-¡Oh Vegeta... - contestó Gokú sin inmutarse - ¿es que no lo comprendes aún?... yo no te tengo lástima, yo... ¡yo te amo!
Y luego lo estrechó entre sus brazos...
Vegeta se quedó estático, conmocionado, sin saber cómo reaccionar, Kakaroto lo abrazaba cálidamente...
Y por un breve momento, se permitió bajar la guardia y sentirse amado y confortado en ese abrazo que Kakaroto le brindaba.
Así permanecieron por un tiempo indefinido...
-Esto es raro Kakaroto...-observó Vegeta de repente.
Y Gokú sonrió sin poder evitarlo... sí... ¡así era Vegeta!
- Pero se siente bien... ¿no?- preguntó Gokú sin querer soltarlo aún.
Vegeta se mordió los labios pues no se animó a contestar, se limitó a asentir levemente... « Si, ¡si se siente bien!» pensó.
Gokú lo soltó lentamente, casi como si no quisiera hacerlo, le dió un leve beso en la mejilla...
- Y... ¿me piensas decir ahora qué es lo que te preocupa?...- le preguntó.
-¿Cómo dices?
-¡Vamos Vegeta!... llevo días observándote... ¿qué es lo que pasa?
Vegeta suspiró y tomó asiento, ¡no tenía caso ocultarle cosas a Kakaroto!
- Hace días...- comenzó Vegeta- sentí algo extraño...
-¿Qué tan extraño?- preguntó Gokú.
- Era como... el ki de alguien, pero... ¡eso no es posible!...- murmuró Vegeta.
-¿De quién?... - quizo saber Gokú.
Vegeta soltó un suspiro de frustración, inclusive se sintió tonto, más que nada porque no había podido comprobar lo que había sentido...
Afirmar ahora que se trataba de Freezer... ¡sonaba como el producto de sus pesadillas y malos recuerdos!
- Olvídalo Kakaroto, debe ser una confusión...- murmuró Vegeta.
-¿De quién?... - insistió Gokú sin estar dispuesto a darse por vencido.
- Sentí el ki del lagarto...- murmuró Vegeta en tono sombrío.
Gokú se quedó perplejo al escuchar eso... «¿cómo es que yo no sentí nada?» pensó.
- Vegeta, si eso pasara yo lo hubiera sentido... - dijo Gokú en tono tranquilizador.
