Cierta (c/piel) estaba sentada en el muro de su balcón mientras admiraba aquel foco plateado que la iluminaba con gusto, tenía una pequeña sonrisa en sus labios mientras pataleaba sus piesitos a un ritmo lento. Podía sentir como sus venas palpitaban de la alegría que sentía, de dónde o porque venia aquel sentimiento no lo sabía pero si le gustaba, el sentimiento era calido y dulce en su estómago.
Aquel sentimiento dulce tuvo que ser arruinado cuando Leo gruño en alerta, la menor miro hacia bajo—especificamente hacia los pasillos en dónde vio dos sombras caminar uno al lado del otro. A una de las sombras, la reconoció como Terry gracias por su forma de caminar pero la otra, estaba algo dudosa.
Saliendo a la luz, la princesa pudo ver cómo el peli-negro sonreía de oreja a oreja mientras escuchaba a está peli-negra desconocido y esto le molestaba la conciencia por lo que apretó sus puños en especial, cuando vio a está mujer abrazar a Terry. El joven también le devolvió el abrazo, aún con aquella maldita sonrisa en sus labios.
Lo único que la rebelde podía hacer, era observar. Observar como se veían tan felices para que luego la joven se apartará y luego irse, Terry aún sonriendo.
- ¿Porque duele? - se pregunto. Terry miro hacia arriba, su mirada azulada conectandose con los ojos (c/o) de la princesa. - Vamos, T/N. Sonrie. - y como pudo, fingió una sonrisa la cuál fue devuelta por el mayor quien lo hizo dudoso. - ¿Que me estás haciendo? - el peli-negro se despidió, dándole la espalda para irse a su cuarto y dormir. - ¿Y porque lo haces, Terrence?
Ella sabía que no debía de sentirse de esta manera, el peli-negro era libre de eligir con quien estar así que ella no tiene derecho a sentirse de esta manera posesiva hacia él.
Así que viene la pregunta, ¿porque?
~
- ¿Que es con esa sonrisa, Maritza? - pregunto la castaña al ver que su mucama sonreía de oreja a oreja tan temprano en la mañana.
- Logre hablar con él anoche, su majestad. - respondió con un sonrojó la menor, por lo que la prometida del rey se giro completamente para verla.
- ¿Enserio? - pregunto aún sin creerlo, cuando la menor asintió ella la abrazo. - Estoy muy feliz por ti, Maritza. - le regaló una calurosa sonrisa. - Vamos, cuéntame más.
- Me prestó su chaqueta. - comenzó a jugar con sus dedos por pena. - También dijo que podía visitarlo cuando quiera. - sonrió.
- ¿Porque no vas, y se la entregas? - le sugirió con una sonrisa picara.
- Si usted me lo permite. - la castaña mientras veía como su mucama, tomaba la chaqueta y salía corriendo de allí provocando que la futura reina riera levemente. - ¡Terry! - llamo al peli-negro cuando llego a los campos de trigo, el nombrado estaba sorprendido y tuvo que forzar una sonrisa.
- Buenos días, Maritza. - saludo. - ¿Que te trae por aquí?
El color cereza baño nuevamente las mejillas de la menor. - V-vine a traerte tu chaqueta. - le entrego la chaqueta. - Y gracias, nuevamente.
- No hay de que. - acepto su chaqueta con una sonrisa.
- Nos vemos. - la peli-negra se despidió, el mayor asintiendo mientras veía como la menor caminaba sensualmente al castillo.
Cascos de caballo fue escuchado así que dirigió su atención hacía aquel sonido, encontrándose con la enana quien montaba a Satanás mientras se acercaban a él. - Ve quien apareció. - comento, haciendo que la princesa riera levemente.
- Tom aún está en la enfermería. - le informo cuando llegó a su lado, dejando que el mayor acariciará a su corcel. - Y dice que se las pagarás.
- ¿Porque? - alzó una ceja.
- Yo que voy a saber. - respondió, fruñendo el ceño al ver que Satanás comenzaba a bufear y se alejaba del peli-negro en desagrado. - ¿Que pasa muchacho? - el corcel relincho en repuesta. - Hueles raro, Terry. - le dijo al nombrado, arrugando su nariz cuando captó un olor a durazno. - A Satanás no le gusta el perfume de durazno. - añadió cuando el mayor parecía confundido.
- ¿Por? - pregunto, ya que él no usa ese tipo de perfume pero igual quería saber.
- Por razones muy obvias y desagradables. - pensó, encogiéndose de hombros.
- Eres raro, amigo. - le dijo, tratando de acercarse a este. - Como ti dueña. - le sonrió a la menor.
- Tomaré eso como un cumplido. - la princesa dijo, haciendo que Terry riera levemente. - Saldré con mi padre un rato. - informo, el peli-negro dejando de reír.
- ¿A qué?
- Montar a caballo y cazar un poco.
- ¿A qué hora llegarás?
- Al anochecer.
- ¿Tan tarde? - dijo sorprendido.
La menor bufeo. - ¿Desde cuándo te preocupes tanto por mi?
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La Pequeña Rebelde Del Grandchester (G. Terry x Lectora)
FanficBasado en el anime "Candy Candy" y la novela/serie llamada "El Sultan". Está historia la escribí en cuadernos y lapicero, los errores autógraficos me los corrigió mi hna quien fue la primera en leer esta historia, si ustedes logran identificar algún...