Una Luna y Tres Cuartos de Sangre Sucia

Los Hermanos Sinclair

Existen una gran variedad de inadaptados, excluidos y gente que por alguna razón no cuadra en el mundo de los normies, algunos son tan evasivos y escasos que poco se tiene registrado sobre ellos, otros como los vampiros o los hombres lobo mantienen la mayor parte de su información dentro de sus clanes y sus usos o costumbres pueden cambiar drásticamente entre países o continentes.

Por eso si Merlina quiere información la va a tener que conseguir ella misma a la vieja usanza... espiando y acosando. Ha reutilizado su pizarrón para descubrir al Hyde que tiene escondido en la cabaña de las abejas con las fotos de los hermanos Sinclair incluida Enid, debajo de éstas, pequeños apuntes de cada personaje y sus conexiones marcadas con hilos de diferentes colores.

-interesante -una voz saca a la pelinegra de sus pensamientos frente al pizarrón

-te creí todavía en clases Eugene. -comenta colocando un nuevo hilo

-He estado haciendo ejercicio, ya corro más rápido y puedo llegar aquí sin toparme con ningún bully -sonríe victorioso dejando caer su mochila, el moreno de pelo chino se acerca al pizarrón para mirarlo con detalle – te falto escribir que el hermano mayor es insufrible

-¿De qué lo conoces?

-los vestidores -comenta en tanto va por su traje blanco -a veces cuándo su grupo termina las clases de acondicionamiento físico mi clase comienza, por eso tenemos unos 10 min en los que el tipo aterroriza a los mas chaparritos, nos mete en los lockers, nos golpea con toallas húmedas o se burla de nuestros cuerpos.

-Clasico Chad -escribe en una nota debajo de la foto.

-Sí, de los peores -hace una pequeña mueca -no sé como unos tipos así pueden tener una hermana tan linda y amable.

-Lo de amable a medias -Enid decide a quién le ofrece su amabilidad o su desprecio.

-Bueno es más agradable que cualquiera de eso 4 te lo aseguro.

-... tengo mis dudas... -recordando al más pequeño de los hermanos.

Así comenzó la ojinegra a utilizar algunos de sus tiempos muertos para ir investigando a cada hermano, fortalezas, debilidades, gustos, costumbres, señas particulares, comportamientos solos y acompañados, llegando a llenar una libreta completa con todos sus datos.

Fredd Sinclair: Hombre lobo Alfa de 1.98cm de altura, ojos azules, cabellera castaño ocre en rulos hasta los hombros. En ultimo grado de la Academia, tiene 25 años y 4meses. Complexión atlética y musculosa. Su piel es blanca y libre de marcas o cicatrices (aburrido) al parecer se cuida mucho la piel, en especial la cara (no lo dice pero todas las cremas se las ha copiado o robado a Enid) en su habitación se encontraron varias cremas faciales y protectores solares. Su voz es gruesa y arrogante, impaciente. Lo único que respeta es la fuerza. Sus calificaciones se encuentran en la media. Es fácil de irritar, tolerancia baja a los imprevistos, caprichoso. Coquetea solo con las chicas lobo, en general no habla con nadie que no sea un hombre lobo, le gusta molestar a gente que sabe no puede contestarle... seguramente tiene el pito pequeño.

Thod Sinclair: Hombre lobo Omega de 1.88cm de altura, ojos azules, cabellera castaño ocre en rulos debajo de las orejas, ligeramente mas claro su tono de cabello al de Fredd. En el penúltimo año de la Academia, tiene 24 años y 7meses, tiene un gemelo. Complexión delgada, tiene menor tono muscular que Fredd. Su piel es blanca pero tiene acné, al parecer lo odia y usa muchas más cremas que Fredd y Enid juntos. Vanidoso, de los 5 el que más se observa en los espejos y los reflejos de la academia. Es la sombra de Fredd, el único que se ríe de todos sus malos chistes, funge de secuaz para Fedd y le sigue en su abuso sistemático a los más débiles. Su voz es grave pero habla poco, solo cuando Fredd le pregunta algo o los profesores le hablan. Sus calificaciones se encuentran por arriba del promedio, le gusta leer libros de autosuperación (asco) No tiene independencia mental, está siempre pendiente a lo que quiere o necesita Fredd. Apenas y cruza monosílabos con otros hombres lobo, no habla con nadie más, le gusta ver las estrellas en el techo de su dormitorio.