Gokú se dió la vuelta sorprendido... Vegeta lo veía como... ¿si lo necesitara?
-Kakaroto... quédate...- dijo Vegeta mientras sus mejillas enrojecían.
Quédate...
Había dicho Vegeta, y Gokú sintió que no sólo era una invitación a pasar la noche... se imaginó que Vegeta quería que se quedara... con él.
«¡Al carajo todo!» pensó Gokú mandando sus temores y dudas muy lejos de ahí.
Caminó hacia Vegeta quien se mantuvo estático, mirándolo firmemente... y Gokú quizá hubiese creído en ese semblante aparentemente tranquilo... si no fuera por el furioso sonrojo de sus mejillas y la manera en que pasó saliva, lo cuál delataba su nerviosismo.
Y no pudo contenerse más...
Tomando a Vegeta de la playera lo atrajo hacia si mismo y lo besó desesperadamente, como si Vegeta pudiese arrepentirse en cualquier momento.
Pero Vegeta no se arrepintió, al contrario, le correspondió con ganas, besándolo con la misma pasión... y su beso se volvió un combate por ver quién tenía el control.
Gokú no pudo evitar gemir de placer... ¡Vegeta sabía tan bien!
Disimuladamente, Gokú fué empujando a Vegeta hacia el sillón, dónde lo hizo caer; un leve jadeo de sorpresa salió de la boca de Vegeta, pero aún así, no dejaron de besarse.
Las manos de Vegeta viajaban por la espalda de Gokú, se enredaban en su cabello, acariciaban su cuello y parecían no poder estar quietas.
Gokú cortó el beso no sabiendo si era por falta de aire o porque sus labios doloridos necesitaban un descanso.
-¿Pasa algo Kakaroto?...- preguntó Vegeta al ver que el otro sayayin se quedaba súbitamente pensativo.
- Así fué nuestro primer beso... en un sillón como éste...- murmuró Gokú.
Vegeta asintió levemente al notar que era verdad; Gokú le sonrió con malicia.
-¿Lo haremos en el sillón esta vez Vegeta?
-Sigo prefiriendo la cama...- contestó Vegeta mientras sonreía con su clásica sonrisa arrogante.
-¡Como ordene su majestad!- dijo Gokú poniendo dos dedos sobre su frente.
-¡¡Demonios Kakaroto!!... - se quejó Vegeta al caer bruscamente en el duro piso del pasillo con Gokú encima de él.
-¿Ehh?... ¿qué no estaba la habitación aquí?...- preguntó Gokú poniendo una cara de genuina confusión.
Vegeta, se pasó una mano por el rostro, mientras dejaba que su cabeza descansara en el suelo y murmuró molesto...
- ¡Este es otro modelo de casa Kakaroto!
- Jeje... ¡yo pensé que era igual a la mía... lo siento Vegeta - dijo Gokú y después de ubicar una habitación volvió a usar su técnica.