Vegeta colocó sus manos contra la pared, pues calculó que el frágil lavamanos no aguantaría las fuertes embestidas que le daba Kakaroto, dejó escapar un gemido cuándo sintió cómo era atrapado su miembro en un firme agarre y masturbado rápidamente, sin poder aguantar más se corrió abundantemente en la mano del otro sayayin, quien al sentir como su pene era tan estrechamente aprisionado por las paredes de Vegeta, se corrió enseguida....
-¡¡¡AAHHHH VEGETA!!!... ¡rayos!... ¡eso fue... -no pudo terminar, pues le faltó el aliento, y se dejó caer sobre la espalda del otro sayayin.
- Genial...- completó la frase Vegeta aún sujetándose con ambas manos de la pared y luchando por regular su respiración.
Gokú sonrió ampliamente, ¡sí!... Vegeta tenía razón, ¡eso fué genial!
-¿Y ahora... qué íbamos a hacer... ¡ah!... si... ¡ya recuerdo... ¿nos metemos a bañar verdad?... - le susurró Gokú a Vegeta.
Vegeta rodó los ojos fingiendo molestia, molestia que en realidad no sentía...
- ¡Parece que no me libraré de ti tan fácilmente! - dijo mientras se incorporaba del todo y Gokú salía de él suavemente.
- Es que... eres irresistible... - le dijo Gukú sonriente.
-¡Asshh!... cállate ya Kakaroto...
-¡Es la verdad!
Vegeta negó con la cabeza algo apenado, sintió que se sonrojaba y optó por entrar a la ducha rápidamente, Gokú sonrió divertido... y entró también.
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Vegeta volaba a baja velocidad de regreso a c.c. pensaba en Kakaroto sin poder evitarlo, o mejor dicho sin querer evitarlo, le había gustado la experiencia, eso no podía negarlo, pero aún así... ¡casi había tenido que salir huyendo de la casa de Kakaroto!... poniendo un pretexto estúpido, diciéndole que se sentía incómodo con la ropa del día anterior y que tenía que cambiarse... por un momento temió que Kakaroto insistiera en teletransportarlo, pero al parecer a veces Kakaroto podía tener algo de sentido común, pues no insistió, dándole algo de espacio, y sólo le hizo prometerle que volvería por la tarde.
Antes de irse, como ya se le había vuelto costumbre, con el pretexto de tomar una soda, hizo una rápida inspección de la nevera, haciéndose la anotación mental de que debía ser resurtida cuánto antes.
A medio camino de c.c. visualizó una plaza comercial, y sintiendo algo de calor, decidió bajar y tal vez comprar un helado.
Se encontraba sentado en una banca cerca de una jardinera de la plaza, ya por terminar su helado, mientras miraba apáticamente a las personas que pululaban en la plaza, ¡cuándo de repente la vió!... porque... ¿quién más podría peinarse con ese horrible chongo, tener tan mal gusto para vestir y andar con esa amargada cara con el ceño fruncido?
«¡La urraca!..» pensó molesto, ella acababa de salir de una tienda de vestidos, con una gran bolsa de papel con asas, la cuál cargaba cuidadosamente, un poco de tela roja asomaba de la bolsa.
Incómodo, Vegeta pensó que la retirada sería una buena opción, y se puso de pie dispuesto a largarse de ahí, pero al parecer fué un mal movimiento, porque ella volteó enseguida descubriendo su presencia, y para sorpresa de Vegeta, ¡Milk se encaminó hacia él con pasos firmes y una furiosa mirada!
Vegeta se limitó a cruzar los brazos y plantarse firmemente en el suelo mientras la urraca se acercaba.
-¡Tú!... - dijo Milk señalándolo con un dedo acusador - ¡desde que tú llegaste... ¡¡mi matrimonio se vino abajo!! - le espetó furiosa.
-¡Oh... no...- le contestó Vegeta en un tono calmado pero al mismo tiempo frío - si tu matrimonio se acabó... ¡es porque eres una mujer vulgar e insoportable y Kakaroto por fin se dió cuenta y te mandó al carajo!
-¡Idiota! - siseó Milk sintiéndose profundamente ofendida, al mismo tiempo que le lanzaba un manotazo a Vegeta intentando darle una bofetada.
-¡Ah no... ¡Yo no soy Kakaroto! -le dijo Vegeta mientras atrapaba su mano en el aire y ejercía algo de presión, lo que causó que Milk soltara un pequeño chillido de sorpresa y dolor.
Continuara....
Hola a todos, espero que les esté gustando la historia... :)