Cap 64;

4 0 0
                                    

Para la hora del almuerzo, T/N logro sacar a su padre del desastre de habitación que tenía para que asistiera a la mesa, anunciandole el compromiso de Patricia lo que hizo que el rey solicitará a los tres mosqueteros—con Terry hablaría en otro momento.

La presencia de los jóvenes no incómodo a Albert ya que él podía manejar la situación relajado pero está apunto de asesinar a Neil, si no deja de mirarle a cada segundo.

- ¿Saben? Creí que Candy sería la primera en casarse. - comento el mayor, sacando unas risas de los presentes. - Pero jamás me espere, ver a mi querida Patty con un hermoso anillo en el dedo. - sonrió contento.

- Bueno, creo que fue algo que nadie se lo espero. - se rascó la nuca el cuatro ojos.

- ¿No me digas que te sorprendió a ti mismo? - pregunto Candy con una mueca.

Él, negó con su cabeza. - Siempre lo tuve en mente, solo no sabía cómo proponérselo. - le sonrió a su prometida quién se sonrojó.

- ¡Deberíamos de llamar al pintor y decirle que haga un retrato! - sugirió Annie, ganándose la mirada molesta de su hermana menor lo cual hizo que se pusiera nerviosa. - ¿Después de la boda? - pregunto.

La (c/piel) nego con su cabeza. - Déjenme eso a mí. - dijo. - Ese será mi regalo de bodas para ustedes. - sonrió al ver que Patricia asentía vigorosamente.

- Oliver nos contó, que has estado trabajando en un cuadro nuevo. - comento con una sonrisa.

- ¿De que se trata? - chillo Candy con curiosidad.

La menor rio levemente. - Eso es confidencial. - dijo, viendo sus hermanas sacaba su labio inferior. - Pero el tema es amor. - anuncio, llamándole la atención a Neil y Albert mientras que su padre sonreia pícaramente.

- ¿Amor? - pregunto, mirando a su hija quien le devolvía la sonrisa.

- Me imagino que es una hermosura. - comento Anthony mientras consolaba a su novia malcriada.

- Sus cuadros no son solamente hermosos. - se metió Neil. - Son maravillosos, cuentan una historia diferente con un significado y diferentes sentimientos. - sonrió.

- ¿Podemos verlo? - pregunto Archie, su primo y hermano asintiendo.

- Claro. - su cuñada sonrió.

- Eso es injusto~ - se quejó Candy en el hombro de su novio.

- Los favoritos siempre obtienen más privilegios. - respondió el peli-lila con orgullo.

- Creí que yo era el favorito. - comento Albert ofendido.

- ¿No era yo? - alzó una ceja Neil, ya que él tiene más derecho que ellos.

La menor presenció una discusión, la cual efectivamente estalló, por lo cuál se levantó para irse. - Yo me voy. - anunció aún dudo que le escucharán.

- No me dejes aquí. - el rey suplico, siendo ignorado por su cuarta hija quien salió del comedor.

~

Al salir por la puerta, Eric apareció para entregarle unos papeles y caminar a su lado viendo como la enana, revisaba los documentos con cuidado. Todo estaba en orden, wl único problema era que el tema de los puertos aún seguían en pie por lo cuál soltó un suspiro.

- Dile a Oliver que preparare a los muchachos. - ordenó. - Que hoy iremos... - le sonrió al peli-azul. - A pagarles, una agradable visita a nuestros mercaderes extranjeros. - informo, haciendo que su tercer en comando negara su cabeza con una pequeña sonrisa.

Sosteniendo los papeles en las manos, ambos se dirigieron a la oficina de Miler ya que era el deber de ese imbécil,  actuar antes y con sabiduría.. ahora tenía que ella ir a lidiar con unos inútiles que se meten con la economía de su reino. De camino a la oficina del ingeniero, pasaron por los campos de trigo dónde al Terry notar a la menor le sonrió, gestó que ella devolvió acompañado con un leve movimiento de mano.

Continuando su camino, entraron en aquella oficina oscura para encontrarse a su dueño sentado cómodamente en uno de sus sofá mientras tomaba elegantemente, una taza de té.

- ¿Que quieres? - pregunto el mayor, aún concentrado en su bebida.

- Que te vayas a cambiar. - le ordenó, sentándose despreocupada q su lado. - Daremos una vuelta por el puerto. - informó, su atención centrándose nuevamente en aquellos papeles que tenía a mano.

El peli-rojo tomo un último sorbo de su té, soltando un suspiro para ver a la mocosa que tenía al lado. - ¿Te antojas, justamente cuando ¡estoy tomando el té!? - exclamó molestó, haciendo que Eric resoplara para no reír.

- Pues si no te apuras, no volverás a tomar tu querido té si no vamos al puerto a resolver el problema que hay. - la princesa le respondió sin verle, oyendo como el mayor gruñía entre dientes para luego irse a cambiar, dejando que Eric riera libremente.

La Pequeña Rebelde Del Grandchester (G. Terry x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora