Mientras tanto, en otra realidad....
Black no daba crédito a lo que acababa de escuchar....
¿Sheng Long... ¡No podía hacerlo!
- E..eso... ¡no lo acepto!... ¡no lo entiendo!.... ¡¿CÓMO ES QUE DICES QUE YA LO HICISTE?! - cuestionó fuera de sí Black.
- Tu...- contestó con su poderosa voz Sheng Long, sin inmutarse por el tono de voz del sayayin - supongo que ahora es otra versión de ti...- observó Sheng Long - él...- rectificó el dragón - él reunió las esferas y pidió exactamente el mismo deseo... ¡volver a ese día... y cambiar los hechos!
¡Fue él quien ha hecho los cambios!... quien ha creado una realidad diferente, volviéndola suya... y ahora... ¡no puedes irrumpir en ella!
-¡¿QUÉ?!... ¡¡¡NO ES POSIBLE!!!... ¡¡¡DÉJAME VOLVER!!!... ¡¡¡SÓLO CUMPLE MI MALDITO DESEO!!! - exigió Black desesperado.
- Dañarlo o no dañarlo... ¡esas eran las posibilidades!... y ambas han sido escritas, no puedo hacer nada... tu realidad es ésta...- sentenció el dragón en tono monocorde, sin emoción.
Black tembló de coraje...
¡Maldito!... ¡así se sentía!... ¡condenado a estar atrapado en esa realidad sin poder hacer nada!
Sin poder arreglar su error... porque... ¡supuestamente ya lo había hecho!
Sin poder revivir a Vegeta... porque... ¡él lo odiaba y no quería volver!
Sin poder soportar la situación... ¡elevó su ki y se largó de ahí a toda velocidad!
Después de un rato, el gran Dragón desapareció y las esferas se disiparon.
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De vuelta en esta realidad...
-¡Claro que lo sabes!... ¡¿Es verdad que tú y Vegeta revivieron a Ráditz?!
Gokú se quedó en un pasmado silencio...
-¿Qui... quién te lo di....- balbuceó antes de ser interrumpido.
