Cap 69; Consejos y la Invitación a la Cena Familiar

1 0 0
                                    

- ¡Pss! - escucho por una parte de los pasillos lo cual hizo que volviera asomar su cabeza por la puerta con el ceño fruñido, logrando ver en una esquina a Albert quien parecía algo nervioso mientras se escondía de quien sabe que. El rubio le hizo seña para que se acercara.

La menor bufeo remirando los ojos, dándole una última mirada a su novio se dispuso a cerrar la puerta con cuidado mientras se dirigía hacia el rubio con aburrimiento. - ¿Mm? - pregunto al estar frente a él, cruzando sus brazos sobre su pecho.

- ¿Estabas ocupada? - cuestión con nerviosismo, haciendo que su amiga alzará una ceja.

- El viejo sólo vino a informarme de algo. - respondió. - ¿Necesitas algo? - volvió a preguntar, viéndolo de arriba abajo un tanto extrañada por su comportamiento.

Albert suspiro, sabía que su fachada no serviría contra la rebelde. - Creo que Anthony es hijo de mi hermana. - informó. - Y también creo que Archie y Stear, también sin mis sobrinos. - añadió, esperando una reacción de la princesa.

- ¿Y? - cuestión despreocupada.

- ¿Cómo que 'y'? Deberías de darme un consejo o algo. - le reclamó el rubio con el ceño fruñido.

T/N suspiro. - ¿Qué quieres que te diga? - cuestionó al verle a los ojos. - Porque lo lógico que te voy a decir... - continuó antes de que su amigo dijera una estupidez. - Es que te hagas hombre y les expliques antes de la boda de Stear. - finalizó, viendo al mayor pensar.

Albert le regaló una sonrisa al ver que la enana tenía razón. - Gracias pequeña. - le agradeció, alborotandole un poco su larga cabellera.

Ante aquel gesto, la menor le iba a regañar pero se contuvo ya que sabía que terminaría gritánd-y eso, despertaria a su novio-por lo que obto por dejar a su amigo marcharse.

Al ver que el rubio estaba fuera de su campo de vista, se dispuso a volver a su cuarto en donde encontró a su novio levantándose cuando abrió la puerta, la vista le hizo sonreír levemente mientras cerraba la puerta a sus espaldas para acercarsele.

- ¿Dónde andabas? - el peli-negro pregunto, aún entre dormido y despierto.

- Por ahí. - respondió, parandose en frente de él mientras le plantaba un beso en la frente. - ¿Cómo dormiste? - pregunto con voz suave, sus deditos perdiéndose entre la cabellera del mayor.

- Divino. - bostezo, rodeando la cintura de la princesa mientras enterraba perezosamente su rostro en el estómago de esta. - Tu cama es cómoda y suave. - alago.

El cuerpo de la pequeña comenzó a vibrar, indicando que reía levemente. - Terry. - le llamo, ganándose un leve quejido del nombrado en señal de que le escuchaba. - ¿Quieres cenar con nosotros? - pregunto, detenido sus movimientos de mano mientras esperaba una respuesta.

El joven alzó su mirada a los ojos de su novia, algo curioso. - ¿Qué pasa si te digo que si? - pregunto mientras apretaba su agarre alrededor de su pequeño cintura.

- Pues me sentiría feliz. - admitió, viendo como el mayor sonreia ampliamente; dándole una respuesta positiva. - ¿Puedes traer a tu madre? - pidió, ya que como esto sería una cena familiar también le gustaría tener a la madre de su novio presente.

- Veré que puede hacer. - suspiro, enderezandose un poco para darle un pequeño beso en los labios de la menor. - Sólo no quiero esperarla más de tres horas, después de un baño. - se quejó, sacando su labio inferior en el procesó.

La Pequeña Rebelde Del Grandchester (G. Terry x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora