POV de Dimitri
Prácticamente corrí hacia el centro de entrenamiento. No veía la hora de tener a Maddie en mis brazos. Necesitaba pasar tiempo con ella antes de volver al trabajo. Estaba demasiado cabreado para ser productivo. Necesitaba relajarme. Necesitaba enterrarme en mi compañera y olvidar cada puta cosa que ese hombre quería hacerle.
Yo era el único que podía hacerlo. Yo era el único que podía follarla. Yo era el único que alguna vez sabría lo increíble que se sentía su coño envuelto alrededor de mi polla. Yo era el único que sabría lo increíble que sonaba cuando llegaba al orgasmo.
Sólo yo. Sólo yo.
Tanto Skol como yo estábamos al límite. Ambos necesitabamos abrazarla. Él seguía intentando convencerme de que le dejara salir, pero yo no iba a hacerlo. No iba a quedarme de brazos cruzados y dejar que él llegara a ella primero.
Joder, no. Yo era el que iba a cogerla antes que él.
'Estás siendo un capullo, me gruñó Skol. No puedo coger a Skye. Al menos podrías dejarme coger a Maddie.
Lo haré—, le respondí. Pero tendrás que esperar tu puto turno.
No estaba de humor para discutir con él. Estaba a punto de estallar y su actitud sólo empeoraba las cosas.
Abrí la puerta de un tirón y entré.
Casi me muevo en el sitio cuando vi a Seth hablando con Mike y Will.
¿Qué coño hacía él aquí? ¿Hablaba con ella? ¿La había tocado? Me volvería loco si encontrara rastros de su olor en ella.
Cálmate. Will me vinculó mentalmente. No hizo nada. Sólo hablaron. Lo manejé.
Gruñi. No quería que hablara con ella. No lo quería cerca de ella.
Miré a mi alrededor y vi a mi compañera hablando con Ellie al otro lado del pasillo. Empecé a caminar hacia ella inmediatamente. Podía sentir mis caninos alargándose. Estaba tan jodidamente enfadado.
Ellie me vio primero. Suspiró al ver el estado en que me encontraba. Sentía que me empezaba a salir pelo en los brazos.
Me costaba contener a Skol. Maddie estaba de espaldas a mí y no me vio venir. Debería haberme oído, pero estaba concentrada en Ellie. Le estaba hablando de algo, pero no me importaba de qué.
Dimitri... Ellie intentó conectarme mentalmente, pero la bloqueé de inmediato.
No quería hablar con ella. Sólo quería a Maddie. Necesitaba llevarla a casa y necesitaba entrar en ella. La necesitaba como necesitaba aire para respirar.
Agarré a Maddie en cuanto estuve lo suficientemente cerca. Gritó sorprendida cuando le di la vuelta y me la eché al hombro.
—Dimitri...—, habló, pero la interrumpí con un gruñido.
Me di la vuelta y empecé a caminar hacia atrás.
¿Qué ha pasado? Me ha vinculado mentalmente. ¿Puedes bajarme?
Joder, no.
No. Respondí. Te voy a llevar a nuestra habitación. Necesito follarte.
Maddie se contoneó en mis brazos y un segundo después pude oler su excitación. La verdad es que no ayudaba una mierda.—Dimitri...-, empezó a hablar Mike, pero yo también lo interrumpí con un gruñido.
No podía entender por qué insistían en hablar conmigo. No estaba de humor para hablar.
Mantuve los ojos fijos en la puerta. Sabía que me volvería loco si miraba a Seth. Sabía que estaba mirando a mi compañera y no necesitaba la confirmación. No necesitaba echar más leña al fuego que ya ardía en mi interior.
Empecé a correr en cuanto salí. Agarré con fuerza a Maddie y giré la cabeza para hundir la nariz en su culo perfecto. Ella chilló sorprendida, pero yo sólo la sujeté con más fuerza para impedir que se moviera. Respiré hondo, dejando que el aroma de su excitación calmara mi ira.
—Joder—, murmuré. —¿Dejarás que tu Rey se folle ese coño mojado?—
Maddie gimió y pude oírla jadear. Metí la mano bajo su vestido y la arrastré por su muslo hasta llegar a su culito perfecto. Lo apreté y ella gimió de nuevo.
Miraba a mi alrededor, asegurándome de que nadie viera lo que hacía ni oyera sus gemidos. Sólo yo podía ver su cuerpo perfecto. Sus gemidos eran sólo míos para oírlos.
Por suerte, ya estábamos delante del almacén y no tendría que esperar mucho hasta estar dentro de ella. Entré y corrí escaleras arriba, ignorando todo y a todos a mi alrededor.
Irrumpí por la puerta de nuestro dormitorio y la cerré de golpe.
Arrojé a Maddie sobre la cama y ella empezó a subirse el vestido y a quitarse las bragas inmediatamente. Sabía lo que necesitaba y me lo iba a dar.
Normalmente pasaría un poco más de tiempo asegurándome de que estaba lista para mí, pero realmente no quería hacerlo ahora.
Ya estaba lo suficientemente mojada y necesitaba meterme dentro de ella.
Me quité el cinturón y prácticamente arranqué los pantalones de mi cuerpo. Maddie abrió las piernas y yo me tumbé sobre ella, colocando mi dolorosamente dura polla en su entrada. Empujé dentro de ella y los dos gruñimos al mismo tiempo.
—Mía, gruñí mientras empezaba a meterla y sacarla.
La rodeé con los brazos y hundí la nariz en su cuello.
—Mío, mío, mío, mío—, repetía después de cada embestida.
Maddie gemía y movía las caderas al ritmo de mis embestidas.
Todo mi cuerpo zumbaba con una mezcla de rabia y placer. Seguí lamiendo y chupando el cuello de Maddie, tratando de introducir en mi boca la mayor cantidad posible de su sabor. —Dimitri—, gritó mientras se corría sobre mi polla.
Vi las putas estrellas cuando empezó a apretarse a mi alrededor y no pude contenerme más.
Gruñi fuerte mientras me corría. Exploté y mi visión se ennegreció.
No podía parar de gruñir y de follármela. Mi polla ya estaba dolorosamente sensible, pero seguí. No podía parar. No quería parar.
—Mia—, gruñí mientras enredaba los dedos en su pelo y la apretaba contra mí.
—Tuya—, dijo en voz baja, rodeándome con los brazos y las piernas. —Sólo tuya-.
Me empujó más adentro y mis ojos se pusieron en blanco.
Era mía. Sólo mía.
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Mi hermanastro es mi mate
Werewolf-Yo, Madeline Clark, rechazo...-, empecé a hablar, pero Alfa Dimitri me detuvo tapándome la boca con la mano. Me acercó más a él y gruñó. - ¿Qué demonios estás haciendo? -, gritó. -No voy a dejar que hagas esto, Maddie. Te he esperado durante meses...