DICCIONARIO ANTIOQUEÑO (Léelo antes de empezar)
* Pasitico: Suave - en voz baja / Cagao: Hacerse en los pantalones - tener diarrea - mucho miedo / Tragado: Enamorado
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A la casa cural entró dando las diez de la mañana en el reloj de la iglesia, y el único ruido presente fue el run, run de la nevera. Por no mencionar que en el segundo piso maulló Figgaro, a pesar de que ella no creía que fuese un saludo para ella.
Los padres a estas alturas ya debían haber cocinado su desayuno sin ayuda, cansados de esperarla. Pero es que la rectora la había retrasado tanto con la conversación, que ahora se hallaba cogida de la tarde hasta para hacer el almuerzo. Descargó la bolsa en el mesón y se puso manos a la obra para preparar un pollo y cocinar un consomé. Más tarde asearía el segundo piso.
Tras salir de la oficina con corazón e hígado en la boca por los interrogatorios de la monja, y el temor de que en la próxima conversación ella le averiguara por el padre de sus hijos; se dirigió despacio a la tienda de la señora Graciela por unas verduras. Medio esperando que fueran más amables que las veces anteriores, sin ánimo de aguantar chismes de la dueña. Pero lastimosamente eso no había pasado, y Paulina terminó agarrada con Doña Graciela por uno que otro chisme. Ya que según murmullos del pueblo, estaba fichada como la mujer que dormía con los padres, y ella no quiso quedarse callada. Solo consiguió marcharse con la compra cuando Zulma que también compraba algunas cosas, la defendió.
FLASHBACK:
—Casquisuelta metida en la casa cural, y bien bruta sin saber leer—se burló la mujer, mientras ella dejaba los productos en el mesón para pagar.
—Ni analfabeta ni casquisuelta. Haga el favor de respetar. Que ya estoy aprendiendo a leer y escribir. Y con lo segundo, no opine de lo que no sabe. Soy la empleada pero no tengo nada con ninguno.
—Eso quién sabe. Joven y bonita, peligroso para dos hombres solos.
Varios clientes la miraron también con mala cizaña en el rostro. Doña Graciela solo cruzada de brazos.
—Muy aprovechada si sería, meterse con ellos.
Pao calló. Porque no importaba que dijera, con esa mujer tenía las de perder.
—¿Por qué?—dijo una voz a sus espaldas y vio llegar a Zulma con una canasta—¿le da miedo que se los roben, Doña Graciela? ¿Qué pierda su oportunidad de acostarse con ellos primero?
—¡Respete, niña!—Zulma le puso la mano en el hombro a Paulina, y ella se sintió respaldada.
—Puedo decirle lo mismo. Porque desde que ella llegó a la caja, solo oigo comentarios groseros.
—Solo digo la verdad. Ella se lo busca por estar detrás de los padres.
—¿Así como usted se busca que su marido la engañe con cuánta aparecida resulte, por lo avejentada que ya está? Porque eso pasa pero no se lo comentan aquí.
Los demás compradores rieron, mientras la mujer miraba de malas formas al dueño de la tienda.
—Cuide sus palabras, señorita—le dijo él.
—Y usted a su esposa y las mentiras que dice. O la que le cuente a todos que lo vi con una mujer en mi restaurante seré yo—Zulma la miró a ella, y de vuelta a la dueña—despache a Paulina que tiene que irse rapidito, pa' que después me despache a mí. No tenemos todo el día.
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ENTRE LA CRUZ Y EL CORAZÓN (COMPLETA)
RomanceNoche. Oscura y silenciosa noche. Sin saber si con el favor de ese Dios que ella no conoce, o guiada por el diablo... Paulina se ha valido de ella para huir de su casita de campo en Belmira, Antioquia con sus dos pequeños de seis y diez años, lejos...