Sentada al lado derecho de su padre en el comedor, podía escuchar a los presentes platicar con mucho ánimo, hasta Eliza tenía entablada una conversación con las princesas mayores. Pero eso no era lo que la tenía de mal humor. Lo que le tenía así, era el hecho de que el duque hablaba con su familia como si nada mientras que ella hechaba humo por las orejas.
- ¿No le gusta la comida, señorita? - la señora Pony pregunto al notar que la joven no había tocado su plato desde que se le fue servido. - Si quiere, le preparo algo más. - ofreció la anciana.
La joven sacudió su cabeza. - Está bien señora Pony, solo pensaba. - le regaló una sonrisa forzada, tratando de tranquilizar a la mayor. - Usted descanse, ha trabajado mucho últimamente. - la anciana captó el mensaje, asintiendo mientras le daba una mirada a la princesa quien asintió en entendimiento.
- ¿En qué piensas tanto? - pregunto Neil, quien estaba a su lado.
- En la competencia de talentos la cuál será mañana. - respondió, viendo como la cara de sus hermanas cambio a la mención de la competencia.
- Oh, esa competencia ¡es una de las festividades más grandes del reino! - exclamó él duque, haciendo que la menor apretara su mandíbula.
- ¿Porque lo dice? - pregunto Annie, su estómago dando un millón de vueltas que sabía muy bien cual era la respuesta.
- Princesa, si uno de los concursantes gana... ¡podríamos tener buenos aliados con otros reinos! - alzo su copa de vino al aire.
- ¡Y buenos herederos! - continuo el rey quien también alzo su copa al aire, chocando la suya con la del duque mientras las princesas tenían caras de asombro.
- ¿Buenos herederos ? - la menor sabía que sus hermanas eran el premio ¿pero también esperaban un hijo de un matrimonio arreglado?
- Por supuesto, al fin y al cabo, necesitamos a alguien que tome el puesto del rey algún día. - comento Eliza, agregándole más leña al fuego.
T/N no necesitaba mirar a los seis locos para saber que estaban sufriendo, así que mantuvo su mirada clavada sobre el duque quien no se percató de esa mirada. Neil conociendo a su amiga, le coloco una mano en el hombro para ver si se tranquilizaba. - ¿Y quiénes participarán? - pregunto el joven.
- Los de la alta sociedad, obviamente. - su melliza respondió.
- Cuando mis hijas se casen.. - el rey empezó, haciendo que la (c/piel) lo viera. - Y tengan hijos, el primero debe de ser ¡varón! - demandó con una sonrisa.
- ¡Ah! ¡Será guapísimo! - su prometida aliento.
- ¿Más guapos que los hijos del Grandchester? Lo dudo. - gruñó con sarcasmo la cuarta princesa, la paciencia agotandosele a cada segundo que pasaba y a cada palabra que el mamaguevo de su padre decía.
- ¡Oh sí que lo será! - el rey grito. - ¡Mis nietos gobernaran el mundo! ¡Serán los más poderosos! ¡Mis...!
El rey fue interrumpido por un cuchillo que rompió su plato de cerámica al igual que traspaso la mesa de madera, la sala del comedor estaba en silencio solo se podía escuchar una respiración agitada. Viendo el dueño de aquella mano que sostenía firmemente el cuchillo, se encontró con los ojos (c/o) de su hija menor los cuáles ardían con una llama de enojó.
- ¿Pero que e' lo que te pasa T/...
- Tú ve y cierra el maldito pico que tienes. - le ordenó, apuntandole con el cuchillo. Al ver los ojos de la joven, Eliza vio su reflejo pero no como ella se vio en el espejo antes de presentarse al comedor en vez, su reflejo era ella tirada en el suelo con una laguna de sangre bajo su cuerpo. Aquello era un aviso, lo cual la asustó. No sabía de qué la menor era capaz de hacer, pero esa aura oscura que la rodea, decía mucho de lo que podía hacer.
Volviendo a ver al rey, la joven solto el cuchillo el cual se clavo en la mesa mientras ella se largaba del lugar con sus hermanas y sirvientes.
~
La rebelde las guío a la colina favorita de las hermanas, dónde las mayores rompieron en llanto. - ¡¿Porque!? - grito Candy, lágrimas de odio saliendo de sus hermosos ojos esmeraldas. - ¿Porque él nos hace ésto? ¡¿Porque!? - la cuarta princesa al no saber que hacer, le indico a Anthony que fuera a abrazarla lo cual hizo en un instante.
- T/N. - la nombrada volteo a ver a Patricia, quien se acercó a ella. - No quiero. - sus ojos también se cristalizaron.
- Yo tampoco quiero. - Annie dijo, clavando sus uñas en el brazo de Archie quien la abrazaba. - Dile que lo cancele. - suplico. - Dile que lo detenga. Dile. ¡Dile! - grito alterada.
- Es inevitable, Annie. - la rubia hablo antes que la rebelde dijera algo. - No podemos hacer nada. - se mordió el labio inferior.
- Tiene que haber algo. - contradijo Patricia, negandose a creer de que todo estaba perdido.
- ¡No hay una solución, Patricia! - discutió la primogénita.
- ¡Tiene que haberla! - la pelo corto también alzo su voz.
- ¡¿Y que quieras que hagamos!? - la mayor empezó acercarse pero su novio la sostuvo. - ¡¿Qué nos larguemos y dejemos a T/N aquí!? ¡¿Huh!?
- ¡Yo nunca dije eso! - Stear mantuvo en sitio a su novia al ver que se acercaba a Candy. - ¡La podemos llevar con nosotras y así...!
- ¡¡¡Ya basta!!! - la de lentes fue interrumpida por Annie quien le daba una sonrisa triste a sus hermanas. - No hay nada... que podamos hacer. - concluyó, enterrando su cabeza en el pecho de Archie quien no podía aguantar las lágrimas.
| Yey capitulo 20!
Pero con drama
En fin, no pude dormir hasta las 2am y tengo clase a las 11
T~T necesito ayuda 'ombre. |
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La Pequeña Rebelde Del Grandchester (G. Terry x Lectora)
FanfictionBasado en el anime "Candy Candy" y la novela/serie llamada "El Sultan". Está historia la escribí en cuadernos y lapicero, los errores autógraficos me los corrigió mi hna quien fue la primera en leer esta historia, si ustedes logran identificar algún...