VI

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Natanael Cano

Caminé hacia la sala intentando no mostrar mi mal humor, no había dormido nada, y eso siempre me ponía de mal genio. Quería llegar, hacer mi parte del trabajo, y salir de ahí. Sin embargo, al entrar me detuve en seco.

Estaban Gabito y Camila sentados en el sillón riéndose. Ella, al verme, paró su risa y pude notar la incomodidad en su rostro.

- Montana - saludó Gabito con un movimiento con la cabeza. Le regresé el gesto caminando hacia el otro sillón - ¿te quedaste dormido o qué pedo?

- Algo así - murmuré encogiéndome de hombros.

Me dejé caer en el sillón y, por un segundo me quedé en silencio, observando a ambos. Siguieron sumidos en su conversación y enfocados en la laptop de Camila, como si yo no estuviera ahí y eso solo me hizo enojar más.

Toca cagar el palo
😁

- ¿No me vas a saludar? - le pregunté a Camila.

- Tú fuiste el que llegó, tú deberías de saludar - respondió seca sin apartar la mirada de la pantalla.

Pinche morra mamona
Me ganó 😾

Gabito carcajeó al escucharla, para después mirarme burlón.

- Que grosero, Cano - me molestó con una ceja alzada.

Le saqué el dedo medio en respuesta y el me mandó un beso haciéndome reír involuntariamente.

Pinche Gabriel
Estaba enojado, cabrón
😤😤

- Oye, pa' - habló Gabito estirándose en el sillón - en la noche la Cami y yo vamos a ir a jugar pádel, ¿fuga o qué?

- ¿Vas a ir a jugar pádel con Camila? - pregunté haciendo una mueca.

- Pues si, wey, eso dije - respondió obvio.

Noté de reojo cómo Camila lo miraba, claramente no esperaba que yo estuviera incluido en su plan.

- Simón, fuga - dije encogiéndome de hombros.

Camila, por su parte, no dijo nada, pero su expresión de incomodidad me hizo sentir aún más tenso y satisfecho a la vez.

- No te importa, ¿verdad? - hablé con una sonrisa burlona, dirigiéndome a Camila.

- Me da igual - murmuró encogiéndose de hombros, sin mirarme.

Su indiferencia solo me irritó más.

- A ver si así se llevan mejor porque están cabrones, la neta - dijo Gabito con una sonrisa burlona, mirando de reojo a Camila y luego a mí.

- No creo que pase - susurró ella, con su atención aún en la laptop.

Gabito soltó una risa, como si no le importara mucho la tensión que flotaba en el aire.

- No me llevo con morras tan mamonas - respondí fingiendo indiferencia.

Mi amigo volvió a reír, esta vez más fuerte, disfrutando de la incomodidad entre nosotros.

- Mucho drama por hoy - dijo levantándose del sillón - los dejo solos pa' que se peleen a gusto.

Camila por fin levantó la mirada para verlo suplicante, pero el se despidió con palabras rápidas y agradeciéndole por ayudarlo.

- ¿No tienes nada que decir? - pregunté mientras la miraba cerrar su laptop.

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⏰ Última actualización: 21 hours ago ⏰

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Estrellas | Natanael Cano  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora