La Pequeña Rebelde Del Grandchester (G. Terry x Lectora)

Cap 141; Noticias Alegres

~ 27/12 ~

Los rayos del sol mañanero entraban por las ventanas, lograba oir el cantar de los pájaros, el sonido de los carros correr era completamente facinante solo que el sonido de esa estúpida maquina, era verdaderamente molesto.

Sinceramente, se siente muerta y la muerte es lo que se merece.

Sus ojos (c/o) se abrieron con pesadez y cansancio para encontrarse con el techo blanco de un hospital, como se dijo antes, el molesto sonido de la maldita maquina le hasta las metras pero aquella respiracion casi inaudible, le traía algo de paz y calma.

Con dolor, volteo su cabeza para ver quien dormía la borde de la cama y no era mas que su querido y guapo novio. Al ver su rostro tranquilo- y algo moretia'o- le trajo una sonrisa leve a sus labios. Se alegra, de que él estuviese allí con vida.

Como la brisa, su mano se dispuso acariciar el pelo negro del mayor; hacia caricias suaves, lentas y gentiles para no despertarlo- objetivo, que no logro cumplir.

Sus ojos azules brillaron al verla, tomando con suavidad aquella mano que se enredaba en sus hebras negras mientras le regalaba una sonrisa. - Hola. - saludo, besando su mano con cariño lo cual hizo a su novia reir levemente. - El doctor dijo que esa herida en tu estomago, tomara tiempo en recuperarse. - informo, su pulgar acariciando la piel de su novia.

La rebelde gruño. - A Satanas no le va agradar la idea. - el mayor rio levemente mientras veia como la princesa bajaba un poco sus sabanas y alzaba su camisa para darle un vistazo aquella horrible herida que estaba cosida. - Mmm, si queda una cicatriz.. - volvio a mirar al mayor. - La cubrire con un tatuaje. - sonrio, el mayor negando levemente con la cabeza. - ¿Y Annie? - su semblante se volvio a uno de preocupación, después de todo, estaba embarazada.

Terry desvio la mirada. - Esta en un coma desde ese dia. - volvio a mirara a la rebelde. - Pero el resto esta bien. - trato de asegurarle mientras le daba un pequeño beso en su frente.

T/N asintió. - ¿Y el bebe?

- Aun no saben correctamente su estado, solo que su corazoncito sigue latiendo. - beso su mano. - No quieren tocarla, mientras esta inconciente.

- Entiendo. - volvio asentir, ahora respirando profundo. - Asesinaron al rey. - suspiro, recordando perfectamente aquellas palabras que salieron de los labios de su hermana, antes de que ella se desmayara. - Y.. - se lambio el labio inferior, dandole un apreton a la mano del peli-negro. - Por accidente, asesine a Albert. - volvio a suspirar, esta vez algo temblorosa mientras la culpa le comia por dentro.

El joven se sintió mal al ver el estado de estrés en el que estaba su novia, no le gustaba mas era algo malo para su salud ya que apenas se acaba de despertar depues de tres días. - Ya lo se. - susurro, sentándose en la cama para pegar a la menor a su pecho y envolverla con sus brazos. - No fue tu culpa, enana. - le dijo, sobando con dulzura su espalda.

De inmediato, la menor le devolvió el abrazo mientras rogaba ser asesinada en ese mismo instante por sus estupidos errores. - No me despedí de ellos, Terry.

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En otra habitación, Stear estaba obteniendo su chequeo diario para su ojo. No se pudo hacer mucho por su perdida de ojo pero a Patricia no le molestaba mucho, Stear Conwell seguía siendo el mismo idiota con el que se caso, además, el nuevo look le gustaba. Tenia un parche sobre su ojos derecho mas los lentes, lo cual le daba un toque de chico malo en vez del joven que le gusta regañar a sus primos y amigo por el mínimo error.

Dejando eso a un lado, la segunda princesa estaba muy preocupada por todos ellos desde aquel dia, en especial por los hijos de su cuarta hermana.

Habían pasado tres días desde aquel incidente y se le fue muy difícil decirle a sus parientes que el rey habia fallecido, fue muy desastrosa para ellos y también la fue para los habitantes del reino de Inglaterra.