Camila Hastings- Entonces, ¿qué querías decirme? - hablé acariciando a Papito, que estaba en mi regazo.
El se quedó un momento en silencio y eso solo hizo que mis ansias crecieran. Desde que pasó por mí a mi casa ha estado raro, inquieto o tal vez nervioso.
- Nata - insistí suavemente, esperando que me mirara.
Finalmente levantó la vista y soltó un suspiro pesado.
- No quiero que te enojes - dijo al fin, pero el tono de su voz solo encendió una alarma en mi cabeza.
- ¿Por qué me enojaría? - pregunté, aunque no estaba segura de querer saber la respuesta.
El se pasó una mano por el cabello, como si estuviera buscando las palabras correctas.
- Mira, Cami, yo... estoy muy bien contigo. Me gusta estar contigo, muchísimo. Pero... - se detuvo y me observó, como si evaluara mi reacción.
- ¿Pero qué, Natanael? - insistí, y mi voz sonó más seria de lo que esperaba.
Suspiró de nuevo y desvió la mirada por un momento.
- Tu... sabes cómo es mi vida, ¿no? - habló en voz baja, volviendo a mirarme con una inseguridad que rara vez le veía.
Fruncí el ceño, sin entender del todo hacia dónde quería llegar.
- ¿Tú vida?
Natanael se inclinó un poco hacia delante, apoyando los codos en las rodillas y frotándose las manos.
- Si, Cami - murmuró - mi estilo de vida.
Mis dedos dejaron de moverse sobre Papito. Sus palabras no solo me confundían, sino que empezaban a generar una punzada de incomodidad en el pecho.
- No te entiendo.
Se enderezó de nuevo, mirándome con atención. Relamió sus labios antes de responder.
- No puedo darte algo... - comenzó, su voz sonando cada vez más insegura - no puedo darte algo formal.
Dijo QUÉ?
Sus palabras se sintieron como un balde de agua fría. Lo miré en silencio, tratando de procesar lo que acababa de decir.
- ¿A qué te refieres con "algo formal"? - pregunté finalmente, mi voz más baja de lo que pretendía.
Natanael soltó un suspiro pesado y volvió a frotarse las manos.
- Algo exclusivo.
Parpadeé, aturdida, como si no hubiera escuchado bien, pero si lo hice, fuerte y claro. Esas dos palabras se repitieron en mi cabeza más de lo que quisiera admitir.
Chingas a tu madre
A qué hora me dice que es una de sus bromas?Negué con la cabeza, riendo sin ganas, aún incrédula.
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Estrellas | Natanael Cano
FanfictionBebecita, dime qué pasó Si cometí un error Y es que no puedo vivir sin tu calor Y ya no quiero ser el mismo que era yo - 🌟 - Bebecita, ¿qué pasó? ¿Qué ya se te olvidaron las cosas que pasamos? Pero yo me he aferrado - 🌟 - Es que yo sin ti No sé...