Una Luna y Tres Cuartos de Sangre Sucia

87.- Belleza y Fuerza Divina.

En cuanto entran al automóvil Eugene no lo piensa, pisa el acelerador y al tener una buena distancia pone la maquina a volar a la velocidad del sonido. Tardan minutos en llegar, la mayoría de los lobos se han ido a dormir pues están de madrugada.

-Waaaaaaaa. -Se escucha por el silencioso valle el llanto de un bebé.

-Te dije que tiene hambre. -Comenta Eugene.

-Ya sé que tiene hambre. -Él reconoce el llanto de un cachorro hambriento.

-Voy por leche en polvo y mamilas. -Promete ir por la mejor fórmula que vendan los normies.

-En tus sueños voy a darle a mi cachorro polvo con agua. -No confía en esas cosas.

-¿Entonces de dónde piensas sacar leche?

-Pues... -Esperaba que el poder del amor le hiciera producir leche.

- "Eso no es tan facil." -Los ojos de Eugene se tornan neón – "Es un error en la programación del cerebro omega, no le pasa a todos."

-¿Puedes hacer que ese error se active en mi?

- "No suelo trastear mucho con los programas de mi hermana..." -Nunca se sabe donde pudo dejar alguna trampa que haga explotar la cabeza del pobre lobo al que le intente hacer algún cambio pero dado a que Kent ya es más suyo que de ella, se aventura haciendo que los tentáculos se enreden en su cuerpo.

-¡Escuche a un cachorro! -Enid y Sofía salieron de sus cabañas, sus parejas no las dejaron saltar de la cama hasta que se pusieron algo más abrigador que sus ligeras pijamas pero se despertaron al instante que lo escucharon.

-Eh,sorpresa... – Eugene que recuperó apenas su cuerpo sonríe un tanto nervioso mostrando un pequeño bulto cubierto por una sábana morada.

-Es... ¿un cachorro? -Aunque Sofía puede oler perfectamente la respuesta aún así pregunta incrédula de lo que está pasando.

-Damelo un segundo. –Kent toma a la pequeña en brazos y camina decidido hasta la morena que apenas va llegando a ver el borlote de los lobos

-... -Se queda en silencio cuando el rubio se pone de rodillas y levanta el pequeño bulto por arriba de su cabeza que ha agachado, Merlina mira a Victoria para que le explique lo que está pasando.

-Te está pidiendo que reconozcas a este cacharro como tuyo.

-¿Por qué debería? -Si él lo ha traído con Eugene, será de ellos.

-Eres la Gran Matriarca. –Le recuerda su esposa. -Todos los cachorros deben ser aceptados por ti... como de tu propiedad.

-Si tú lo vas a cuidar y procurar no me molesta que lo tengas. -Dice la morena colocando su mano en la cabeza de su amigo, pidiéndole en silencio que se levante. -Solo asegúrate de que no muerda mis zapatos.

-¡No es un perro! -Le chilla molesta a su esposa ante el chiste que hizo.

-Gracias,Bossu. -El rubio se pone de pie, con lágrimas en los ojos. –Muchas gracias.

-Eugene ¿de dónde sacaron a este cachorro? -Pregunta Victoria un tanto nerviosa.

-De un basurero a las afueras de un territorio del Sexto Clan. -Si no mal recuerda lo que dijo Kent.

-Eso está algo retirado de aquí. -Suspira aliviada.

-¿Cuál es el problema? -Merlina camina hacia la pelirroja.