¡Algo andaba mal!
Y Vegeta se propuso descubrir que era ese algo...
Y, fué por esa razón, que esa noche en la que Vegeta escuchó las pisadas pasar frente a la puerta de su habitación, decidió ponerse de pie... y saber de una vez por todas, que era lo que inquietaba a Ráditz.
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- ¡Su-su majestad...¿qué hace aquí?...- balbuceó Ráditz aun sin sobreponerse del sobresalto.
Vegeta contempló un momento al sayayin que tenía enfrente...
¡Y es que lucía bastante cómico!...
vestido con unos largos shorts, una playera sin mangas, chanclas, una cara que transmitía pánico y un plato con pastel en la mano.Vegeta se encogió de hombros mientras se dirigía a la nevera...
-Verás, vivo aquí...- dijo mientras sacaba un litro de jugo del frigorífico - y tenía sed...
Ráditz, acostumbrado al irónico sentido del humor de su majestad, sonrió, sintiéndose más tranquilo.
- Y... supongo que yo tenía hambre... - murmuró mientras ponía el plato en la mesa y se arrimaba una silla para sentarse.
Vegeta decidió hacer lo mismo... durante un momento, ambos sayayines permanecieron en silencio... Ráditz cuchareando lentamente su pastel y el príncipe dándole pequeños sorbos al envase de jugo.
- Ráditz...- dijo de pronto Vegeta haciendo que el otro sayayin quitara la vista del plato y lo mirara atentamente.
-Yo... ehh...
¡Vegeta no supo cómo continuar!... ¿qué demonios iba a decir?... ¡¿alguna cursilería como... estoy muy preocupado por ti?!... ¿por qué estas triste Ráditz?
-¡¿Qué rayos te pasa?!...- fué lo que soltó sin pensar.
-¿Disculpe... majestad?...- dijo Ráditz con cara de completa incomprensión.
Vegeta dejó escapar el aire de sus pulmones y se llevó la mano al puente de su nariz mientras intentaba ordenar sus ideas...
¡¡¿ Por qué demonios hablar era tan difícil?!!... en otros tiempos, lo más seguro es que no le hubiera dado mucha importancia a lo que sea que pasara por la mente de Ráditz... ¡él tenía sus propios problemas con los cuales lidiar!... el mayor de todos... ¡mantenerse vivo!
Pero... ahora....¡demonios!... ¡no sabía explicar que había cambiado!