94.- Papilla de Lobo.

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Esperando la siguiente masacre el Séptimo Clan se encuentra en el pasillo, su música estridente es la primera en sonar por lo que salen a la arena que ha quedado limpia en cuestión de minutos. Luego entra en escena fingiendo que todo está bien Endari Yadihd, con su cara cuadrada y cuerpo de fisiculturista que suda a mares, muestra inequívoca de que teme por su vida.

-¡En la esquina sur, con una victoria en su lista, la Gran Matriarca del Séptimo Clan Meeerliiiinaaaa Addaaaams!

-¿Tiene que alargar mi nombre? -Pregunta con fastidio la morena.

-Le da cierto toque dicho de ese modo. -Comenta Kent riendo.

-Es una ordinaries.

-Hablando de cosas mundanas ¿qué vamos a comer en el medio tiempo? -Pregunta Enid mientras van presentando a su rival con sus 29 omegas armados. -Yo sugiero sushi.

-¿Para qué sea todavía más fácil envenenarte? -Pregunta mirando a su esposa que ha comenzando a reírse.

-Yo digo que... -Kent iba a proponer un puesto de crepas pero es interrumpido por Merlina que ha comenzado a enlobar.

Como la vez anterior el alfa feral ruge con todas sus fuerzas dejando a los omegas paralizados, Endari ya se lo veía venir y corre hacia el frente para atacar a la morena quien lo empuja para quedar rodeada de los omegas de este para que les cueste trabajo apuntar sin lastimar al lobo de manto marrón.

-Nada personal. -Dice Enid cuando sus garras como dagas se escurren entre los chalecos.

-Metes garrita por el estomaguito...-Canta Kent para hacer ameno el momento a su pequeña. -Roja la sangre, rosas las tripas. -Dice al arrancar el intestino de un omega.

-Sigue moviéndote. –Ruthen coloca un cuerpo enfrente de su hermano para que las balas no le lleguen.

-Sí capitán mala cara. –El rubio se desplaza como un trueno, su velocidad, más el entrenamiento lo han vuelto una máquina de matar acelerada.

-Oh, eso debió doler. – Enid deja inconsciente al omega con el que peleaba y Kent evita que otro le dispare a la chica. -Sorry. –Levanta la mano ¿pero para qué peleamos si Merlina ya ganó?

A sus palabras el resto de omegas que estaban atentos a los rubios voltean hacia la izquierda donde el lobo de manto negro y ojos rojos le arranco la quijada a su alfa de una mordida. Cuando el pesado cuerpo marrón cae al suelo Merlina sigue acuchillandolo con sus garras, asegurándose de que está bien muerto.

-¿Gusta una toalla? -Ruthen casual se acerca para distraer al alfa oji rubí quien parece recordar algo.

-Gracias, Ruthen. – Quita con sus afiladas garras los dos colmillos superiores para colocarlos en la toalla.

-La victoria se la lleva el Séptimo Clan. –Grita Tony Tornado asombrado y asqueado de lo que acaba de ver en primera fila, en tanto los asistentes están eufóricos, en sus vidas habían conocido un alfa feral que se moviera de ese modo.

-Vuelvan a revisar esas armaduras. -Gruñe Enzo al encargado de la detección mágica.

-Gran Patriarca, se lo aseguro, es metalurgia avanzada, lo único mágico es su activador para que cambie de forma y densidad molecular, aparte de eso... -Que era algo increíble por sí solo. –No contienen maldiciones, ni algún hechizo que les dé poderes especiales.

-¿Me estás diciendo que ese lobo feral puede hacer picadillo a un alfa con la sangre más pura sin ayuda de la magia?

-Solo puedo asegurarle que las armaduras y sus cuerpos no generan más magia de la que un lobo promedio haría y se encuentra en los parámetros de nuestras reglas. -Las habilidades u entrenamiento del séptimo clan no se pueden medir con sus aparatos.

Una Luna y Tres Cuartos de Sangre SuciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora