El sol le dio directo en la cara haciéndolo despertar, un gemido escapó de su boca al revolverse y sentir el dolor de cabeza golpearlo, abrió los ojos lentamente, sin reconocer dónde estaba....
¡Pero los recuerdos no tardaron en aparecer!... La visita a aquél bar, haber estado en la sala de esa casa contemplando una soda, ¡el beso de Kakaroto!....
Se incorporó al sentir un movimiento a lado suyo, y se quedó inmóvil al contemplar al otro sayayin que dormía a su lado, ¡era verdad!... ¡Kakaroto y él habían estado juntos!...
Se levantó con cuidado tratando de no hacer ruido, tomó su ropa a toda prisa, recuperándola del suelo de la habitación y poniéndosela al mismo tiempo que se dirigía a la salida de esa casa, cerró con cuidado la puerta y se recargó en ella como si de repente lo hubiese asaltado un fuerte mareo, sólo ahí se permitió soltar un sonoro suspiro....
¡Había estado con Kakaroto!... y ¡le había encantado!...
Vegeta sintió un vuelco en su estómago... no supo identificar si era una sensación agradable o desagradable; entonces recordó los besos de Kakaroto, las caricias de Kakaroto, el placer que sintió su cuerpo al ser embestido por Kakaroto, y no le quedó duda alguna... ¡lo había disfrutado! ¡de verdad le había gustado! y... no se arrepentía de nada.
Contempló la orilla del río, y ese lugar en donde varias veces había encontrado a Kakaroto absorto en sus pensamientos, y con pasos lentos se encaminó en esa dirección y se dejó caer junto a la orilla.
Gokú se movió en la cama, estiró un brazo, y ¡se levantó como resorte al notar que se encontraba solo en la cama!
-¡¿Vegeta?!- preguntó sin encontrar respuesta.
Se levantó precipitadamente y se dirigió al baño...
-¿Vegeta?...-tampoco estaba ahí.
Se dirigió de nuevo a la habitación y se vistió con prisa, mientras las dudas se agolpaban en su mente...«¿se sintió mal Vegeta por lo que pasó y se fué?... ¿estaría enojado?... ¡quizá sólo fué a la cocina!... o tal vez estaba viendo televisión en la sala... ¡¡o quizá se haya ido a c.c. y no me quiera volver a ver!!» pensaba Gokú mientras lo buscaba por toda la casa, pero al no encontrarlo, pensó que tal vez su última suposición había sido la correcta...
Apesadumbrado abrió la puerta de su casa, pensando que lo más seguro era que Vegeta ya estuviera muy lejos de ahí, ¡su sorpresa fué grande cuando lo encontró sentado junto al río!
-¡Vegeta!... este... ehh... yo... mmm....- balbuceó sin saber bien que decir.
Vegeta lo contempló con atención tratando de entender lo que el otro sayayin quería decirle, pero cuando captó que Gokú en realidad no sabía que decirle, emitió un suspiro y decidió ayudarle...
-Si Kakaroto.... también es extraño para mí - le confesó.
Gokú no supo que contestar, se sentó a lado de Vegeta sin decir un palabra, y durante unos minutos el silencio se hizo presente, hasta que Gokú lo rompió abruptamente...
-Vegeta... ¿te arrepientes de lo que pasó?...
Vegeta no contestó de inmediato, de hecho, pareció meditar su respuesta unos segundos, y durante un instante Gokú se temió lo peor...
-¡Por supuesto que no Kakaroto! no soy un crío para arrepentirme al día siguiente de lo que hago...
Contestó Vegeta en un tono casi ofendido; a Gokú se le escapó un suspiro de alivio...
Sin embargo Vegeta se quedó pensativo, muchas preguntas pasaban por su cabeza, ¿qué pasaría ahora?... ¿le exigiría Kakaroto que dejara a Bulma?... porque... ¡el no estaba seguro de poder o querer hacer eso!... después de todo ella era una buena compañera...¡claro! tenía sus defectos, gritona, obstinada, terca, pero aún así... ¡digna madre de su hijo!... ¿y su hijo? ¿sería acaso que Kakaroto deseara que esta situación fuera del conocimiento de sus hijos?... en el planeta Vegita, seguramente le hubiera interesado muy poco quien demonios se enterara de esa relación, seguramente a falta de su padre el sería el rey, Bulma sólo lo gestante del príncipe Trunks, y él podría acostarse no sólo con Kakaroto, ¡sino con todo su ejército si eso le apeteciera!.... ¡pero no estaba en el planeta Vegita!...
Sin querer Vegeta exhaló un suspiro y contempló la insignia de c.c. grabada en la puerta de la casa cápsula...
Como adivinando sus pensamientos Gokú le dijo:
-Vegeta...- el tono era suave y tranquilo- no tienes que dejar a tu familia si no lo deseas... después de todo....¡el que se casó con una arpía fui yo y no tú!- finalizó Gokú en un tono de triste ironía.
Vegeta no pudo evitar sonreír ante la ingeniosa observación de Kakaroto.
- Gracias Kakaroto...- le agradeció dándole una sonrisa sincera - me gustaría darme un baño, ¿puedo usar tu ducha?...
- Adelante...
Gokú observó a Vegeta mientras se levantaba y entraba de nuevo en la casa, sonrió levemente, «¡esta vez lo hice bien!» pensó tranquilo....
Continuará