Vegeta cerró la puerta del baño y encontró su reflejo a un costado de él, en un espejo situado sobre el lavamanos, se apoyó en el y suspiró suavemente, la situación le resultaba extraña, pensó por un breve momento en Bulma, la quería, no podía negarlo, pero ella jamás podría darle lo que Kakaroto le dio, ella era como una delicada y exótica flor que había que tratar con mucho cuidado, cuya fragilidad temía romper, suave.... y débil.
Pero Kakaroto... ¡Ah! ¡Kakaroto!... con él la palabra pasión, tenía un nuevo significado, con él podía estrujar sin temer romper, con él... ¡todo era tan intenso!
Suspiró una vez más mientras negaba con la cabeza, un tanto divertido ante el pensamiento que de pronto lo asaltó.... Había odiado a Kakaroto, tolerado a Kakaroto, estimado a Kakaroto, se había preocupado por Kakaroto y ahora... ¡¿terminado en la cama con Kakaroto?!...
«¡Finalmente pasó!.... ¡me volví loco... y es culpa de Kakaroto!» pensó tratando de justificarse consigo mismo... sin lograrlo.
Se decidió entonces a desvestirse y entrar a la ducha, se quitó la camisa...
-¡¿Pero que demonios?!... ¡¡Parece que me atacó un sanguijuela!!- exclamó molesto mientras se observaba el torso en el espejo.
Unas manchas violáceas se extendían sobre su abdomen y pecho, cuándo se retiró los pantalones, descubrió otras en el interior de sus muslos, se incorporó molesto...
-¡Kakaroto!- siseó enfadado.
-¿Me llamabas? - dijo la voz de Gokú mientras aparecía atrás de él y lo rodeaba con sus brazos...
-¡Kakaroto!...¡¿qué haces aquí?!
-Emm...¡yo también necesitaba un baño!- contestó Gokú mientras abrazaba más fuerte a Vegeta.
-¡Mira lo que hiciste!... ¡parece que me acosté con una sanguijuela!- reclamó Vegeta, no queriendo ceder tan fácilmente.
-Mmm... yo... lo siento.... pero...es que... mmmm....- decía Gokú mientras besaba el cuello de Vegeta y sus manos se desplazaban hasta la parte baja de su abdomen...
-Ka...karoto... -gimió suavemente Vegeta molesto consigo mismo por ser tan débil.
-¡Ahh Vegeta!... es que... eres delicioso...- se justificó Gokú.
-¡Tarado!- le dijo Vegeta, aunque para nada sonó molesto.
-Así me traes.... - le susurró Gokú en el oído haciendo que Vegeta se estremeciera....
Gokú entonces deslizó sus manos sobre el abdomen de Vegeta, hasta que una se coló al interior de su bóxer y pudo sentir la erección de Vegeta.
-¡Ka...karoto! - gimió Vegeta poniendo una mano sobre la de Gokú, pero no hizo nada por retirarla de ahí.
-Vegeta... - susurró Gokú - sé que lo deseas tanto como yo...
Vegeta se sonrojó visiblemente mientras pasaba saliva... ¡parecía que ahora Kakaroto se estaba volviendo adivino!...
Vegeta se dió por vencido, era verdad, ¡lo deseaba!... se dejó acariciar o mejor dicho manosear por Gokú, quien lo tocaba lascivamente, entonces Gokú sin poder aguantar más le arrancó su bóxer de un tirón...
-¡Idiota!... -reclamó molesto Vegeta
-Lo siento... - dijo Gokú mientras se apoderaba de la erección de Vegeta y comenzaba a masturbarlo haciendo que el otro sayayin se olvidara por completo de su bóxer roto.
Gokú mordisqueaba el cuello de Vegeta, mientras con una mano acariciaba las tetillas de Vegeta y con la otra lo masturbaba rápidamente, y empezó a chocar su bulto contra las nalgas de Vegeta...
- Kakaroto...¡mételo ya! - pidió Vegeta.
-¿No vas a decir la palabra mágica? - le susurró Gokú al oído...
-¡¡AHORA!! - contestó Vegeta exasperado.
Gokú no pudo evitar sonreír... ¡le encantaba este Vegeta ansioso y exigente!...
----------------------------
Continuará
Hola!!! Antes que nada una disculpa para todos, ya que no estoy actualizando tan seguido como antes, pero la verdad, los exámenes y tareas me traen de cabeza... :(
Bueno, no se pierdan el próximo capítulo titulado: “¿Se podrá bañar por fin Vegeta?” (jajajaja.... ¡no se crean!... es broma)
