- Es suficiente Vegeta....¡está muerto!
Y sólo así, Vegeta se detuvo...
Por un momento se quedó estático, aun con el puño en el aire, y Gokú se inclinó lentamente a su lado..
- Se terminó... - murmuró Gokú.
Vegeta se levantó lentamente, sin decir una palabra, se alejó un poco del cuerpo inerte del lagarto y alzó su mano derecha...
Gokú comprendió al instante que estorbaba... y se alejó también.
Vegeta formó una bola de energía y con ella... incineró el cuerpo del villano... hasta que no quedó nada de él.
- ¿Vegeta?...- susurró Gokú sin saber exactamente que decirle al otro sayayin.
Pero Vegeta se veía ausente.... cerró sus ojos... y dejó que su poder se extinguiera... sus cabellos volvieron a ser negros de nuevo, pero, entonces...
¡Una fuerte punzada en su cuello hizo que sus piernas se doblaran y su vista se nublara!
-¡¡VEGETA!!- gritó Gokú al mismo tiempo que evitaba que el cuerpo del príncipe tocara el suelo.
- Se terminó... - murmuró Vegeta, para después caer inconsciente.
Gokú lo sujetó entre sus brazos y ¡estuvo a punto de besarlo!... pero una voz a sus espaldas lo impidió...
-¡Gokú!... ¡¿qué esperas?!... ¡hay que llevarlo con Kami! - dijo Piccolo.
-¿Ehh... mm... ¡Sí!... - contestó aturdido Gokú.
Piccolo se sujetó del hombro del sayayin inconsciente y Gokú usó su técnica... los tres desaparecieron de ahí.
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En el templo de Kami...
Los tres aparecieron en el sagrado templo de Kami-sama, Dendé que había visto todo, ya los esperaba...
-¡Señor Gokú!... no se preocupe, estará bien...- dijo el más joven de los namekusei para tratar de tranquilizar al nervioso sayayin.