Cap 18; Secretos, Secretos y Más Secretos

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- ¿En serio es necesario usar esto? - Terry pregunto viéndose en el espejo, temprano en la mañana el joven había sido mudado a su nuevo cuarto en el castillo mientras unos de los sirvientes lo ayudaba a instalarse. - Parezco pingüino. - se quejó al ponerse el uniforme que el sirviente le dió.

- Eres un sirviente. - el otro chico dijo mientras se limaba las uñas. - Todos nosotros lo utilizamos.

- ¿Y porque el tal Tom no? - alzó una de sus cejas.

- Porque el señor Tom, es de un cargo más alto. Es la izquierda del rey en el centro de batalla. - dijo lo obvio.

- ¿Y quién es la mano derecha? - pregunto extrañado, ya que pensaba que el gato sin botas era la mano derecha del rey mientras combatía.

- La princesa T/N.

~

Risitas se podían escuchar por los pasillos del castillo mientras las cuatro princesas y los tres mosqueteros caminaban por allí, las tres mayores se divertían y reían a carcajadas mientras que sus sirvientes caminaban junto a ellas, también riendo, la única que estaba en silencio era la menor del grupo quien caminaba detrás de ellos con las manos detrás de su espalda y con una leve sonrisa en el rostro.

Aquella sonrisa se ampliaba poco a poco al ver el notorio sonrojó que Candy tenía en sus mejillas, las disimuladas miradas que Patricia y Stear se regalaban y los roces de mano que accidentalmente pasaba entre Annie y Archie, la menor no era experta o debía de ser adivina para saber que pasaba con esos seis locos.

La menor sabía que ninguna de sus tres hermanas mayores tenía el coraje para decirle que estaba pasando—porque según ellas, su cuarta hermana tiene el carácter de los mil demonios—pero ella no era ciega. Esa relación estaba prohibida para muchos ¿pero que ella podía hacer? No puede forzar a las hormonas de sus hermanas a qué se calmaran, es algoo normal en el cuerpo humano.

Decidiendo ignorar un rato al grupo del frente, su mirada se dirigió a la ventana dónde vio los campos de trigo. Con grandes sombreros trabajaban los que recolectaban trigo, no trabajaban forzado pero si rápido mientras tenían al nuevo encargado de aquellas tierras. Una nueva sonrisa se adueñó de sus labios al ver a Terry hacer su trabajo correctamente, le alegraba que el joven ahora tenía un cargo más alto para así ayudar a sus padres aún más.

- Oh. - hablando de sus padres, la cuarta princesa noto al señor Grandchester en la sombra viendo a Terry con los ojos bien abiertos como si había visto al Faraón Atem revivir de su tumba. Al ver aquella expresión del mayor, una sonrisa picara era la que ahora estaba en sus labios. - Yo los dejó. - anuncio aún viendo fuera de la ventana mientras el grupo la miraba.

- ¿A dónde irás? - pregunto Patricia viendo como su hermana menor se acercaba q ellos. - Nisiquiera estuviste con nosotras una hora. - se quejó, haciendo una cara triste mientras hacía un punchero.

- Tengo cosas que hacer, Patricia. - le dijo mientras se paraba de puntitas para poder darle un beso en la frente.

- ¿Pero no lo puedes hacer más tarde? - cuestionó Annie viendo como su hermanita también le daba un beso en la frente.

- Hasta donde yo sé tú haces lo que te da la gana, T/N. - comento la rubia de las hermanas, agachándose un poco mientras la menor le besaba el cachete.

- Yo siempre atiendo las necesidades del reino al igual que las suyas, así que no sé quejen. - regaño mientras las mayores hacían carita de cachorro. - Eso no funciona conmigo, así que chao. - se despidió, dándole la espalda para ir a los campos de trigo.

- Va a ver cómo le va a Terry. - comento Archie.

- De eso estoy seguro. - sonrió Anthony mientras las tres princesas saltaban de alegría.

~

Llegando al final de las escaleras, empezó a caminar por los pasillos de afuera mientras veía a los trabajadores trabajar muy duro mientras Terry hablaba con Daniel, probablemente de algo que a la menor nou le interesa. Quitando los ojos del peli-negro, la joven se enfocó en el viejo que aún estaba en su estado de shock.

- Buenos días, Grandchester. - saludo la joven, haciendo que el nombrado se sobresaltara.

- Buenos días, su majestad. - respondió mientras trataba de enfocarse en los papeles que tenía en la mano.

- Lo hace muy bien, ¿no cree? - comento parándose a su lado.

El mayor alzó su cabeza para ver al menor. - Si. Lo hace muy bien. - volvió su atención a los papeles. - En verdad aprende rápido.- comento.

- Mm, pero yo creo que usted ya sabía eso. - respondió haciendo que el mayor la viera. - Ya que obviamente, él es su hijo.. - volteo su atención al Grandchester que estaba paralizado. - ¿No? - movió su cabeza un poco, alzando una ceja en el proceso. El de pelo negro con mechones blancos no podía responderle, por el miedo y el asombro que sentía así que la princesa se dispuso a ver a Terry nuevamente. - Me preguntó cómo estará la señora Baker. - solto otra bomba, los pelos del mayor herizandose.

| Tan tan taaan~
El safarrancho va a comenzar
Wey, son las 12:28am y no puedo cerrar los benditos ojos
T~T
Necesito ayuda con este estúpido insomnio
Por cierto
Es normal que uno haga una historia a media noche?
Osea, hice otro libro pero acerca de Kuroko no Basket peeeero
El peo es que esta en inglés así que..
Es normal? |

La Pequeña Rebelde Del Grandchester (G. Terry x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora