A la mañana siguiente, estaba la menor frente 'e la puerta de su padre—despues de él compartir la noche anterior, Annie le comento a su hermana acerca del estado de su padre provocando que las tres princesas mayores le comenzarán a rogar para que le hablara y pues lo está haciendo...con tremenda rabieta. Ella no debería de estar allí, si ella entra los más seguro es que terminara diciendo la pura verdad en un tono muy brusco e insensible que podría ocasionar el posible suicidio, del imbécil de su padre.
Soltando un suspiro, noto a un sirviente divagar por esos pasillos así que que hizo seña para que se acercará. - Trae algo de comer, que no sea ni tan pesado ni tan ligero. - le ordenó—sabiendo que el patético de su padre no ha comido desde hace unas semanas—el sirviente asintió, hiyendo a ejecutar sus órdenes.
La menor volvió a suspirar fuertemente, ahora entrando de golpe en la habitación para encontrarsela en un total desastre al igual que olía terrible, aunque ya se lo esperaba. Vio a su padre en una esquina, como dijo su hermana, veía el retrato de su madre mientras abrazaba sus rodillas al pecho.
Se acercó al mayor, parándose en frente para que la viera. - Necesitas un corte. - comento, viendo con visible disgusto la barba del rey. - Te ves patético. - volvió hablar, haciendo que el mayor desviará su mirada a suelo. La princesa suspiro para controlarse, ya que noto que sus palabras fueron un tanto frías pero no sé detendría, ahora no hay vuelta atrás. - Escucha. La muerte de mi madre no fue tu culpa. - le dijo, su padre viéndola. - El tema de Eliza, si lo es, ya que te dejaste embobar por sus cucarachas y las palabras de tú vieja. - junto sus cejas. - Pero eso no quiere decir, que es el fin del maldito mundo. Uno nace y muere solo. Las personas van y vienen, por lo cuál debemos disfrutar de cada segundo que tenemos y aceptar nuestros errores y hechos. - sonrió levemente. - Pueda que en el futuro encuentres a alguien más, pero por el momento...me tienes a mi, y a mis hermanas. - le recordó, sintiendose aliviada al ver la sonrisa cariñosa del mayor.
- En verdad has crecido, mi niña. - comento con dulzura.
La puerta se abrió para dejar pasar al sirviente anterior con una bandeja de comida, la cuál fue entregada al rey. - En media hora quiero que vengan a limpiar esté lugar. - comando, el sirviente asintiendo para luego irse. - Y tu come. - regañó al ver que su padre la miraba con la boca abierta.
El padre de las princesas obedeció, metiéndose cucharada trás cucharada de comida a la boca. Me imagino que te has encargado del reino, ¿cierto? - pregunto, metiéndose un gran bocado de frijoles.
- Obviamente. Había un despelote en tu mesa. - gruñó al recordar el primer día que vio ese montón de papeles. - Había un montón de quejas y problemas sin resolver desde hace ¡siglos!
- ...Oh. - fue lo único que dijo mientras sonreía nervioso.
T/N suspiro. - ¿Te puedo hacer una pregunta? - cuestionó, ganandose un asentimiento de cabeza ya que él mayor tenía la boca llena. - ¿Que es...el amor? - pregunto, viendo como su padre sonreía levemente—él ya se esperaba está pregunta tarde o temprano.
El rey bajo su plato. - Cuando conocí a tu madre.. - comenzó, lambiendose la salsa que tenía en la comisura de los labios. - Sentía interés, ya que no es todos los días que ves a una mujer lista para entrar en el campo de guerra. - sonrió ante el recuerdo. - El tiempo paso, y ambos nos sentíamos cómodos con el uno al otro por lo cuál nos respaldabamos, algo parecido como el amor entre hermanos... pero este amor es más profundo, ya que quieres y deseas a esa persona. - explico.
- ¿Su presencia?
N/T/P asintió. - Al igual que lo deseas, sexualmente. - añadió, sorprendiendose al ver que la menor no reacciono ante aquello. - Y pues, uno no desea acostarse con alguien así como así, sino que uno tiene relaciones sexuales con aquella persona que vuelve tu ser un desastre...con aquella persona que te descontrola y quieres estar a su lado para formar una vida y familia. - finalizó, viendo como la menor comenzaba a pensar por lo que sabía que no necesitaba explicarse más. - ¿Te gusta alguien? - pregunto con una sonrisa picara.
- Mmm, no. - contestó con una sonrisa igual a la de su padre. - Lo amo, mejor dicho. - corrigió.
- Mm. - asintió el mayor. - ¿Por casualidad, no será un joven apuesto llamado Terrence? - pregunto, ganandose un asentimiento de cabeza vigoroso. - Estoy feliz por ti, mi demonio. - felicitó.
- Gracias papá. - le dijo con una sonrisa de felicidad, ahora tenía sus sentimientos arreglados y en línea.
| Las clases empiezan el Martes
T~T |
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La Pequeña Rebelde Del Grandchester (G. Terry x Lectora)
FanfictionBasado en el anime "Candy Candy" y la novela/serie llamada "El Sultan". Está historia la escribí en cuadernos y lapicero, los errores autógraficos me los corrigió mi hna quien fue la primera en leer esta historia, si ustedes logran identificar algún...