Y tomando la iniciativa... ¡Vegeta lo besó...
¡Y Gokú se estremeció como una hoja mecida por el viento!...
Porque... ¡nuevamente el beso de Vegeta era mágico!... y salvajemente demandante, y al mismo tiempo, cariñoso y gentil.
Y Gokú disipó todas sus dudas, porque...
¡Se dió cuenta que era plenamente correspondido!...
¡Vegeta lo amaba!... ¡quizá tanto como él lo hacía!¡Y esa verdad lo dejó impactado!... de tal manera, que cuando el beso terminó, sólo pudo balbucear palabras incoherentes...
-¡Vegeta!.... ¿tú... yo... ehhh... ¿quieres...
Vegeta sonrió...
- Si Kakaroto... sigo prefiriendo la cama...
Gokú se puso torpemente los dedos en la frente... y desaparecieron.
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Bulma estaba algo nerviosa, últimamente ese doloroso pensamiento la asaltaba una y otra vez...
«¡Traicionarlo fué un error!...»
Suspiró indecisa, hacía algunas horas que Trunks había llegado...
Y aunque llevaba algunos avances con su hijo... ¡el tema era delicado!
A su padre no había podido sacarle ni media palabra... ¡quizás con Trunks tuviera mejor suerte!
Sentada en el comedor de la cocina, con un montón de papeles enfrente, en los que fingía trabajar, esperó pacientemente su oportunidad.
Afortunadamente para ella, no tuvo que esperar mucho, pues Trunks bajó por la escalera, seguramente en busca de un bocadillo...
El niño la observó un momento antes de decidir entrar a la cocina...
- ¡Hola! - saludó Bulma con su mejor sonrisa.
- Hola...- contestó Trunks.
-¿Te la pasaste bien con tu papá?
- Si...- contestó Trunks con cierta desconfianza.
- Y... ¿cómo está?
- Bien... - contestó Trunks.
Bulma suspiró frustrada... ¡era evidente que no estaba logrando nada!...decidió cambiar de método.