- ¿No vas hablar con padre? - la rubia le pregunto a su hermana menor, quien nego con su cabeza mirando a Elisa de reojo.
- Yo tengo otras cosas que hacer. - respondio, dirigiendo su mirada hacia su padre quien le sonreía nervioso mientras ella lo veía sin alguna expression en su rostro o mirada. - ¿Y quién era ese chico? - pregunto volviendo a ver a sus hermanas. - El peli-negro. - se específico.
- Él es Terry. - Anthony hablo ganándose la atención de la menor y un tremendo codazo en la costilla de parte de Stear aún así, continuo. - Es nuestro amigo y como ve, es uno de los esclavos. - explico mientras la menor asintió ahora viendo a Tom.
- Su majestad. - el vaquero llamo ganando la atención del rey. - Nosotros excoltaremos a T/N a sus apocentos, usted y la señora Elisa pueden ir a descansar. - aseguro, el mayor vio a su hija menor quien no le dirigía la mirada y al Candy ver eso, se acercó a su padre.
- Tomara tiempo. - susurró. - Pero sabes que ella está en buenas manos.
El rey sonrió levemente, asintiendo su cabeza en la dirección de Neil y Tom quienes le asintieron con una sonrisa. - Elisa. - la castaña lo miro. - ¿Quieres ir a dar un paseó? - le sonrió haciendo que la castaña también le sonriera emocionada.
- Por supuesto, su majestad. - acepto y se emocionó más cuando el mayor le ofreció la mano, cuya ella tomo mientras él la guío fuera del castillo.
- ¿Él siempre hace ese tipo de cosas? - pregunto Neil viendo a las princesas, quienes asintieron exepto la menor quien se encogió de hombros. - La esta malacostumbrando demasiado. - suspiro.
- ¿Tú crees que se haya enamorado de Elisa? - pregunto Annie sosteniendose del brazo de Archie, el mayor se sonrojó levemente.
- Oremos que no sea asi. - Neil y la señora Pony dijeron al mismo tiempo, los jóvenes viendo a la mayor quien les sonreía.
- ¿Señora Pony? - sonrió Tom poniendo uno de sus brazos alrededor de los hombros de la anciana, dándole un dulce beso en la mejilla. - Yo sabía que entre esas hermosas arrugas, había una guerrera. - comento haciendo que todos rieran mientras que la menor de todos, sonreía.
Definitivamente, extrañaba esto.
~
Pero claro, no esperaba tal cosa. La joven aún estaba despierta en medio de la noche acostada en su cama, con sus tres hermanas abrazándola casi quitándole el aire, la cama es suficientemente grande para que las cuatro durmieran cómodamente pero las mayores querían dormir abrazando a la menor causándole a ella que no durmiera porque estaban invadiendo su espacio personal. Soltando un suspiro silencioso, se zafó del agarre de sus hermanas con cuidado para no despertarlas, logrando salir de la cama noto a tres leones durmiendo en una esquina de la cama, uno de ellos viéndola.
- Vuelve a dormir, Leo. - le susurró al león quien bostezó, haciendo a la menor sonreír. Apartando la mirada del felino, se dispuso a ver afuera de la ventana por la cual la hermosa luz plateada de la luna entraba, también pudo captar una suave melodía sonar por allí cerca, acercándose al balcón, una brisa fría la saludo mientras la suave melodía aún continuaba haciendola poner sus manos en el muro del balcón ganándose un leve gruñido de Leo quien se acercaba a ella, al parecer sabiendo lo que la joven tramaba. - Cálmate. - le susurró, una de sus manos acariciando detrás de su oreja. - Yo vuelvo horita mientras tú cuidás de mis hermanas. - dijo viendo adentro para ver si alguna de sus hermanas estaba despierta, asegurandose que las tres aún dormían sonoramente volvió a ver al felino quien también la miraba. - No tardaré. - volvió a susurrarle dándole un beso en la cabeza del gatito quien gruñó suave mientras ella ya había saltado del otro lado del balcón.
Cayendo en tierra firme, la joven vio a todos lados para ver si había algún guardia rondeando por allí, caminando a paso de felino se dirigió a dónde ella creía la música provenia al ver que no había nadie. La melodía se podía escuchar algo más claro haciendo que ella pudiera reconocer a la armónica ser tocada suavemente al igual que el olor a cigarro estaba en el aire, se guío por el olor del cigarro y la melodía de la armónica quienes la llevaron a la colina favorita de su hermana mayor.
Subiendo la colina entre los arbustos, cuando llegó a la cima se encontró con Terry quien era el que tocaba la armónica sentado bajo un árbol mientras la luz de la luna lo iluminaba, haciendo que para la jóven se viera como un angel sin alas.
| No dormí hasta las 2 de la mañana
pero
actualizo a las 6
sonrie como pendeja |
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La Pequeña Rebelde Del Grandchester (G. Terry x Lectora)
Fiksi PenggemarBasado en el anime "Candy Candy" y la novela/serie llamada "El Sultan". Está historia la escribí en cuadernos y lapicero, los errores autógraficos me los corrigió mi hna quien fue la primera en leer esta historia, si ustedes logran identificar algún...