Natanael Cano- Ahorita vengo - dijo Gabito haciendo el ademán de levantarse del sillón - voy por Camila.
- Espera, yo voy - hablé deteniendo sus movimientos.
Se dejó caer de nuevo en el sillón, mirándome extrañado.
- ¿Tú?
- Simón, igual ahorita iba ir a saludarla.
Su ceño se frunció aún más y se quedó mirándome, esperando una explicación.
- ¿Qué, wey? - pregunté con un tono despreocupado.
- ¿Ya se llevan bien otra vez?
- Simón - respondí sonriente - todo bien.
- ¿Te dijo que si? - insistió, arqueando una ceja mientras me miraba con una mezcla de curiosidad y sorpresa.
No pude evitar sonreír más amplio, inclinándome un poco hacia atrás en el sillón.
- Si, pa'.
Gabito dejó escapar una risa corta, negando con la cabeza mientras me miraba incrédulo.
- No seas mamón, ¿en serio?
- Que si, wey - dije con calma.
- Verga... - murmuró aún extrañado - no pensé que te fuera a decir que sí.
- Pero si lo hizo - dije levantándome del sillón - voy por ella.
El asintió y salí de ahí en dirección a la oficina de Camila. Golpeé suavemente la puerta dos veces y la abrí sin esperar respuesta.
- ¿Interrumpo? - pregunté mientras asomaba la cabeza, sonriendo.
Camila levantó la vista de los papeles que tenía frente a ella y al verme, sus ojos se entrecerraron un poco, como siempre hacia cuando no estaba segura de mis intenciones.
- No, Nata, ¿qué pasa?
Entré por completo, cerrando la puerta detrás de mí, y me apoyé en el marco con los brazos cruzados.
- Vine a saludarte - respondí con tranquilidad - ¿no puedo?
Se quedó en silencio, aún mirándome mientras me acercaba a ella y tomaba su rostro entre mis manos plantándole un beso.
- Hola, mi amor - murmuré sobre sus labios al separarnos.
Ella me miró con los ojos ligeramente entrecerrados, tratando de mantener su fachada seria, pero se terminó formando una pequeña sonrisa en su rostro.
- No sé cómo sigues entrando como si esto fuera tu oficina - dijo con un tono de falsa molestia mientras intentaba apartarse un poco.
La solté, pero no dejé de mirarla con una sonrisa.
- Porque sé que me dejas hacerlo, Cami.
Rodó los ojos, regresando la atención a los papales en su escritorio, aunque sus mejillas ligeramente sonrojadas la delataban.
- ¿Qué necesitas, Nata? Tengo trabajo.
Me apoyé en su escritorio mientras la mirada con calma.
- Ya te dije, vine a saludarte - respondí encogiéndome de hombros - y el Gabo me dijo que te necesitaba para algo, vine por ti.
Ella asintió tomando su iPad y levantándose de la silla. Me enderecé para comenzar a avanzar con ella.
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Estrellas | Natanael Cano
FanfictionBebecita, dime qué pasó Si cometí un error Y es que no puedo vivir sin tu calor Y ya no quiero ser el mismo que era yo - 🌟 - Bebecita, ¿qué pasó? ¿Qué ya se te olvidaron las cosas que pasamos? Pero yo me he aferrado - 🌟 - Es que yo sin ti No sé...