"¡¡¡DOBLE BODA REAL!!!
Las princesas Candy White y la princesa Annie White, han sido comprometidas por voluntad propia con caballeros desconocidos para el publico. La gran ceremonia para estas dos uniones sagradas, aun están siendo programadas por sus excelencias.
Pero, ¿Quiénes serán los afortunados que han logrado conquistar a las princesas, hijas del rey?"
La castaña avento el periódico a la chimenea para que se quemara, mientras ella ardia de rabia como esas mismas llamas.
Sus planes no dan frutos y los que tenia planeado poner en marcha, fueron detenidos con el homicidio del inútil que podia hacer que T/N se despistara un poco y ahora peor, con la boda de dos princesas al mismo tiempo. El colmo. Tenia las manos atadas y sin la aparición de Beatrix después de que le enviasen a su hijo como pastel de cumpleaños, no podia hacer nada.
Tiro la vista hacia un retrato, en este; estaba su linda hija con una enorme sonrisa en sus labios mientras estaba sentada sobre las piernas de su hermano menor, quien también sonreía mientras se aseguraba de que su hermana no se cayera de su regazo.
Los habia perdido, habia perdido a sus dos hermosos hijos, a sus bebes, a su fuente de felicidad y esperanza..
Trago ondo para evitar aquel nudo que se comenzaba a formar en su garganta.
...pero podia recuperarlos, en especial a Neil.
Alzo su mento, levantando un poco su vestido purpura para dirigirse hacia las escaleras y bajar hasta el primer piso de la mansion, específicamente, hacia la sala. Llegando a su destino, se dirigió al teléfono con pasos apresurados para marcar un numero.
- "¿Quien habla?" - cogieron el teléfono del otro lado, contestando amablemente una sirvienta.
- Habla la señorita Sara. - dijo apresurada. - Comunicame de inmediato con las señoras Elroy Andley y Josefina White. - ordeno.
La linea estuvo en silencio por unos segundos, impacientando a la castaña. - "¿Que quieres Leagan?" - escucho la voz de Josefina, haciendo que se sobresaltara un poco.
- Buenos días tia. - saludo algo nerviosa, obteniendo un saludo de vuelta pero de mala gana. - ¿Se ha enterado de las noticias? - pregunto, logrando oir un leve suspiro al fondo.
- "Si, y me temo que tendre que asistir a esa boda." - sono su lengua la peli-negra de mechones blancos, haciendo que Elroy le regañara desde el fondo.
- Bueno, eso es buena señal. - pensó Sara, tomando un poco de aire. - Quiero, que me ayuden a asesinar a T/N. - solto la bomba.
El teléfono se tambaleo un poco. - "¡¿Estas loca mujercita?!" - grito Elroy en su oido. - "¡¿Tienes un maldito deseo de muerte o que?!"
- No es un deseo de muerte, tia. ¡Es uno de justicia! - contradijo la menor. - ¿Cuántas veces esa arrastrada no le ha faltado el respeto, tia? - cuestiono, tratando de convencerlas.
- "Si pero ella.."
- Y usted tia Josefina. - ignoro a Elroy por unos segundos. - Usted solo quería proteger al reino al encerrarla ¿pero que se gano? La espalda de su hijo, la desobediensa de sus nietas y la falta de respeto por parte de la ¡servidumbre!
Hubo unos minutos de silencio intenso, indicando de que ambas mujeres pensaban en las palabras de esta exiliada.
Sara sabia muy bien que ninguna de las dos estaba comoda con la existencia de esa mocosa, en especial la madre del rey, y si mostraron alguna pizca de afecto hacia ese defecto fue porque esperaban a que la rebelde cambiara. Pero no fue asi, desde que T/N nacio, el castillo no obtuvo paz en algun momento y ella empeoraba las cosas al faltarle el respeto a quien ella quisiera.
Es entendible de que en esos momentos, era una bebe pero de los hijos del rey, se espera mucho y es una gran ofensa que aun hasta estas fechas, donde T/N White tiene diecisiete años, se comporte como una bandida sin modales y no como la dama que debió ser al nacer en el castillo.
- "Bien." - finalmente hablo Josefina, trayéndole una enorme sonrisa al rostro de la castaña. - "En un par de horas, partiremos hacia Inglaterra"
~
Risas de extrema alegria inundaban la mesa del comedor mientras todos disfrutaban de su cena, Terry y su madre siendo incluidos en esta velada agradable.
Mañana seria el gran dia, el gran dia en donde revelaran a toda Inglaterra muchas barbaridades que se han podido realizar en un par de semanas, el gran dia en el cual su querida Inglaterra dará un tremendo giro de trescientos sesenta grados, el gran dia en el cual todos comenzaran a escribir sus vidas en una hoja nueva.
Un sirviente se resbalo, cayéndose al suelo con su baston y estando algo pálido.
Claro, si es que alguien no tira la tinta a la basura por accidente. Asi, la historia no tendría un final feliz o mejor dicho, no tendría final alguno.
El sirviente se levanto del suelo y se acomodo un poco su vestimenta, golpeando tres veces su baston contra el suelo para ganarse la atención de los presentes en la mesa.
¿Pero que tal si habia algo mas que le impide al escritor continuar? ¿Que tal si el escritor, tiene una tormenta en su cabeza que le destruye su paz e ideas?
- ¡Su majestad, la reina White! - anuncio el sirviente lo mas fuerte que pudo.
Los presentes se levantaron de sus sillas para esperar a la mayor, excluyendo a la rebelde quien se quedo sentada junto a sus hijos y veia la entrada del comedor con una tremenda arrechera.
La White mayor se hizo visible en la puerta junto a Elroy, provocando que muchos tragaran ondo. La anciana asintió complacida, comenzando a caminar hacia el otro extremo de la mesa junto a la castaña. Miro algo extrañada cuando noto la presencia de personajes desconocidos para ella, esto haciendo que su cuarta nieta soltara un leve gruñido.
Sus ojos negros se conectaron con los (c/o) de la menor los cuales, le regalaban una mirada feroz y llena de advertencia provocando que la de mechas blancas se enojara un poco. En eso, fue que noto a Terry sentándose al lado de Ebrahim que no dudo mucho, en sonreir con malicia.
- Jodete. - susurro la rebelde al leerle la mente a su abuela mientras veia como esta tomaba asiento finalmente.
Al Josefina sentarse, al igual que Elroy, los demás también tomaron asiento tratando de actuar normal e ignorar el ambiente incomodo que se estaba formando en el aire.
El rey aclaro su garganta. - ¿Que te trae por aqui nuevamente, madre? - cuestiono, tratando de ignorar el ambiente incomodo que se formo en el aire.
- Bueno.. - actuo inocente la nombrada. - Mañana daras anucios importantes, al igual.. - miro a Candy y Annie. - Que quiero estar presente cuando mis nietas se casen. - sonrio con algo de malicia.
Patricia se mordio el labio inferior, ¿Por qué algo le decía, que eso, era mentira?
- ¿Y bien?
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La Pequeña Rebelde Del Grandchester (G. Terry x Lectora)
FanfictionBasado en el anime "Candy Candy" y la novela/serie llamada "El Sultan". Está historia la escribí en cuadernos y lapicero, los errores autógraficos me los corrigió mi hna quien fue la primera en leer esta historia, si ustedes logran identificar algún...