Cap 64 Las voces

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POV de Madeline

Las voces volvieron con toda su fuerza en cuanto Dimitri salió de la habitación.
Se me aceleró el corazón y me esforcé por ignorarlas. Sentía que la cabeza me iba a estallar y sólo quería que Dimitri volviera. Todo era mejor cuando él estaba aquí.
Pero no podía alejarlo de su manada. Era un Alfa. Tenía un trabajo.
No podía estar conmigo todo el tiempo.
—¿Maddie?— Beta Will me llamó y lo miré.
Se sentó a mi lado y me dedicó una pequeña sonrisa.
—¿Estás bien?—, me preguntó y yo asenti.
—Estoy bien—, dije. —Sólo estoy un poco cansada-.
Pero no mentía. Estaba cansada. Estaba agotada. Y escuchar todas esas voces dentro de mi cabeza lo estaba empeorando.
Quería a Dimitri. Quería que me rodeara con sus brazos. Quería cerrar los ojos y dormir.
—¿Puedes oírlos de nuevo?— preguntó preocupado Beta Will.
Me tragué el nudo que tenía en la garganta y asentí con la cabeza.
—Es más fácil cuando Dimitri está aquí, ¿verdad?—, preguntó mientras una pequeña sonrisa se dibujaba en su rostro.
Volví a asentir y su sonrisa aumentó.
—No puedo explicarte lo feliz que me hace que por fin te tenga-, dijo Beta Will. —Ha sido tan duro verle tener que pasar por toda esa mierda en los últimos nueve meses. Quería que te lo dijera antes, pero se negó. Quería que lo vivieras todo—.
Mi corazón se apretó dolorosamente y miré hacia mi regazo.
Si me hubiera dicho que era su pareja antes de cumplir los dieciocho, probablemente habría huido. Me daba vergüenza admitirlo, pero era la verdad. Quería dejar la manada desde que llegué. Si me hubiera enterado de que iba a estar atada a este lugar para siempre, me habría ido antes de tener la oportunidad de experimentar el vínculo.
No estaba segura de poder dejarlo ahora.

Empecé a quererle. Le amaba. Lo amaba con cada parte de mi corazón y de mi alma. Le pertenecía. Quería sentir su cuerpo contra el mío. Quería estar rodeada de su olor. Quería estar cerca de él.
No, ya no podía dejarlo.
—Sé que es un shock, Maddie, pero no estás sola—, volvió a hablar Beta Will y levanté la vista hacia él. —Tienes a Dimitri. Es un hombre increíble y va a ser un compañero increíble. Ya lo es—. Sonrió y yo asenti. Realmente era un compañero increíble. Ya había hecho mucho por mí.
—También me tienes a mí—, continuó Will Beta. —Es mi deber como Beta mantenerte a salvo. Eres mi Luna y tenemos nuestro propio vínculo que no puedo ni quiero romper. La necesidad y el deber de protegerte están escritos en mi sangre.
Sonrió y tomó mi mano entre las suyas.
—Pero también quiero estar aquí como amigo, Maddie, no sólo como protector—, añadió suavemente. —Sé que acabamos de conocernos y que te llevará un tiempo relajarte a mi lado, pero quiero ser tu amigo de verdad. Quiero estar aquí para ti y ayudarte en todo. Quiero hacerlo por ti y por Dimitri-. Sentí lágrimas en las comisuras de los ojos.

—Gracias—, dije, intentando tragarme el nudo que tenía en la garganta. —Estoy segura de que seremos grandes amigos—.
Primero tenía que encontrar la manera de relajarme un poco. Tenía que encontrar la manera de dejar de sentirme tan culpable.
Necesitaba encontrar una manera de permitirme creer que realmente era la pareja de Dimitri y la Luna de esta manada.
Pero era surrealista. Todo parecía un sueño. Planeaba abandonar la manada hace tan sólo unas horas y ahora formaba parte de ella.
—No puedo evitar pensar que estás un poco insegura acerca de todo, Maddie—, dijo Beta Will después de unos momentos de silencio.
Suspiré y le hice un pequeño gesto con la cabeza.
—Me cuesta creerlo—, dije con sinceridad. —Siento que voy a despertarme y darme cuenta de que estuve soñando todo el tiempo—.
Beta Will sonrió y sacudió la cabeza.
—No es un sueño—, dijo. —Sé que lo parece, sobre todo con lo rápido que va todo, pero no es un sueño, Mads—.
Respiré hondo y solté el aire lentamente.
—Sólo espero ser una buena Luna—, murmuré en voz baja. -Espero ser digna de Dimitri-.
Beta Will me apretó la mano y me sonrió.
—Serás una Luna increíble—, dijo. —Ya eres digna de Dimitri. Él debería preocuparse por ser digno de ti—.
Beta Will me guiñó un ojo y yo me reí un poco.
—No te preocupes tanto, Mads—, continuó Beta Will. —Ese hombre está perdidamente enamorado de ti y lo ha estado durante los últimos nueve meses. Luchó tanto por ti incluso antes de que supieras quién era para ti. Está claro que cree que eres más que digna de él-.El corazón me dio un vuelco y me entraron ganas de llorar.
Necesitaba hablar con él. Necesitaba disculparme por cómo me había comportado después de descubrir que era mi pareja. Le hice mucho daño y él no había hecho más que quererme y cuidarme.
De repente, las voces de mi cabeza se hicieron más fuertes. Gemí y me llevé la mano a la frente.
—Dimitri está de camino—, dijo preocupado. —Llegará en unos minutos—.Le miré y enarqué las cejas.
—¿Y la recepción?— le pregunté.
—Tú eres más importante que eso, Maddie-dijo. -Adenmás, la manada no le necesita para comer y divertirse. Sólo dará un breve discurso, les dará las gracias a todos por venir y volverá—.Asentí y sentí que una oleada de alivio me inundaba.
—¿Es malo?— pregunto Willi en voz baja.
Enarqué las cejas y suspiré.
—Es más ruidoso-, dije y él asintió.
—Está bien—, dijo en voz baja—Solo unos minutos más y estará aquí—-
Miré hacia la puerta y tragué saliva. Me moría de ganas de volver a verle. No podía esperar a estar en sus brazos otra vez.

Mi hermanastro es mi mate Donde viven las historias. Descúbrelo ahora