Camila HastingsAbrí los ojos lentamente, encontrándome con Natanael a mi lado, observándome con una suave sonrisa en sus labios.
- Buenos días, Cami - susurró inclinándose para dejar un beso en mi frente.
- Hola, amor - respondí en voz baja - ¿cuánto tiempo llevas despierto?
- Lo suficiente para saber que tienes más de treinta pequitas.
- ¿Tantas? - pregunté fingiendo sorpresa.
El asintió, apartando unos mechones de mi rostro.
- Mis favoritas son las de tu nariz.
- No sabía que tenías favoritas - dije sintiendo el calor subir a mis mejillas.
- Tengo muchas cosas favoritas de ti - respondió, inclinándose ligeramente para rozar mi nariz con la suya - pero las pequitas... esas me matan.
Solté una risa suave, incapaz de ocultar lo cómoda que me hacía sentir su atención.
- Es bueno saberlo - susurré acurrucándome en su pecho.
- ¿Te vas a dormir otra vez? - preguntó acariciando mi espalda.
- No es mala idea.
- Tienes el sueño pesadito, eh, tengo rato queriendo despertarte - me molestó arropándome de nuevo - te pareces al perezoso de los CT.
Reí levemente, subiendo la cabeza para mirarlo con una ceja alzada.
- ¿Me parezco al animal de tu logo?
- Es que duermes igualito, Millie - respondió riendo por lo bajo - pero no te preocupes, tú eres más bonita.
- Gracias... supongo - dije extrañada, sin saber si tomarlo cómo halago o como qué.
- De nada, mi amor - contestó con una sonrisa traviesa apretándome más contra el - no sabes lo rico que dormí contigo... ya no te voy a dejar irte a tú casa.
- ¿Ah, no? - pregunté, arqueando una ceja mientras lo miraba con fingida seriedad.
- No, mija - respondió con toda la seguridad del mundo, dejando un beso en mi frente - ya vi que contigo duermo mejor, así que es por mi bien... y por el tuyo también.
Solté una risa suave, apoyándome en su pecho para verlo.
- Pero voy a extrañar a Ollie, siempre duermo con el.
- Te lo traes - dijo con tranquilidad, como si fuera lo más lógico del mundo.
- Su casa es allá, Nat - murmuré, no queriendo dejarme llevar mucho por sus palabras.
- Le pongo su propio cuarto, es lo verga - contestó sin dudar - pero aquí se quedan los dos.
Reí negando con la cabeza, sin hacerle mucho caso a sus palabras, aunque provocaron demasiadas sensaciones en mi.
- ¿Te puedo hacer una pregunta? - habló rompiendo el silencio cómodo que se había formado.
- Mande, Nat.
Tardó un momento en volver a hablar, logrando ponerme nerviosa.
- ¿Qué pasa, amor?
El suspiró, comenzando a jugar con mi cabello.

ESTÁS LEYENDO
Estrellas | Natanael Cano
FanfictionBebecita, dime qué pasó Si cometí un error Y es que no puedo vivir sin tu calor Y ya no quiero ser el mismo que era yo - 🌟 - Bebecita, ¿qué pasó? ¿Qué ya se te olvidaron las cosas que pasamos? Pero yo me he aferrado - 🌟 - Es que yo sin ti No sé...