La noche se adueñó del reino, dando comienzo a los preparativos para el compartir que los jóvenes tendrían en un par de horas. Terry ya estaba duchado y listo para vestirse solo que había un problemita; el peli-negro no estaba nervioso, no, su madre era quién tenía los nervios de punta ya que no sabía que elegir para ella y su hijo.
- ¿Y si mejor no vamos? - pregunto ya estresada, haciendo que el menor fruñera el ceño.
- No me vengas con eso ahora. - se quejó. - No me bañé desde las cuatro 'e la tarde y esperarte cuatro horas más aquí sentado como el propio pendejo que soy, para que ahora me digas, que no vamos. - dijo levantándose de la cama y dirigirse hacia el montón de ropa que rodeaba a su madre.
- Teirus~ - Elionor hizo un punchero.
- Nada. - la miro, entregandole un vestido y empujarla hacía su propia habitación. - Ahora vestite que vamos a llegar tarde. - bufeo, ganandose un chillido de su madre desde la otra habitación.
Y al fin y al cabo, lograron salir muy bien vestidos en rumbo al estudio de la cuarta princesa.
La señora Elionor, vestía un vestido color azúl zafiro largo con una cortada para que caminara cómoda, el vestido fue combinado con tacones altos de color dorado los cuáles brillaban al par de aquellos aretes y su collar mientras que su pelo, fue trenzado en un tejido simplemente y elegante al igual que sostenía el brazo musculoso de su hijo.
Oh, por supuesto no podemos olvidarnos del joven Grandchester. Terry vestía un traje blanco con una camisa de vestir vinotinto mientras que la corbata era negra, sus zapatos también eran blancos los cuáles anunciaban su caminar.
Aunque, al parecer no todos logran escuchar sus pasos ya que el joven se tropezó con una figura más pequeña que él.
- Lo siento mucho. - la joven se disculpo, entrelazando su mirada con la del mayor. - Oh Terry. - se sonrojó apenada, lo que provocó que Elionor la mirara feo.
El peli-negro sonrió, ignorando el aura amenazante que su madre emitía. - Creo que no somos los únicos que vamos tarde. - bromeó continuando su camino ahora acompañado por la peli-rosa.
Al entrar en el estudio de la princesa, lo primero que notaron; fue que el lugar estaba más iluminado que la vez pasada, lo segundo que notaron; fue que los tres mosqueteros junto a las tres princesas mayores ya estaban allí.
Los tres saludaron al grupo de seis, Terry ayudando a su madre a sentarse mientras que él se sentaba a su lado y Susana tomó asiento junto a él.
- Perdonen la tardanza. - se disculpó la mayor del grupo.
- No hay problema señora Elionor. - aseguro Candy. - Aún faltan Neil, Tom, Albert y nuestra hermanita. - le sonrió.
- Oh bien, ¡llegamos tarde!
- Y hablando de los demonios. - murmuró Stear.
- ¡¿Y de quién es la culpa!?
- ¡Del señor aquí presente quién tardo dos horas en ponerse los zapatos! ¡Dos horas! ¡Para ponerse un par de zapatos!
- ¡Habla el que estaba toda la puta tarde en la ducha! ¡¿Qué!? ¡¿Te estabas haciendo la manicura!?
- ¡Me estaba lavando el pelo!
- ¡Pues no parece! ¡Aún huele a las vacas!
Los gritos e insultos continuaron mientras Albert entraba por la puerta, listo para tirarse por un barranco pero saludo a sus amigos de todas maneras.
- ¿Porque discuten? - Archie pregunto, viendo aterrorizado la puerta. - Estaban tranquilos hace días.
- ¡¿Usaste mi condenado shampoo!?
- ¡Oh pues ¿que crees?! ¡Siempre te quejas de mi olor a ganado! ¡Pero tú shampoo huele peor que el pedo de un burro!
- Y ahora suenan como si fueran una pareja de casados. - añadió el peli-lila, abrazando a su novia quién comenzó a tranquilizarlo de inmediato.
- Los días en los que estaban “tranquilos”, era porque T/N los tenía al hilo pero luego se enteró de que ambos comenzaron a hacerce “pequeñas” bromas. Así que los forzó a compartir un cuarto. - explico, tratando de ignorar los gritos de los castaños. - Pero cómo ven, aún discuten, en especial cuando saben que T/N no está.
- Típico de esos dos. - rodó los ojos Patricia.
- Le dire a T/N que los deje acargo de Stear. - comento Anthony, haciendo que Archie y Terry se tensaran de pronto.
- ¿No cree que sería mucho pará él? - Susana pregunto.
- Oh para nada, Stear ha lidiado con peores. - dijo el rubio despreocupado. - Ve a Archie y Terry por ejemplo. - los nombrados se tensaron aún más. - Ellos dos, solían discutir hasta por las noches hasta que vino Stear y los acomodo para siempre. - sonrió en dirección del cuatro ojos, quien asintió complacido.
- ¿Enserio? - la peli-rosa vió al Grandchester que tenía a su lado, mientras que la mamá de este reía a carcajadas.
Terry trago ondo al recordar ese día. - Por favor, no preguntes. - le pidió.
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La Pequeña Rebelde Del Grandchester (G. Terry x Lectora)
FanfictionBasado en el anime "Candy Candy" y la novela/serie llamada "El Sultan". Está historia la escribí en cuadernos y lapicero, los errores autógraficos me los corrigió mi hna quien fue la primera en leer esta historia, si ustedes logran identificar algún...