- ¡¡¡ESPERA!!! - escucharon los gritos alterados de los castaños, seguidos por unos golpes y quejidos, segundos después, ambos entraron de golpe por la puerta mientras se escondían detrás de la señora Elionor.
Por la puerta también entró Leo quién tenía un coqueto moño negro en su pecho, detrás de él, le seguía su dueña quien vestía su traje vinotinto con camisa y corbata negra, sus zapatos de vestir también eran negros mientras su cabello era recogido en una alta y elegante coleta.
- ¡Nosotros no estábamos peliando! - negaron los castaños, aún resguardandose detrás de la mayor.
La princesa suspiro. - Perdón por la tardanza. - se disculpo, sentándose en un extremo de su mesa. - Ah, Susana. Gusto de verte aquí. - le sonrió a la nombrada, dando inició a la cena.
Los platillos para la noche fueron servidos para así todos comenzar a comer con tranquilidad, las princesas mayores no estaban al gusto con la presencia de Susana en ma mesa aún así, trataron de no ser groseras e incluirla en sus conversaciones. Pero con todo y sus esfuerzos, la peli-rosa no se sentía a gusto, principalmente por una sola razón..
Le dolía ver cómo Terry le lanzaba miradas a la chica de traje vinotinto aunque ella ta sabía de ésto, supo desde el momento en que trató de hablarle al peli-negro a solas que él tenía sus ojos puestos en otra, pero jamás llego a imaginarse que estaban clavados en una de las princesas.
Le hacía molestar, preguntándose una y otra vez que le habrá vista esa princesa rebelde y descortés. Está molestia fue reflejada en sus ojos, captando la atención de cierto caballero castaño.
- Está celosa. - le susurró a su amiga en el oído, quien no tenía que adivinar a quién se refería ya que ella podía sentir los ojos de la peli-rosa encima. - ¿Porque la invitaste? - pregunto.
La rebelde lo miro. - Para que ella misma se diera cuenta que no le interesa a Terry. - explico, viendo a la joven de reojo. - Pero creo que tendré que conseguirle unos lentes o algo así. - añadió, continuando con su comida.
Neil rio levemente mientras dejaba que la menor comiera, él sabía los niveles de cada emoción de su amiga y sinceramente, los celos y la rabia son los más altos así que no estaría sorprendido si se encontrará con el cuerpo muerto de cierta jóven.
Viendo al “Señor Importante” reír, el castaño con sombrero le hizo una mueca para saber que estaba ocurriendo por lo que el contrario le respondió con una seña que lo tranquilizó.
La cena transcurrió así; sin desmadres y llena de chistes, así que cuando terminaron con los platos pesados y los postres fueron traídos, el vaquero exigió un brindis.
Neil gruñó. - Apúrate que tengo hambre.
- Glotón. - susurró el contrario, levantándose con una copa en la mano. - Está noche.. - comenzó, quitandose el sombrero. - Estamos aquí reunidos para festejar el compromiso de Stear Conwell y Patricia White. - miro a la pareja con una sonrisa. - Les deseó una larga vida para ambos en su matrimonio y muchos hijos. - los novios se sonrojaron. - Salud. - concluyó.
- Salud. - los presentes repitieron ahora dándole el turno a Terry, para la desgracia de Neil y su estómago.
- Como todos sabemos.. - comenzó el peli-negro. - Stear puede ser un gran jodedor. - comento haciendo que el nombrado fruñera el ceño mientras los demás aguantaban sus risas. - Pero también, es un buen hermano, primo, amigo, novio, ahora esposo y posiblemente—como dijo Tom—padre en el futuro. - río levemente ante la cara sonrojada de los comprometidos. - Todos sabemos que ninguno es perfecto, por lo que tendrán bajas y altas que tendrán que superar. Así que, nosotros deseamos grandemente que ambos lleguen a la vejez, juntos. - sonrió. - Salud, mi amigo.
- ¡Salud! - los presentes chocaron sus copas, dándole la oportunidad a Susana de repartir sus postres.
Terry fue el último en recibir su postre ya que estaba entabla'o en una conversación con Annie, esto impacientando a la peli-rosa que lo veía con ansias, llamando la atención de Elionor.
Sin decir nada, la peli-negra vió como Susana tomó el postre de su hijo para tragarselo. Al principio creyó que le jugaba una broma o algo, pero se alarmó, la ver que sus ojos se apagaron al ingerir el postre.
El joven notó que su postre desapareció. - Oye, no lo había probado. - se quejó al ver las migajas en el rostro de Susana, quien le miraba con intensidad.
Terry estaba sonriendo travieso ya que también creía que la peli-rosa le hacía una broma, aunque la sonrisa desapareció cuando Susana le cayó encima, llamando la atención de los demás.
- ¿Susana? - le llamó, incluso la sacudió un poco pero no obtuvo alguna reacción.
Albert se levantó y se dirigió hacia ellos, colocando sus dedos en el cuello de la joven. - No tiene pulsó. - dijo, viendo a la rebelde quién fruñia el ceño.
| Ya van dos muertos! |
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La Pequeña Rebelde Del Grandchester (G. Terry x Lectora)
FanfictionBasado en el anime "Candy Candy" y la novela/serie llamada "El Sultan". Está historia la escribí en cuadernos y lapicero, los errores autógraficos me los corrigió mi hna quien fue la primera en leer esta historia, si ustedes logran identificar algún...