¿Donde están?

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Cuándo la puerta se cierra y el alfa se baja los pantalones, Kenth traga saliva bastante nervioso por lo que va a pasar, se queda quieto esperando a que él se acerque tratando de aguantar la respiración para no oler sus feromonas.

-Qué esperas, tomalo con delicadeza. -Le ordena el chico caminando tranquilo hacia el rubio quien toma con la mano izquierda la parte privada del alfa para con la derecha acertarle un piquete con una jeringa en el muslo -¿Qué? -en pocos segundos se desvanece y Kenth con la poca fuerza que tiene evita que caiga al suelo y alerte a los monitores.

-Muy bien... en dónde mierdas tienes tu teléfono -se dirige hacia una mesa y con cuidado va esculcando cada cajón hasta que -¡Bingo!

Toma un teléfono con señal, por suerte usa huella digital para desbloquearlo y lo lleva a la mano del chico inconsciente, rápido ingresa un número que por suerte se sabe de memoria, manda su geolocalizacion, un parco "ayuda", luego borra la conversación bloquea el número, pasa por la ropa del alfa el teléfono para borrar lo mas que se pueda su olor y deja el aparato donde lo encontró. Checa que todo este en su lugar y lleva al albino a la cama como si estuviera sentado y el se queda arrodillado esperando que el pequeño sedante que hizo con pastillas, hierbas y poco veneno de rata que se encontró tirado termine su efecto.

-.... -el chico se levanta desorientado.

-¿Mi hamburguesa? - pregunta Kenth como si no hubiera pasado nada extraño, haciendo como si se limpiara la comisura de los labios.

-... largate de aquí -le dice de mal modo y el rubio fingiendo sentirse decepcionado baja la cabeza y sale del lugar, lleva el corazón a tope pero parece que ha funcionado su estratagema,juntarse con Merlina sí que le sirvió de mucho.

Al día siguiente en la tarde, en otra cabaña el líder de los monitores tiene que aleccionar al omega dominante, Enid se ha negado todas las veces que le han dicho "Arrodillate ante el alfa" cómo consecuencia le han dado palazos , reventado la boca, golpe en la espalda, golpe en el interior de las rodillas, entre dos alfas obligarla a bajar hasta el suelo pero la rubia nunca baja por voluntad propia, así que los monitores han hecho una apuesta sobre quien logrará domar a éste omega.

-Sabes, creo que en realidad eres un buen omega. -Comenta cerrando la puerta detrás de él.

En la minúscula cabaña no hay luz eléctrica, la única ventana es apenas de 10*10 cm se encuentra muy arriba y con barrotes. El lugar no cuenta con un baño, ni siquiera una silla o una cama, solo se encuentra Enid y su sangre adornando las paredes.

-Hice mi tarea y leí tu expediente. -le sonríe -Al parecer tienes un rollete con otra chica que no es un lobo en tu escuela, la directora cree que eso no es importante y que dándote de azotes la vas a olvidar pero si eso fuera así ya estarías como tu hermanito dando servicios por una hamburguesa jajajajaja.

-...- Ante el insulto la mirada de Enid cambia, sus ojos normalmente azules se han coloreado de dorado y brillan en la oscuridad.

-Esa mirada tan agresiva -se lame los labios -Ya sabes lo que dicen de los omegas dominantes ¿No? -de entre su ropa saca un bastón de acero retráctil -Si los domas son los más fieles y yo creo que tú le eres fiel a esa chica de tu escuela por eso no te inclinas ante ninguno de nosotros.

El collar que llevan los omegas es un supresor de poderes, mantiene sus voces apagadas, evita que puedan transformarse o sacar sus garras aparte de que les cansan, es como cargar una piedra de 100 kilos en el cuello, moverte resulta difícil, pero eso no evita que la rubia este a la defensiva, como alguna vez le dijo Dedos: "Las peleas no solo se ganan con fuerza bruta, la mejor victoria es en la que no se batalla". No tiene la fuerza para patear a ese patán pero aún puede hablar.

Una Luna y Tres Cuartos de Sangre SuciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora