Extra Navideño pero no tiene que ver con la navidad.

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Chicos de Nevermore!!! quería darles algo de Navidad así que tome este extra que tengo en Patreon para compartirlo con ustedes, esta cortito pero bonito, espero que les ayude a pasar las fiestas aburridas, o con gente que no pidieron como familia pero no les queda de otra mas que aguantar, con suerte este capitulo y en general la historia les pueda entretener y sacar una sonrisa porque bueno... es lo que siempre busco al escribir, soy algo así como una escritora payasa homosexual de las montañas jajajajaja. Nos vemos y felices fiestas. 

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Estuve pensando (no mucho) donde enclavar esta parte de la historia pero ya que solo es cumplir le la fantasía a Enid y a Fershhh el pecesito beta pues solo les diré que sucede en algún momento después de que el séptimo clan este establecido en su territorio y las chicas tienen alrededor de los 25 años. Sera un evento que si sucede dentro del universo de Una Luna pero que no tenga repercusiones en la historia ni tampoco entre dentro de la cronología que llevamos desarrollando... es porno jajajaja no necesita tener tantas bases. Disfruten su lectura.



Merlina es un estratega prodigiosa, a su corta edad sabe elegir perfectamente los trabajos que acepta y rechaza por igual, no se deja llevar por la cantidad de dinero ofrecida o lo que le dicen los contratistas, ella hace un estudio previo sobre cada trabajo aunado a un balance de sus personal para tomar su decisión.

Bajo este régimen logra mantener una taza de 100% de efectividad en el trabajo, cada miembro del séptimo clan es un instrumento musical y la gran matriarca los conjuga dependiendo de las necesidades particulares de cada concierto... aunque claro no siempre consigue el sonido con la mejor armonía.

-Casi nos matan por tu culpa -farfulla una rubia que escucha las balas cruzar por arriba de su cabeza

-eso lo debería decir yo -la castaña rompe parte de su vestido para moverse con soltura.

-cállense y sigan corriendo -gruñe Merlina que no se encuentra nada bien.

El trabajo en teoría sonaba sencillo, presentarse a aun bar clandestino manejado por una mafia normie y ayudados por brujos oscuros para conseguir un "articulo mágico" que tenían colgado en la parte trasera de la barra para regresar lo a sus legítimos dueños.

Merlina pensó en llevar a las dos chicas mas guapas de su clan para que distrajeran a los presentes dándole la abertura para tomar el artefacto, apagar las luces y salir todos del lugar, el problema llego con los concursos de bebida.

Sofía siguiendo su carácter serio se negaba a beber alcohol y Enid retaba a cualquiera de los presentes a ganarle en la competencia, después de que las dos chicas tuvieron una pequeña pelea que entretuvo a los mafiosos Merlina tiene que intervenir antes de que su esposa beba algo peligroso e intercepta el trago llevándolo a sus labios sin dejar una gota. De un inicio no se noto que esto afectara a la morena pero si levanto las sospechas de los hombres eliminando el sigilo de la operación.

A base de golpes, balazos y empujones los lobos llegar a la barra, tomar lo que necesitan y salen corriendo como almas que lleva el diablo.

Con altibajos y uno que otro balazo rosando sus cabezas las chicas se las arreglaron para perder a los guardias que les seguían el paso hasta llegar al mustang que estacionaron varios kilómetros lejos del lugar. A mitad de la huida a Merlina le subió la fiebre y comenzó a caminar como si estuviera borracha, su esposa la llevo en brazos desde este punto hasta sentarla en el asiento trasero del automovil.

-Te toca conducir. -La ojiazul le lanza las llaves a la cara del la castaña que molesta toma el puesto de conductor.

-¿No irás adelante? -Le pregunta cuándo la rubia se coloca a lado de su esposa.

-Voy a intentar bajarle la fiebre. -Con el dorso de su mano siente la frente de la ojinegro, está ardiendo aparte del sudor... sudor que expide un olor que conoce muy bien.

De momento el lobo intenta no pensar en eso y comienza a romper el traje sastre de dos piezas que lleva la morena para ayudarle a que se atempere, en el camino el olor a carbón y romero se intensifica, poniéndose peor cuando Enid llega a los pantalones y ve un gran bulto como tienda de campaña.

-¿Te sientes bien? -Le pregunta con duda en su voz. -Siempre dices que soportas cualquier tipo de veneno pero...

-Este no era un veneno cualquiera. -Dice la morena con la respiración entrecortada. –Dime ¿cómo se ven mis ojos?

-Por el caos... -La rubia traga saliva. -Son como los de Eugene aquella vez. –Recuerda cuando eran adolescentes y fue con su hermano a salvar al brujo. -Tus pupilas parecen corazones.

-Maldición. -Lleva una mano a la corbata que todavía tiene puesta para aflojar el nudo. -Era lujuria líquida. -Tenía sus sospechas por el ligero regusto a cerezas que le dejó el trago de alcohol pero tenian la esperanza que fuera solo cianuro endulzado.

-¿Se le pasará rápido ? -Pregunta Sofía que va a unos 150 km/h la velocidad la maxima que ella puede generar con su potencial mágico.

-... No... -Los afrodisíacos de gama alta se fabrican con estabilizadores que ralentizan la absorción de los componentes por el hígado, le llevará un rato tener la cabeza clara.

"Que bendición." piensa Enid acercando su cara al cuello de la morena, embriagándose con sus feromonas.

-Enid, compórtate. -Susurra la bruja.

Con su fuerza toma por la corbata a la morena para jalarle hasta sus labios, ejerce presión con su lengua exigiendo que le dejen entrar a la boca de la otra quien termina accediendo, se besa hasta quedarse sin aire.

-No puedo, yo también bebí el veneno. -Dice la rubia lamiendo sus labios mientras sus ojos se tornan en un brillante dorado.

-¡Hey, quietas ahí atrás! -Pide la castaña.

-No, tú mantén el auto en movimiento y la vista al frente. -Gruñe la rubia mientras va desnudando a su pareja.

-Claro que...

-Es una orden. -Sisea, cruzando miradas a través del retrovisor. -No voltees y quédate en silencio.

Enid al ser la pareja de la Gran Matriarca tiene una autoridad superior sobre todo omega del clan, lo que en teoría se traduce en que puede darle órdenes a la castaña y esta las tiene que acatar. Sofía también lo sabe y con molestia aprieta el cuero del volante... sin decir nada más.

-¿En dónde me quedé? -Enid se mueve para quedar sentada sobre su esposa quien tiene más dificultad para contener sus instintos.

-¿Te gusta verdad? -Pregunta con cierta burla la morena clavando sus ojos, en los dorados. -Lo estás disfrutando. -El utilizar su posición para obligar a Sofía a quedarse quieta y escucharles.

-Yo disfruto cualquier momento que paso contigo. -Lleva sus brazos a los hombros de la morena y se acerca para seguir los besos.

Con el roce de sus cuerpos, el olor de sus feromonas y mas los besos Merlina pierde la batalla contra la lujuria, su pene sigue aprisionado en el pantalón, la rubia con su fuerza le niega el acceso a la cremallera.

-Vamos, solo tienes que decirlo. -Enid roza con sus colmillos la marca de la morena en tanto le susurra en su odio. -Dilo...

-Yo.... -Su mente está hecha un lío. -No... -El corazón se le va a escapar por la boca de lo excitada que está. -Suplico.

-Si así lo quieres. -Baja su cara a la altura de sus pechos y muerde uno de los pezones, provocando que la morena de un brinco. -Seguiré jugando por aquí.

-Enid, en cuanto se me baje el afrodisíaco voy... -El dedo índice de la rubia se posa en sus labios.

-Shhh, shhh, no me hables de mañana.

El tiempo sigue, ni en sus sueños más locos Sofía creyó que escucharía a su Gran Matriarca gemir, su voz por lo general monótona, grave y sobria se quiebra y tiembla con cada beso y caricia que le proporciona la rubia, entiende que esta conoce el cuerpo de su esposa a todo detalle y sabe que y cuando tocar en el momento correcto.

-Enid... por favor... -Se estaba volviendo loca, de un modo que dejó de ser placentero por lo que toma la cara de la rubia entre sus manos, alejándola de su vientre donde estaba mordiéndole. -Quiero cojerte duro.

-¿Qué más quieres hacerme, Merlina? -Le pregunta mientras lleva las manos de la morena, de su cara a sus nalgas.

-Quiero romper tu estúpido vestido verde limón que me quema las retinas.

-Hazlo. -Ante el permiso, las manos suben a la zona del cierre, ejercen presión y las costuras ceden.

-Quiero que brinques y grites de placer sobre mi. -Gruñe llevando su boca hasta el cuello de la rubia quien suelta un fuerte gemido cuando es mordida.

-Todavía no.

-Aggggg. -Con molestía piensa volver a morder ahora con más fuerza pero el lobo se mueve.

-No hemos hablado de lo que yo quiero.

En lo que las dos siguen jugando al gato y al ratón, Sofía sigue asombrada, la mente de Enid es fuerte, ella con esta cantidad de feromonas y la mordida de Victoria se hubiera puesto en cuatro inmediatamente pero la rubia le sigue negando a su alfa el poseerla.

-Enid, por favor. -Vuelve a decir en un susurro apenas audible entre su respiración entrecortada. -Quiero entrar en ti.

-¿Qué tanto? -Pregunta con una voz cantarina en tanto su mano derecha roza el pantalón donde siente humedad arriba del bulto.

-Demasiado. -Aprovecha la pequeña distracción de la rubia y rompe su pantalón.

Para evitar distracciones la castaña baja el retrovisor acomodándolo para que no de hacia la cara de su alfa... lo que no esperaba es hacer este movimiento en el instante exacto donde un gigantesco pene rojo carmín se levantó de entre los retazos de tela. ¡Era enorme! Más grueso que el de su esposa y ligeramente más grande, ahora se pregunta cómo es que un alfa tan pequeño tenía tal monstruo guardado entre las piernas.

-No voy a esperar más. -Gruñe molesta la morena tomando por la cintura a la rubia, Sofía piensa que ahora su gran matriarca no va a detenerse pero...

-Bien,bien. -Enid sonríe y vuelve a darle un beso a su esposa. -Puedes hacerlo, termina de quitarme la ropa.

Merlina espero a tener el consentimiento de su pareja y ahora ayuda a Enid a desvestirse, esto le rompe algunos paradigmas a la castaña, quien comienza a sentir también estragos a causa de oler tantas feromonas de alfa. Jamás lo dirá en voz alta pero el fuerte olor a carbón y romero... le gusta.

Con cuidado el lobo se levanta un poco y con la diestra toma el miembro de su esposa para guiarlo a su entrada bajando lentamente sobre él.

-Ah, Merlina... -La rubia tiembla un poco y se sostiene de la parte trasera de los asientos hasta que el pene está completamente dentro de ella.

-¿Te duele? -Se acerca a su oreja y suelta la misma pregunta que le ha hecho por tantos años.

-Sí. -Contesta la otra a sabiendas de lo que viene.

-Perfecto.

El mustang se balancea un poco con la fuerza que ocupan las dos chicas del asiento trasero, Sofía puede escuchar cómo chocan sus caderas y resbalan por la cantidad de humedad que se encuentra entre sus genitales. Enid toma de nuevo a su alfa por la corbata y le obliga a moverse al ritmo que ella desea, por su parte aprieta con el interior de sus músculos alrededor del miembro a sabiendas que esto, y el cambiar de ritmo derrite a la morena.

-Si eyaculas antes de que llegue a mi orgasmo te voy a castigar. -Dice el lobo mordiendo el labio inferior de su amante hasta hacerlo sangrar.

-¿Y qué me darás si hago lo que me pides? -Pregunta lamiendo sus labios.

-Te dejaré complacerme el resto del día. -Sonríe altanera. -No pararemos hasta que tus ojos dejen de tener esos hermosos corazones. -Ahora entiende porque en su momento Kent no pudo detenerse, el ver y oler a Merlina presa de la lujuria líquida era adictivo, no quería parar.

-Eres un omega muy exigente. -Gruñe llevando sus manos a los muslos de la rubia, acomodandola mejor en el asiento sin parar las embestidas. -Pero cumpliré tus deseos.

-Y tú eres un alfa diligente, siempre terminas tu trabajo ah... -En la posición que la ha colocado su clítoris tiene mayor contacto con la piel morena. –Ah Merlina... no pares...

En unos minutos la espalda de Enid se curva hacia atrás como un látigo, tres embestidas después seguidas de un gruñido, Merlina también consigue un orgasmo quedando abotonada y firmemente sujetada de su pareja.

-Esta es la mejor parte. -Enid cierra los ojos y se muerde los labios, sintiéndose extasiada por las sensaciones que recorren su cuerpo, mayormente el calor.

Dentro de ella, si pone atención siente un líquido caliente que se expande por dentro de su vientre, seguido de la presión del nudo que palpita al ritmo de su corazón haciéndole vibrar de emoción. El alfa no deja de moverse pero ahora va más lento, mueve su cadera dando pequeños golpecitos que siguen inundando de placer a su pareja.

"Dilo... quiero que Sofía te escuche." piensa la rubia mientras se encuentra recostada en el pecho de su pareja.

"No." se niega a decir algo tan íntimo frente a otro ser vivo que no sea su esposa.

"Di que solo harías esto conmigo." Exige mordiendo la marca que dejó en el cuello moreno.

"¿Acaso no es una obviedad?" Sus acciones lo han dejado más que claro, a su parecer.

Pasados unos 10 minutos el nudo se desinfla lo suficiente para que la rubia se pueda separar, tiene pensado volver a tentar a su pareja hasta obligarla a decir en voz alta lo que ella desea pero la bruja se anticipa a sus movimientos.

-Ahora va la mía. -Dice la ojinegro y pone la cara de la rubia dando con la mejilla al frío vidrio del automóvil.

-Oye eso no es jus... ah... espera, aún estoy sensible.

Merlina no le escucha, de una vuelve a meter su miembro que sigue erecto dentro de ella, le abre las piernas y la deja en una posición incómoda adrede, evitando que encuentre un punto de apoyo y pueda darse la vuelta.

Enid apenas puede colocar las manos en el vidrio para mantener un poco el equilibrio mientras la morena entra y sale con fuerza, ahora siente como sus fluidos mezclados escurren hacia las vestiduras del automóvil por el interior de sus muslos y con tal intensidad vuelven a quedar abotonadas.

Al separarse la oji dorado nota la frustración de su pareja al no conseguir que su excitación baje, para ayudarle se coloca entre sus piernas y comienza a lamer la extensión del miembro, nota un sabor diferente, probablemente a causa de haber estado dentro de ella... le gusta.

-Enid... ah... maldición... más... metelo todo... -Con la ansiedad a flor de piel clava las garras en el asiento rompiendo el cuero, usando todo su autocontrol para no empujar la cabeza de la rubia y mover sus caderas.

Pero mientras hace eso nota tenuemente, casi como los trazos de un recuerdo al viento el olor de lavanda y libros, se le había olvidado que en todo este tiempo Sofía había estado conduciendo, realmente el afrodisíaco le afectó y sus feromonas le estaban pasando factura a la castaña que le da la espalda.

-Sofía... -la morena se levanta del asiento y se acerca a la cara de ojiverde aspirando con fuerza la lavanda con libros -¿disfrutando el espectáculo? -Su mente esta nublada, el pensar que tiene a otro omega con el que puede esta causando cosquillas en la cabeza y estira la mano con la intención de tocar a la castaña.

"¿A dónde estás mirando?" -Pregunta molesta la rubia levantándose de su lugar para acomodar a la morena, en el movimiento la mano de Merlina se estira y termina por jalar y mover el retrovisor en tal angulo que la castaña puede mirar a travez de este todo lo que sucede atrás. La rubia se vuelve a sentarse sobre ella, para evitar que pueda clavar su negra mirada en alguien más que no sea ella.

-Sofi... -La ojidorado le besa con fuerza, no quiere que diga el nombre de otro omega mientras están juntas.

Se acomoda sobre el miembro erecto para subir y bajar con fuerza, con sus brazos aprisiona a la morena y se acerca a su lado para morderle la oreja haciendo que olvide otra vez que la castaña esta en el automóvil. Todo esto lo observa Sofía desde el retrovisor, tiene que usar todo su autocontrol para evitar liberar mas feromonas pero es difícil, lo que ve por el espejo mas lo que escucha y en especial lo que huele es difícil de ignorar.

Siguieron así por unas horas, en algún punto el pene de Merlina cedió pero no así sus ganas de tener sexo, sin ese apéndice, aún contaba con manos y lengua para mantener gimiendo de placer a la rubia hasta que llegan al territorio del Séptimo Clan, donde Sofía lleva el automóvil al garaje.

-Servidas. -Con los ojos cerrados da una reverencia que Enid mira de reojo, noto como la castaña se éxito oliendolas y escuchando sus voces pero se mantuvo en su papel y no volteo ni por un segundo hacia ellas. Ahora se retira de la zona y les deja continuar con sus actividades bajo el cobijo de las estrellas.

Sofía se fue caminando muy molesta y excitada hasta su hogar que no se encuentra muy lejos de la casa principal. De mal humor se quita su ropa para guardarla en una bolsa de plástico que tira a la basura y desnuda se va al baño de las visitas donde se da una ducha con agua fría y bastante jabón hasta que no puede oler el carbón y romero en su piel... pero eso no evita que siga escuchando en su cabeza los gemidos de la Gran Matriarca, le ronda en la cabeza ese falo gigantesco que se erguía con orgullo, el como Enid lo mantuvo dentro de ella sin ningún inconveniente y con total naturalidad, y la fuerza con la que los cuerpos chocaban a un ritmo acelerado.

-Buenas noches, ¿Cómo estuvo el trabajo? -Pregunta Victoria, despertando al escuchar a su esposa abrir la puerta de la habitación.

-Terrible. -Entra desnuda y mojada de pies a cabeza, detalle a la pelirroja le extraña.

-¿Qué pasó? -Pregunta, levantándose un poco de la cama pero la castaña le empuja para que su espalda se quede en el colchón.

-Enid... me molestó todo el camino de regreso. -Necesita sacarse esos pensamientos de la cabeza y besa con fuerza a su esposa, liberando por fin todas su feromonas. –Victoria, quiero que me hagas otro cachorro. -Dice con voz autoritaria.

-Bue... bueno. -Sonríe nerviosa, era muy raro ver a su esposa siendo tan asertiva pero... le gusta.

Enid y Merlina no se detuvieron hasta que el sol se estaba asomando por el horizonte, de no ser por su condición física les hubiera dado un paro cardíaco. Merlina quien apenas y terminó de procesar el veneno de la lujuria líquida se desmayó cayendo agotada entre los brazos de su esposa y esta la llevo en brazos de regreso a la mansión donde se quedaron dormidas hasta el medio día.

-Me duele la ciatica – Comenta el lobo cuando se levanta para preparle algo de comer a su esposa, tiene que caminar un poco chueco hasta la cocina.

COMENTARIOS DE LA AUTORA:

La noche que pasaron Victoria y Sofía la contare en otro extra, este se los dejo hasta este punto. Espero lo disfrutaran.

Nos vemos.

Una Luna y Tres Cuartos de Sangre SuciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora