El Sorprendente Spider-Deku

Especial 132: Epilogo: Una Nueva Vida

Narrador Izuku: Tras la derrota de Black Tarántula y Silver Sable, el Spider Squad pudo por fin estar tranquilo de saber, que Silver Sable ya no volvería a causar más daño bajo las órdenes de nadie más, sin embargo, no todo era felicidad, pues Black Tarántula había conseguido escapar, y posiblemente no sería la última vez que nos topemos cara a cara con él, pero la próxima vez, nos aseguraremos de que no tenga lugar a donde ir, ni donde esconderse. Pero lo mejor de todo, fue que gracias a la ayuda de Fumiko, y la confesión de Sable una vez arrestada y bajo custodia, conseguimos pruebas más que suficientes para comenzar una investigación de los negocios clandestinos de Kingpin fuera de prisión, lo cual por supuesto, llevo a desmantelar todas sus investigaciones y experimentos con Interespecies, arrestando a cada uno de los hombres implicados, logrando así, cortar los pocos fondos y recursos que le quedaban al antiguo rey del crimen. Por fin, Wilson Fisk, había perdido para siempre, y ya nunca volvería a causar daño desde prisión.

//Días después: En el Spider Nexus//

El día había llegado, hoy debían entregar a Fumiko Hanari devuelta a las autoridades, donde seria procesada y encarcelada nuevamente, a pesar de haber sido de gran ayuda, aun debía pagar por crímenes, cosa que Deku le pareció injusto, pues, aunque quisiera abogar por ella sabiendo que no era una villana, la realidad, era que seguía siendo una criminal y como héroe, debía hacer cumplir la ley.

Ochaco: Se que esto te parece injusto, pero no hay nada que podamos hacer. -Dijo con pesar- El profesor Aizawa fue muy claro, nos ordenó entregar a Fumiko a las autoridades. -Dijo seria-

Deku: Lo sé, pero sin su ayuda, no hubiéramos podido salvar a esa gente. -Dijo serio- ¿Acaso eso no vale nada? -Cuestiono-

Ochaco: Aizawa dijo que quizás eso reduzca su condena, pero eso no quita que cometió crímenes en el pasado, y aún debe pagar por ellos. –Dijo con pesar-

El arácnido suspiro con pesar, él sabía que ella había cambiado, lo podía ver en sus ojos, sus acciones al salvar a esa mujer y su hijo demostraban que, a pesar de todo, ella era realmente una buena persona, y por eso le dolía tener que ser el quien tuviera que escoltarla devuelta a la cárcel. Son pesar, el arácnido se dirigió a la zona de detención, donde la felina estuvo durante los últimos días, hasta que hubiesen decidido qué hacer con ella, pero al momento de ingresar a la celda, recibió una gran sorpresa...

Deku: Ya no está... -Dijo sorprendido-

Esas palabras alertaron a Ochaco, quien ingreso a la celda, la cual estaba completamente vacía, lo único que había dentro de la celda, era el traje de Black Cat que uso la felina, junto con un sobre de papel, el cual contenía una carta dirigida a Deku.

Ochaco: ¡Maldición! ¡¿Acaso estuvo esperando el momento adecuado para poder escapar?! -Dijo frustrada-

Deku: No. –Dijo serio- Si realmente podía haber escapado cuando quería, lo hubiera hecho desde el primer día en que fue traída a este lugar. -Dijo seriamente-

Ochaco: ¿Qué...? -Dijo sorprendida- Entonces... ¿Por qué se mantuvo dentro de esa celda durante todo este tiempo si podía haber escapado? -Dijo sin entender-

El arácnido tomo la carta que estaba junto al traje de la felina, abrió e sobre y comenzó a leer la carta:

"Querido Izuku, si estas leyendo esto, es posible que yo ya me haya fugado de la celda en donde me tenían retenida, te pido perdón, pero sabes muy bien que vivir enjaulada, es algo para lo que no estoy hecha"