hacer nada más que esconderme detrás de él.

No puedo seguir haciendo esto. ¿Cómo seré capaz de cumplir la promesa, de pelear, si dejo que el miedo me paralice siempre?

Zaratras: Nos detectaron muy rápido.

Hawk: Es que soy muy impresionante.

El demonio atacó y Zaratras nos cubrió con su escudo, después de un salto, aprovechando el tiempo de recarga del demonio, le clavo la espalda en la frente y con su poder mágico, Purga, lo mató.

Hawk: ¡Bien hecho, Zarita!

Zaratras: Todavía no, sir cerdo, mira al frente.

Muchos demonios rojos y grises venían hacia nosotros.

Hawk: ¡Es toda una tropa!

Zaratras: ¡Debemos girar señora mamá cerdo!

La madre de Hawk reaccionó con movimientos bruscos. Vi como cambiaba de dirección y con un costado de su lomo los impactó a todos.

Zaratras: ¡Impresionante! —Nos cubrió de los restos que volaron.

Hawk: ¡Bien hecho, mami…!

Miré a Hawk para saber por qué se había callado y lo vi temblar. Lo primero que pasó por mi mente fue que se comió algo.

Elizabeth: ¡Oh, no! Hawk, dime qué no…

Zaratras: ¿Qué le pasó?

Elizabeth: Cuando se come a un ser vivo mágico se transforma en él. —Miré a Hawk—. Vamos, Hawk, escupe.

Nanatsu no taizai: La guardianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora