Cap 80 Lo siento

6K 417 0
                                    

POV de Madeline

Finalmente logré calmarme un poco.
Dimitri seguía besando cada parte de mi cuerpo que podía alcanzar. No paraba de decirme lo mucho que me quería. En sus brazos me sentía como flotando en las nubes y no quería irme nunca.
Dimitri me levantó la cabeza, me acarició la mejilla y apretó sus cálidos labios contra los míos.
—Tu padre quiere verte, princesa—, me dijo cuando dejó de besarme. —Está fuera de nuestro dormitorio—.
Tragué saliva y miré hacia la puerta.
—Escúchalo, amor, por favor—, dijo Dimitri mientras me acomodaba un mechón de pelo detrás de la oreja. —Está muy alterado—.
Volví a mirar a Dimitri y asentí. Me dio otro suave beso en los labios y en el cuello. Me levanté y respiré hondo.
Vi cómo Dimitri se dirigía a la puerta de nuestro dormitorio y la abría. Mike se paseaba frente a nuestra habitación. Tenía el pelo revuelto y parecía que había estado llorando. Me miró en cuanto Dimitri se apartó.
—Oh, mi niña—, exclamó Mike mientras se apresuraba a entrar. Me abrazó con fuerza y sollozó.
—Lo siento mucho, mi pequeña—, murmuró entre sollozos. —Lo siento mucho por todo.
Le devolví el abrazo y miré a Dimitri por encima del hombro. Me sonreía y el corazón me dio un vuelco.
—Recibirá su castigo, cariño—, continuó Mike. —Te lo prometo. Yo mismo la castigaré—.
Le di unas palmaditas en la espalda.
—Está bien, Mike—, le dije, tratando de consolarlo un poco. —No puede volver a hacerme daño—.
Mike levantó la cabeza y me miró. Me acarició la mejilla y negó con la cabeza.
—No está bien—, dijo, con la voz quebrada. —Nada está bien, mi niña. Nada de lo que has tenido que pasar por mi culpa está bien. Enarqué las cejas y Mike volvió a sollozar.
—Si no os hubiera dejado a ti y a tu madre, ella no habría podido hacerte daño—, dijo Mike, acariciándome de nuevo la mejilla. —Lo siento mucho, cariño. Lo siento mucho. Todo es culpa mía—.Volvió a estrecharme entre sus brazos y me abrazó con fuerza.
Miré a Dimitri y se me apretó el corazón.
—Conocí a Dimitri gracias a ti—, dije, sin dejar de mirar a mi compañero. —Si no me hubiera mudado aquí, nunca lo habría conocido. Sólo puedo agradecértelo a ti—.
Mike volvió a mirarme y negó con la cabeza.
—Habrías encontrado el camino hacia él incluso sin mí—, dijo, con la voz temblorosa. —Eres tan fuerte y tan increíble y yo no tuve nada que ver con eso. Todo ha sido cosa tuya y de tu madre—.
Me dio un beso en la frente y volvió a sollozar.
—Sólo puedo avergonzarme de las cosas que hice—, dijo en voz baja. —Sólo puedo avergonzarme de mis actos—.
Suspiré y me aparté de él. Cogí su mano entre las mías y tiré de él hacia el sofá que había al otro lado del dormitorio de Dimitri y mío.
Le hice sentarse y me senté a su lado, manteniendo su mano en la mía todo el tiempo.
—Cometiste errores, pero lo que pasó con Janet no fue culpa tuya-,le dije y él me miró. —Fue sólo de ella. Ella decidió hacerlo, no tú—.
Respiré hondo y lo solté lentamente.
—Estaba destinado a que yo viniera a su manada—, continué. - Janet probablemente haría lo mismo sin importar quién me trajera aquí.
Mike tragó saliva y me acarició la mejilla.
—Dijo que lo hizo porque te pareces a tu madre, cariño—, murmuró Mike en voz baja. —Si yo no fuera su compañero, ella nunca.....
Mike dejó de hablar y sacudió la cabeza.
Le apreté la mano con más fuerza y le dediqué una pequeña sonrisa.
—No fue culpa tuya, Mike—, le dije. —No te estoy culpando por lo que ella hizo-. Mike volvió a abrazarme. Me frotó la espalda y me besó la sien.

—Me culpo a mí mismo—, murmuró. —Debería haber visto las señales. Debería haberme dado cuenta de que pasaba algo—.
Miré a Dimitri y tragué saliva. No quería que oyera esas cosas. Era su madre, pasara lo que pasara.
Dimitri se acercó a nosotros y se sentó a mi lado. Me rodeó la cintura con el brazo y me atrajo hacia él. Mike me soltó y se secó las mejillas.
—Los dos deberíamos haber visto las señales—, dijo Dimitri. —Yo también me culpo, Mike. Debería haberme dado cuenta de que abusaban de mi compañera. Debería haberlo visto antes. Debería haber cuestionado mucho.
—Dimitri...—, hablé, pero me interrumpió.
—Los dos la hemos cagado, Mike—, continuó Dimitri, ignorándome por completo. —Pero no sirve de nada llorar por eso. Tenemos que asegurarnos de que nadie vuelva a hacerle daño. Tenemos que cambiar para mejor, no llorar por lo que debería haber sido-. Mike sonrió un poco. Se notaba que estaba muy orgulloso de Dimitri.
—Tienes razón—, dijo Mike, extendiendo la mano y cogiendo la de Dimitri entre las suyas. -Tenemos que asegurarnos de que nadie vuelva a hacerle daño—.
Dimitri asintió y apretó más fuerte la mano de Mike.
—Estoy jodidamente feliz de que seas el compañero de mi hija, continuó Mike. -Eres un hombre increíble y estoy muy orgulloso de ti—. Sonreí y apoyé la cabeza en el hombro de Dimitri. Estaba tan feliz de que él también fuera mi pareja. No podría haber pedido uno mejor.
—Por favor, no seas tan estúpido como yo, Dimitri—, dijo Mike. -No lastimes a mi pequeña.
El brazo de Dimitri a mi alrededor se tensó.
—Nunca, Mike—, dijo. —La quiero más que a nada en este mundo. Nunca le haré daño. Preferiría morir—.
Mi corazón se apretó dolorosamente sólo de pensar en que se había ido. Era una parte de mí y no quería existir sin él.
Dimitri se volvió hacia mí y me besó en la frente.
-Te quiero. Lo vinculé mentalmente.
-Yo también te quiero, mi princesa. Dijo suavemente y no pude evitar sonreír.
Nunca quise que nada cambiara y esperaba que nunca lo hiciera.

Mi hermanastro es mi mate Donde viven las historias. Descúbrelo ahora