Cap 26; Secretos Salen a la Luz

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- Leo~ - fue lo primero que la (c/piel) dijo al abrir los ojos, ya que él felino estaba encima de ella. - Abajo. - ordenó y con un último bostezó, el gato se bajó de la cama con pesadez. El felino ya abajo, la menor tomo sus cosas para entrar a su baño y lavarse, al salir, vio a Leo olfatear el aire. - ¿Que hueles? - pregunto mientras se secaba el pelo. - Vamos. - le dijo, poniendo su mano en la cabeza del felino para salir por la puerta, Leo siguiendola. Llegando al final de las escaleras para entrar al comedor, el felino gruñó haciendo que su dueña se colocará en guardia.

- Buenos días, T/N. - la saludaron.

- Tía. - la menor sonrió forzadamente. - Buenos días Tía Sara, Tía abuela Elroy. - la menor saludo.

- Buenos días, jovencita. - la señora Sara sonrió. - Neil me ha contado muchas cosas que has hecho últimamente. - la mayor vio a su hijo quien estaba sentado a su lado en la mesa, mientras este tragaba ondo al ver la mirada que la menor de los presentes le regalaba. - Ven, siéntate. - le dijo a la princesa.

Aunque quisiera, era muy temprano para alguna discusión y ella tenía hambre así que se trago su orgullo, mientras se acercaba a la silla que estaba al lado derecho del rey a quien no le importó verla. Ella se sentó, mordiendo su lengua por la rabia que sentía en especial al ver la patética sonrisa de Eliza y la cara de desinteresado que Albert tenía.

- Ahora que toda la familia está aquí... - la señora Elroy empezó, examinando a los presentes. - Quisiera saber que ha ocurrido por estos lados. - continuo, tomando su cubierto para proceder a comer.

Los presentes estaban tranquilos ante aquellas palabras, los únicos que estaban incómodos eran; el rey y principalmente Eliza.

- Hubo unos cambios en el personal. - Patricia comento.

- Note que Octavio ya no es el encargado de los campos de trigo. - Sara dijo.

- Así es, Terry hace un excelente trabajo. No mejor que Octavio pero está en ese camino. - el rey sonrió para calmarse lo que hizo que T/N, apretara su mandíbula al oír como el mayor hablaba de su amigo.

- ¿Terry? - Sara alzo una ceja.

- Así es, T/N lo recomendó.

- ¿T/N? - Elroy se dirigió a la nombrada ocasionando que todos los ojos se centrarán en ella, mientras que ella los veía con cara aburrida y con uno de sus pies montado en la silla. - ¿Quien es este tal Terry? - la mayor pregunto.

La menor reposo su quijada sobre su rodilla. - Es un chico de diesiocho años, con un cerebro mejor que el de Octavio. - informó cortante. - Solo necesita algunas enseñanzas.

- ¿Y cómo sabes todo esto? - Eliza pregunto, provocando que la menor fruñera el ceño.

- Porque soy su amiga. - respondió con rabia haciendo que Leo posará su cabeza en la otra pierna de la joven, la menor suspiro. - Vaya manera de empezar el día..

~

Mientras eso ocurría en el comedor, el duque de Grandchester se apresuraba para llegar con la familia real mientras caminaba a un paso acelerado por los pasillos de afuera. Preocupado con lo suyo, no se dió cuenta que alguien venía en su dirección y choco con aquella persona.

- Ay. - escucho el quejido de una mujer.

- Mis disculpas, no ví... - el mayor no continuo al ver el rostro de su primera esposa. - ¿Elionor? - la tomo de los hombros mientras la nombrada lo miraba feo, él sorprendido de que ella esté allí. - ¿Que hacés aquí?

- Vine a ver a mi hijo. - respondió fría, zafandose del agarre del mayor. - Ahora, si me disculpa Duque de Grandchester.

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- Escuche que Albert ganó la competencia. - la señora Sara trajo aquel tema, las princesas sonaron sus lenguas. - ¿Ya elegiste una de las cuatro princesas, Albert?

El nombrado miro de reojo a T/N quien no quería dirigirle su atención. - Pues.. - trató de explicarse, pero Candy intervino.

- No somos cuatro princesas, Tía. - miro feo a su padre. - Sino tres. - cerro sus ojos. - Y ninguna de nosotras, deseamos casarnos con el señor Albert. - hablo por sus hermanas.

- Candy, ya hemos... - el rey trato de razonar pero fue cortado por Sara.

- ¿Porque no desean casarse con Albert?

- Porque mis hermanas.. - la cuarta princesa comenzó, mirando a su padre directamente a los ojos. - Estan enamoradas de alguien más. - informó, sonriendo pícaramente al ver el asombro de su padre.

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- Espera. - Richard le sostuvo el brazo a su esposa para detenerla. - Tú no deberías de estar aquí. - le dijo.

- ¿Y porque no? - la peli-negra fruño el ceño.

- Si Terrence se entera...

- Se tiene que enterar. - la menor lo interrumpió. - Se debe de enterar de que su padre es un cobarde, infiel y mentiroso.

~

- ¿Qué? - las cuatro princesas preguntaron de mala gana al ver que el rey las miraba como pendejo.

- ¿Y quiénes son los afortunados? - Elroy sonrió.

- Eso es una sorpresa. - Annie sonrió de oreja a oreja. - Los conocerán cuando llegue el momento. - dijo sus hermanas mayores asintiendo mientras T/N miraba al rey con rabia.

~

- ¡¿Cómo te atreves Elionor?! - el duque la abofeteo.

- ¿Qué? - la mujer tocio. - ¿Digo mentira?

- ¡Teirus jamás, se debe de enterar de esto! - exclamó, estaba totalmente asustado.

- ¿De que no me debo enterar?

| Isssssh |

La Pequeña Rebelde Del Grandchester (G. Terry x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora