Cap 91; ¿Advertencia?

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- Vete. - dijo entre un sollozo ahogado.

El mayor parpadeo varias veces, aún sin creer lo que había escuchado. - Annie, yo..

- ¡Largo Archie! ¡Largo! - le ordenó, cayendo al suelo junto a sus lágrimas de dolor.

El peli-lila n sabía que decir mientras veía como su novia lloraba su corazón, agachando la cabeza le hizo caso a su mandato, saliendo por la puerta, cerrarla a sus espaldas y deslizarse por ella mientras él aguantaba sus propias lágrimas al seguir escuchando como su princesa lloraba desconsoladamente.

No lo lograba entender, apenas ja pasado un día y al Terry obtener noticias acerca de la rebelde, fueron positivas. Así que ¿porque? ¿Qué fue lo que ocurrió en el mar? ¿Qué demonio se le ha atravesado por el medio?

Sin querer, sus lágrimas comenzaron a derramarse por si solas. No lo podía creer, tampoco quería imaginarse que coños fue lo que le pasó a su cuñada para que su barco no aparezca. Será un dolor, un gran dolor para el castillo, para su pandilla y sobre todo, un gran dolor para sus hijos y Terry. La felicidad del Castillo de ira con ella y no habrá nada, que él o algún ser viviente, pueda hacer para impedirlo.

Un suspiro tembloroso deslizó por sus labios mientras se pasaba una mano por el pelo. - ¿Dónde estas T/N?

Patricia White-Conwell veía con ansias el agua mientras se sostenía de la barrera que rodeaba el barco que se acercaba al puerto de Inglaterra, habían tomado el primer barco que saliera a su destino que por casualidad era el más rápido y fuerte de todos el cual soportaba, las olas violentas que lo azotaban. Ella había enviado una carta de ante mano para anunciar su partida por lo cual, tendría gente esperandola en ese puerto.

Ya a una distancia razonable, la pelo cortó logró ver a cierto peli-rojo y verde al lado de un carruaje real, también podía ver sus expresiones las cuáles eran de estrés e inquietud junto con algo de remordimiento y molestia causando que a la segunda hija del rey, le dieran ganas de salar al agua y nadar hacia ellos pero por desgracia, su esposo la detuvo para que se tranquilizara.

Agradeciendole a cualquier Dios que exista, la joven salió corriendo para desbordar el barco y abrazar de inmediato a Miler mientras Stear le seguía.

- ¿Cómo estas? - el mayor trato de sonreirle mientras se alejaba.

- Bien, Miler. - contestó un tanto apurada. - ¿Cómo han estado todos? - pregunto de la misma manera.

- Por ahora, todo esta en orden. - ladeo un poco la cabeza, manteniendo la sonrisa falsa en sus labios.

La de lentes asintió. - ¿Y T/N? - pregunto, viendo como el mayor desviaba la mirada de ella y provocaba que sus nervios a e pusieran de punta. - ¿Oliver? - miro al nombrado, su cuerpo temblando mientras que con sus ojos le rogaba que le dijera algo bueno.

La mirada del peli-verde se suavizo con lastima por la princesa mientras que el temblaba igual que ella. - El barco de ma'am, no aparece. - informó con un suspiro tembloroso, clavando sus ojos en el suelo mientras apretaba sus puños.

Sus pupilas se deshidrataron, los colores se le fueron del cuerpo mientras dejaba que su cuerpo inconsciente, fuera atrapado entre Miler y su esposo.

En el comedor, nadie decidió tocar sus platos ya servidos con comida, nadie. Terry estaba entre la familia real mientras los pequeños gemelos se aferraban a él con algo de miedo mientras él trataba de calmarlos con sus caricias, las tres princesas temblaban en su sitio y no deseaban ningún tacto de sus novios —en especial Annie, ya que aún seguía algo molesta con Archie —, los tres al comando de la rebelde también estaban presentes pero estaban sentados en el suelo mientras se sostenían la cabeza entre las manos. Es que ninguno de ellos, podía creer que de la noche a la mañana un gran barco desaparezca así como asi, sin señales de sus pasajeros.

- Recibí una carta del presidente de Escocia. - Neil interrumpió el sofocante silencio, mientras colocaba dicha carta sobre la mesa. - Dice que nos ayudará con la búsqueda. - añadió, tomando bruscamente su cucharilla y comenzó a comer.

- M..mi abuela no sabe de esto.. - tartamudeo Candy, viendo aterrorizada a su padre. - ¿..verdad?

El rey se tenso. - Ella no se va a enterar. - aseguró, comenzando a comer de su plato. - ¿Cómo rayos..? - comenzó en un susurro, susurro que fue oído por Tom quien le interrumpió.

- Ni se te ocurra decir eso. - le dijo, fulminandolo con la mirada. - Ese puto barco no se ha undido, y esa enana aún sigue viva. - afirmó, viendo a los tres hombres de su amiga. - Sólo hay que seguir buscando. - dijo, viendo como ellos asentian.

- ¿Y si no la encontramos? - pregunto en un susurro Stear, un tanto desorientado.

El castaño con sombrero negó con la cabeza. - Seguiremos buscando hasta estar seguros. - sentenció, tomando el trozo de carne que tenía en el plato con sus manos para comérselo.

El ambiente en el comedor no cambió mucho pero los presentes comenzaron a comer, todos excepto Terry los gemelos de ojos bi-colores. Terry aún estaba perdido mientras veía su plato de comida, sintiendo como los pequeños se aferraban a él por cada segundo que pasaba, sin intenciones de soltarlo pronto. Él recordaba, recordaba cada palabra que su novia le había dicho antes de subirse a ese condenado barco, recordaba como ella le beso tan de repente para asegurarle que volvería.

Ella se lo prometió, ¿no? Pero aveces las promesas, pueden ser rotas y olvidadas.

También recordó su ataque de pánico cuando olvido decirle a su novio que se iría, recordó también aquella alucinación que tuvo. ¿Y si al final fue una advertencia? ¿Y si al final, era ella quien moria en vez de él?

| Drama, drama y más drama pero bueno
sin el drama no pueden estar las partes buenas
Espero les haya gustado el capítulo! |

La Pequeña Rebelde Del Grandchester (G. Terry x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora