Vegeta rió... y por un momento Gokú lo contempló con cara de bobo, porque... ¡nunca había escuchado a Vegeta reír de aquélla manera.... sin soberbia, con una risa fresca y espontánea...
Y Gokú rió también...
Cuando ambos pararon de reír, Gokú contempló un momento a Vegeta...
- Fué divertido... ¿verdad Vegeta?
-Si Kakaroto, fue una buena idea... - dijo Vegeta... parando de reír y obsequiándole de nuevo esa sonrisa que Gokú sólo había visto esa mañana, antes de que Vegeta lo besara.
Y se sintió un poco cohibido, por el efecto que esa sonrisa tenía sobre él....
¡No era justo!... porque... cuando Vegeta sonreía así... ¡las ganas de saltarle encima y hacerle el amor hasta cansarse se apoderaban de él!
¡¡Pero no quería parecer un perro en celo!!
-¡¿Oye Vegeta... ¿no tienes hambre?!... ¡puedo hacer algo de cenar!.. ¡voy a ver que preparo...
Y levantándose torpemente huyó a la cocina...
«¡Eso fué extraño...» pensó Vegeta al ver el comportamiento del otro sayayin...
«Aunque...¿acaso Kakaroto estaba... sonrojado?» Vegeta no pudo evitar sonreír divertido, después apagó la consola y comenzó a guardarla.
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Gokú se regañaba a sí mismo en la cocina...
«¡Tonto, tonto,tonto!... ¡debiste hacerlo!... ¡¿y qué si parezco un perro en celo?!... ¡Vegeta y yo somos algo!... ¡Tenemos un "esto"!... ¡Vegeta es mío!... ¡no!... bueno sí... ¡pero no puedo obligarlo a nada!... ¿le hubiera gustado a Vegeta que lo hiciéramos en el sillón?... mmm...¡seguramente hubiese preferido la cama!...»
-¡Oye Kakaroto...- en ese momento Vegeta entró a la cocina tomando por sorpresa a Gokú, quien como en ese momento estaba vaciando agua caliente en unos vasos de sopa instantánea... ¡por el sobresalto de pasada se quemó la mano!
-¡¡¡Aaaay.....- se quejó Gokú.
-¡Kakaroto!... ¿estás bien?
Vegeta inspeccionó con cuidado la mano del otro sayayin, no era nada de cuidado, un poco de agua bastaría, abrió el grifo del agua y le hizo una indicación a Gokú para que pusiera su mano bajo el chorro del agua.
