Cap 153; Abaddon

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Ya para las tres de la tarde, depues de firmar y despistar a los paparazzis, la familia real logro reunirse con el resto de sus invitados en la colina cerca del castillo para asi celebrar la boda antes de que los recién casados partieran a su luna de miel.

Patricia y su hermana menor estaban cerca de las mesas de bebidas, mientras observaban como sus hermanas reian y se divertían esa tarde. Y no negaban que el castillo estaría muy callado, después de su partida.

- Pronto tendremos a tes polluelos mas, corriendo por los pasillos. - comento la peli-corto, soltando una leve risita al imaginarse a su cinco sobrinos jugar por el castillo.

La reina murmullo en acuerdo, fijando su mirada en el horizonte. - Pero me pregunto cunado seras tu, quien nos de mas chamacos. - sonrio con picardia, sabiendo muy bien lo grande que su hermana abrió los ojos.

- ¿Po-porque invitaste a la abuela? - cambio de tema, dirigiendo su mirada hacia la mayor para esconder sus mejillas coloradas.

T/N suspiro, también dirigiendo su mirada para ver a su abuela quien jugueteaba con los gemelos.

Recordaba perfectamente aquel dia, una semana después de que la nombraran reina.

T/N caminaba por el mercado con su novio e hijos, cuando la vieja decidio aparecérseles de pronto. Al principio tenia sus dudas pero hasta que su novio la convenciera de hablar con la mayor, se tranquilizo. Josefina explico sus razones por su rebelión y para ser sinceros, la rebelde no la culpaba, asi que también le perdono. Tambien le explico la razon el porque miraba tan intensamente a los gemelos y es que resulta; que Eric God es sobrino de su difunto abuelo, asi que literalmente los pequeñines también son unos White.

- No importa lo que hagamos.. - afilo su mirada sobre su abuela al verla cargar a sus hijos; instinto materno, no la culpen. - Siempre sera nuestra abuela. - exhalo por su nariz mas calmada al ver que la mayor se acerco a sus dos nietas con los gemelos en brazos.

- Señoritas. - una voz conocida las interrumpio después de haberse aclarado la garganta.

Las princesas se voltearon, para ver a un Nova sonriente mientras su hijo se escondia detras de él.

- Nova. - sonrio la rebelde al ver al brujo.

- Ma'am. - asintió con respeto el mayor. Dirigio su atención hacia la princesa, tomando con cuidado su mano para besarla. - Princesa Patricia, es un gusto. - sonrio, dejando libre nuevamente la mano de la menor.

- El placer es mio, señor. - sonrio de manera educada, excusándose del lugar para dejar al castaño y su hermana hablar.

El brujo se aseguro que la joven de lentes ya no estaba cerca, para ver a la actual reina con cara de cansancio. - ¿Otra vez el Diablo haciendo a los demás felices? - hizo un leve puchero.

- ¿No puedo? - cuestiono mientras arqueaba una ceja.

Nova suspiro, reincorporando su postura. - Crei que buscarías tu propia felicidad. - comento, acomodando su traje mientras ambos se disponían a ver a los invitados divertirse.

- Y lo estoy haciendo. - respondio con una pequeña sonrisa, clavando su mirada sobre Terry quien conversaba con los hermanos Monarquiz.

Dandose cuenta de aquella mirada que la pequeña reina tenia en sus ojos, el brujo no pudo ocultar su enorme sonrisa mientras se le acercaba para susurrarle al oido. - ¿Y pa' cuando? - cuestiono de manera traviesa.

La reina lo miro, regalándole una sonrisa que asusto demasiado al pobre Dimitry. - Solo dame un par de horas. - dijo, tirando algo al aire que hizo reflejar los pocos rayos de sol sobre su superficie.

La Pequeña Rebelde Del Grandchester (G. Terry x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora