Reclamos...

1.7K 227 197
                                    

¡¿Por qué rayos se tardaba tanto Ráditz?!

Vegeta miró con fastidio por la ventana...

¡Al demonio la paciencia!... ¡tenía que saber lo que sucedió con Trunks ya!

Soltando un bufido se dirigió a la puerta...

-¡Oye... ¿no dijimos que íbamos a esperar?... - exclamó Gokú mientras lo seguía.

- ¡La espera se acabó...- contestó Vegeta mientras se encogía de hombros y abría con decisión la puerta principal.

Afortunadamente para Gokú, no se vió en la necesidad de perseguir a Vegeta por todo el bosque, pues Ráditz apareció en su campo visual a lo lejos.

- ¿Ves?... sólo teníamos que esperar...- susurró Gokú al oído de su príncipe.

Él se limitó a dar un respingo molesto, mientras se cruzaba de brazos y aguardaba a que Ráditz llegara hasta donde estaban.

-Y bien... ¿cuál es tu reporte? - lo cuestionó apenas llegó.

Ráditz pestañeó con sorpresa...

-¿Reporte...- rió levemente - ¡wow!... ¡hacía muchísimo que no escuchaba esas palabras!...- observó divertido.

Pero Vegeta estaba ansioso...  y no estaba de humor para escuchar las observaciones de Ráditz (las cuales por cierto no recordaba haber pedido)... lo que había pedido era... ¡un maldito reporte!

Sus ojos se obscurecieron mientras soltaba un suspiro molesto y observaba de manera demandante a su guardia real.

-Ráditz...- siseo en un tono frío que Ráditz encontró realmente escalofriante.

El guardia real tembló levemente al sentirse intimidado bajo esa mirada de advertencia....

¡Rayos!... ¡apenas y daba crédito al hecho de que su majestad aún pudiera imponer su autoridad con sólo verlo de esa manera!

-¡Pues... verá usted...- se apresuró a informar.

******************************

Ráditz les contó sobre la improvisada clase de sexualidad sayayin que había tenido que dar...

Pero omitió la parte en donde el pequeño vástago de su majestad lo había... ¡prácticamente obligado!... a contarle algunos detalles de su vida... y de la de su padre de pasada.

-¿Él sabe que yo... - cuestionó Vegeta, aunque no supo cómo terminar la pregunta.

- ¡No su majestad!... no se lo dije... no creí tener el derecho...- contestó Ráditz en un tono tranquilizante.

Vegeta asintió levemente y por unos segundos se quedó pensativo...

-¿Por qué se fué?... - soltó de pronto.

¡Así no!  2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora