Cap 15; Una Amistad Florece y los Juegos Comienzan

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- ¿Debería? - cuestionó retadoramente el joven levantándose mientras la menor lo miraba divertida.

- Con tal que sepas cabalgar. - rio al ver la cara de ofendido que tenía puesta el joven.

- Para su información, yo era quien llevaba a mi madre en una carreta por el pueblo. - dijo orgulloso mientras se montó en el caballo quien se alteró, soltando un fuerte relinche.

- Quieto. - comando la menor acariciando al corcel, cuando el caballo se calmo vio la mano de Terry la cual ella tomo subiéndose en el caballo detrás de Terry, rodeando la cintura del joven con sus pequeños brazos para no caerse. - ¿Nos vamos? - cuestionó, dándole la señal al joven que ya estaba lista.

El joven asintió mientras que la menor le dio una leve palmada al caballo quien empezó a correr hacia el Esté, adentrándose en el bosque el peli-negro empezó a sentir la adrenalina por sus venas haciendo que el caballo corriera más rápido. Corriendo sobre un pequeño puente que estaba encima de un pequeño lago, el joven pudo sentir las pequeñas manos de la princesa soltar su cintura, volteando un poco la cabeza, vio a la princesa poner sus manos en el aire disfrutando de la brisa cuya le soltó el pelo (c/pelo) de la joven haciendo que el oji-zafiro sonriera.

Volviendo la vista al frente, el joven empezó a guiar al corcel.

Con los ojos cerrados, la joven pudo sentir que su caballo bajaba la velocidad poco a poco haciendo que ella abriera los ojos los cuáles se encontraron con oscuridad.

- ¿Dónde estamos? - pregunto, no con miedo si no alarmada.

- Confíe en mi, su majestad. - escucho la voz del peli-negro en su oído lo cual hizo un eco, provocando que luces azules aparecieran dandole a entender a la menor que estaba en una cueva. - De vez en cuando vengo aquí. - comento el joven, tomando a la princesa por la cintura y colocarla en el suelo. - No sé que son o que es lo que hace que la cueva se ilumine, pero es verdaderamente hermoso.

- Si que lo es. - la princesa asintió acercándose a una roca y pararse en ella. - Hasta tiene un río. - sonrió en un susurró que Terry pudo oír.

- Y en él, hay peces. - le informo, acercándose a ella.

Con aquella información, la joven se bajó de la roca acercándose a la orilla del río para verlo atentamente. - ¡Hasta brillan! - exclamó cuando vio un pez, haciendo al joven sonreír.

- Parece una niña chiquita. - pensó el joven mientras reía levemente.

Notando que el mayor se reía, la princesa fruño el ceño salpicandole unas cuantas gotas de agua. - ¿De que te ríes?

- De nada. - el jóven se acercó al río, salpicandole agua a la joven mientras él reía.

- Si serás... - con una sonrisa, la joven lo empujó adentro del río solo que no esperaba que Terry la jalara junto con él. Los dos tenían los ojos abiertos bajo el agua viéndose uno al otro mientras los peces nadaban alrededor de ellos, con una leve sonrisa la joven empezó a nadar hacia la superficie. - ¡Ah! - tomo aire cuando su cabeza estaba fuera del agua al igual que noto a Terry a su lado. - ¿Estás bien?

- Eso debería de yo preguntarle a usted. - respondió con una sonrisa, salpicandole nuevamente agua a la joven lo cual se convirtió en una guerrera de agua mientras Satanás, solo tomaba agua en una esquina.

~

En el comedor, todos los miembros de la familia real estaban comiendo la cena--excepto la rebelde, quien aún no había llegado haciendo que el rey se preocupara.

- ¿T/N no a vuelto? - pregunto nuevamente al guardia quién nego con su cabeza, haciendo que el mayor soltará un suspiro.

- Padre, ella estará bien. - trato de tranquilizarlo la rubia.

- Es cierto querido. - consoló Elisa, tomando la mano del mayor. - Ella vendrá, sana y salva. - aseguro la castaña con una sonrisa la cual el rey devolvió.

- ¿Que crees que trame? - susurró Patricia al oído de Neil.

- Eso me gustaría saber. - respondió de las misma manera, su mirada dirigiendose hacia Maritza quién tenía sus ojos clavados en la tres princesas. - Pero ustedes deberían de tener, más cuidado. - aconsejo ganándose un leve movimiento de cabeza de parte de la pelo corto.

En eso, se escuchó un fuerte relinche de caballo fuera del castillo mientras las puertas del comedor fueron abiertas dejando entrar a la pequeña rebelde que esperaban.

- ¿Pero que modales son esos, T/N? - reclamo Elisa levantándose de su silla.

- ¿Porque estás toda empapada, T/N? - cuestionó el rey, también levantándose.

Pero porsupuesto, la joven los ignoró a ambos caminando directamente hacia la señora Pony, dándole un dulce beso en la frente. - Su cena esta en sus apocentos, señorita. - informó la anciana.

- Muchas gracias señora Pony, pero no sé hubiera molestado. - comento la joven.

- Solo hago mi deber, jovencita. - respondió la mayor.

No queriendo discutir con la de mayor edad, volteo su mirada hacia la mesa viendo a Neil y sus hermanas mayores. - ¿Han visto a Tom? - pregunto.

- Debe de estar en sus apocentos. - informó Annie.

La menor asintió. - Maritza. - la peli-negra se paro firme. - Por favor ve y dile a Tom que lo quiero ver. - le dijo mientras la peli-negra solo asintió para luego ir a ejecutar su pedido.

Elisa vio como su mucama obedecía las órdenes de la menor, se supone que los sirvientes personales solo le obedecen a su amo y las órdenes del rey pero aquí estan, todos haciendole caso a esa mocosa que tanto odia.

- Las veo entre un rato. - sonrió la cuarta hija del rey, sus hermanas devolviendo la sonrisa mientras la joven se encamino a su cuarto.

- Hasta que llegas. - fue lo primero que escuchó al abrir la puerta. - ¿Qué te paso? - pregunto el vaquero, alzando una ceja.

- Nada. - respondió cortante mientras fue al baño para cambiarse, al salir vestida Tom volvió a hablar.

- Mañana habra una reunión con el duque, al igual que la competencia de talentos se acerca. - informo.

Tomando un sorbo de su café amargo, la joven preguntó. - ¿Cuál duque vendra?

- El Duque de Grandchester.

- El duque de Grandchester y Terrence Grandchester, ¿familiares? - pensó la joven, ya que Anthony le había comentado la situación del peli-negro y el rubio nunca mencionó que su padre fuera un duque. - ¿De que se trata la competencia? - pregunto mordiendo una pierna de pollo.

- Bueno.. - comenzó, rascándose la nuca algo nervioso. - Se trata de que varios hombres con diferentes talentos compitan.

- ¿Eso es todo? - pregunto decepcionada. - Creí que había algo interesante.

- Lo interesante, es el premio que el ganador recibe.

- ¿Y eso es?

El castaño se mordió el labio mientras cerraba los ojos y tomaba aire, sabiendo que las palabras que él está por decir el caos en el castillo. - El ganador, escoje a una de las princesas como esposa. - el silenció fue quien respondió haciendo que el castaño habriera los ojos.

- No me sorprende. - fue lo que dijo mientras la joven caminaba hacia la chimenea. - Que empiecen los juegos~

La Pequeña Rebelde Del Grandchester (G. Terry x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora