Cap 79; ¡La Encontró!

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Vacío.

Así era como el peli-negro ojos azules se sentía, estaba despierto pero con los ojos cerrados.

Estaba algo preocupado por lo sucedido con su adorable novia, normalmente, ella es segura de simisma pero en aquel momento, la vió asustada, alterada y con otra cosa o sentimiento que él no podía averiguar. Y eso, le asusta.

Abriendo sus ojos zafiros, se encontró con la cama vacía alterando todos sus sentimientos en su cuerpo que lo sacaron de la cama, examinó el lugar desierto que nisiquiera una mosca pasaba por allí.

- ¿T/N? - llamo a la pequeña pero obviamente no le contestaron, así que sonó su lengua en fastidió y salió de golpe de ese cuarto para ir en busca de su chiquilla. - Esto tiene que ser una broma. - susurró, marchando entre pasillo en pasillo. Podría pedirle ayuda a algún soldado o sirviente pero era seguro que éstos le avisarían de la desaparición de la princesa a la realeza y lo menos que él quiere, es que ellos se traumen más de la cuenta. - Una jodida y maldita broma. - gruñó, doblando una esquina.

El joven parecía una madre estresada buscando a su bebé—solo que en su caso, está buscando a una enana que puede matar a medio mundo ella sola si así lo desea. Su frustración se desvaneció cuando escucho un bufido leve, ya que la lluvia no le dejaba escuchar con claridad, pero estaba seguro que escuchó aquél sonido guiandolo al exterior enseguida.

De inmediato se adentro entre aquella densa capa de lluvia que no le dejaba ver, mientras él se dirigía en cualquier dirección para allar ese bufido. Las gotas de agua eran frías y pesadas las cuales le plinchaban la piel sin piedad dejandole caer en cuenta, de que estaba perdido y eso no era una buena señal para él—no sabía dónde carajos estaba, no sabía dónde demonios se metió su angelito y no le serviría de nada perdí ayuda ¡porque nadie le escucharía por la jodida lluvia!

Se pasó una mano por su pelo mojado, mientras soltaba un suspiro.

El día había empezado bien; se despertó con buen humor, desayuno y almorzó unos deliciosos platillos de su madre, tenía planes pensados para cuando saliera del trabajo para pasarlo con su demonio pero no, tuvo que pasarle algo a su adorable novia para traumarla y forzarla a desaparecer de la nada, ¡lo que le faltaba!

Mientras pensaba, ya no podía sentir la lluvia caer sobre sus hombros sino que caía sobre algo que estaba arriba de él. Confundido, vió a sus espaldas para encontrarse con la mirada azulada de Lucifer, quién, sostenía un paraguas para protegerlos de la lluvia—o más bien asimismo, ya que Terry estaba más que húmedo. - ¿Que hacés aquí? - el albino le pregunto, examinandolo de pies a cabeza.

- No encuentro a T/N. - informo de inmediato, sabiendo muy bien que el mayor lograra encontrar a su princesa sin problemas.

- ¿Ma'am? - alzó una ceja, obtenido un asentimiento de cabeza provocando que él riera levemente.

Terry estaba ahora más confundido ante escucharlo reír, viendo como el mayor dirigía su mirada sobre su propio hombre. Detrás de Lucifer, salió aquella enana que el peli-negro buscaba, estaba empapada por la lluvia y visiblemente temblando pir el frío mientras la cubría la chaqueta del albino al igual que una sonrisa, le adornaba lod labios.

- Isssh. - se quejó el mayor cuando Terry se avalanzo sobre su jefa, decidiendo mirar a otro lado para no moletarse. Aún no se acostumbra, ni él ni algún otro miembro de la pandilla se han acostumbrado a ver a este ser encima de su jefa, no se acostumbran ya que se supone que solo pueden estar cerca ellos, los felinos, su familia, Neil, Tom y Albert no esté pendejo que ahora es su novio—y menos besándola ¡por Dios!

El mayor suspiro aliviado contra los labios de su novia, al fin podía estar tranquilo ya que la tenía devuelta junto a él, sin ningún rasguño. - Tenemos que hablar cuando regresemos. - le dijo, sus pulgares acariciando sus mejillas mientras sostenía el rostro de la menor entre sus manos.

La rebelde asintió, inclinándose ante su toque y calor. - Lo sé.

- ¿Terminaron? - pregunto el albino ya harto, lo cuál arruinó el momento y provocó que Terry se quejara mientras que su jefa reía levemente.

| Guardaespaldas celoso~
Hay que entenderlo, es su jefa 'ombre la ha cuidado desde más enana, no la toque. |

La Pequeña Rebelde Del Grandchester (G. Terry x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora