Chapter 22.

906 49 2
                                        

Intenté gritar, pero mis gritos se vieron ahogados por la mano de Eyeless que apretaba con fuerza mi boca. Me lanzó a la cama. Llevaba la máscara puesta así como unos pantalones que le quedaban algo grandes y dejaban ver el reborde de sus calzoncillos.

    —¿Por qué te escondes de Jeff?

Me paralicé, ¿qué más daba? ¿No era posible que me apeteciese esonderme de un asesino debajo de una cama?

    —La pregunta es ¿ y por qué no?

Levantó ligeramente la máscara y me sonrió de lado.

    —No me lo vas a contar, ¿verdad? —negué con la cabeza mientras me incorporaba en la cama.

    —Slender se ha ido y me ha dicho que me quede con uno de vosotros.

    —¿No te estaba buscando Jeff? —dijo divertido, haciendo más ancha su sonrisa. Se sentó a mi lado mientras secaba su pelo con una toalla. —Entonces ¿qué quieres que hagamos? Más te vale que algo divertido si quieres que vuelva a ser tu canguro.

    —Pues, tengo que hacer la cena, si quieres hacemos la cena y te dejo decidir a ti que podemos hacer.

Tras un momento pensando con sus labios convertidos en una fina línea de concentración asintió. Fuimos hasta la cocina y preparamos como diez pizzas, y dos bolsas de patatas fritas, ya que en esta casa comen como si no hubiera mañana y cada uno es capaz de comerse dos pizzas y pedir más. Eyeless cogió lo que parecía un pedazo de hígado y comenzó a mordisquearlo. Comenzamos a cenar y, al rato, se nos unió Jeff. 

A partir de que se nos uniera Jeff se me hizo muy incómodo ya que no paraban de hablar y yo intentaba no entrar en la conversación para no tener que hablar con él. Me levanté y recogí la cocina, iba a ir a mi habitación para darme una ducha, cuando una mano me agarró de la muñeca. Era Jeff, rápidamente me puse colorada y me zafé de él bruscamente, ante su mirada de incomprensión.

    —Venga Lara, vamos a jugar. —Eyeless reía por lo bajo, mientras observaba a Jeff.

    —¿A qué?

    —¿Te gustan los juegos de peleas?

    —Sí, ¿ a quién no le gustan? 

    —Bien, hagamos una cosa, juguemos los tres. El que gane tiene derecho a pedir dos retos a los perdedores. ¿Qué os parece?

   —Que te vas a ver muy bien vestido con la ropa de Nina. —Jeff le sonrió burlescamente ensanchando un poco las cicatriz de su cara.

    —Tu te vas a ver muy bien desnudo en la cama de Slender, amigo mío.

Dios mío, pero qué estaban diciendo. Me miraron con sonrisas depravadas. ¿En qué me había metido ahora?

    —Bien, comencemos. Puedes elegir el juego ya que es la primera vez que juegas.

    —Soul calibur. —Ya que probablemente me toque perder decidí pasármelo bien mientras jugaba.

La primera lucha fue un Jeff vs. Eyeless, tras quince minutos de molestarse el uno al otro terminó ganando Eyeless.

   —¿Espero que estés dispuesta a hacer muchas cosas? —sonrió Eyeless, temblé.

«Dios mío, más te vale ganar. Porque te lo juro por lo que más quieras que me desconecto y te dejo en muerte cerebral mientras estos dos psicópatas te hacen cosas.»

«Cállate no me desconcentres, cerebro inútil».

Escogí a Kilik, el personaje con el que mejor me desenvuelvo. La lucha estuvo reñida, y Jeff intentó ayudarme distrayendo a Eyeless, pero fue inútil, justo cuando ambos estábamos en las últimas el personaje de Eyeless le hizo un agarre al mío y morí entre terribles sufrimientos. Inconscientemente le tiré el mando a la cabeza, pero él lo esquivó.

    —Jeff desnúdate y vete a la cama de Slender YA.

    —Ay pobre... Eso es cruel Eyeless. —Le miré de soslayo. Solo una vez había leído un Fanfic de Jeff x Slender, y me arrepentía terriblemente.

    —Yo de ti no me compadecería. —Sonrió mostrando sus dientes—. Bueno, pues entonces que se vista con tu ropa interior y se pasee por la casa.

    —¿Mi ropa interior? Me la va a romper. Tiene la espalda muy ancha. —Ambos se levantaron y fueron hasta mi habitación, les seguí y busqué las bragas y el sujetador que más ancho tenía, uno que me quedaba grande. Se lo di y fue al baño a cambiarse entre maldiciones.

    —Venga Jeff muéstranos tu precioso culo. ¿No dijiste antes que me ponía mucho tu culo?

    —Cállate ya marica, ¿cómo hostias se abrocha esto?

    —Jeff, ¿te ayudo? —La puerta del baño se abrió lo suficiente para que yo pasase, entré y encontré la escena más escalofriante que jamás he visto.

Se veía realmente ridículo con unas bragas que le quedaban enanas. Eran tan pequeñas para él que cubrían lo justo y dejaban ver más de la mitad de la raja del culo.

    —Dios mío...

    —Ya deja de mirarme así plana horrenda.

Me acerqué a él y le abroché el sujetador que también le quedaba pequeño y por poco no lo reventó.

Salimos del baño y un flash nos cegó.

    —Esto va a estar guardado para la posteridad. —Eyeless mostró una cámara, me acerqué y no pude contener la risa. Se veía realmente ridículo. Nos reímos por un rato hasta que Jeff se hartó y fue al baño a quitarse mi ropa interior, no sin antes pedirme que le desabrochase el sujetador, cosa que me dejó bastante intranquila.

Cuando salió me sonrió pícaramente, se sentó junto a Eyeless y ambos me miraron directamente a los ojos.

    —Te toca. —Eyeless levantó un poco más su máscara dejando ver la boca y la nariz por completo—. Bien, creo que lo que he elegido va a ser muy divertido. Vas a probar tu atractivo.

    —¿Qué atractivo?

    —¿Pues que atractivo crees?

    —Sois vosotros los que me llamáis plana horrenda a cada momento. —Jeff me miraba aburrido, y Eyeless cambió ligeramente el gesto.

    —Primero, yo no te llamo esas cosas, eso solo lo dice Jeff. Y segundo, ¿tanto te afecta?

    —Mmmmm... La verdad es que yo ya sabía que tengo pocas tetas y no tengo atractivo. —Miré de reojo a Jeff—. No hace falta que me lo recuerden a cada momento. —Jeff ni siquiera me miró, es más, parecía molesto. Eyeless simplemente se encogió de hombros y suspiró.

    —Pues entonces será más divertido. Tienes que ir al cuarto de Toby, y conseguir que quiera follar. No te preocupes por que detrás de la puerta estaremos nosotros y no pasara nada.

    —Pero, Toby. Pobre Toby, ¿qué tenéis en contra de él?

    —Realmente no tenemos nada en contra. Es más, incluso le tenemos bastante aprecio. Pero nos gusta meternos con él. Yo creo que aún es virgen. Y nunca da señales de que le gusta una chica. Cuando Lina estuvo con nosotros fue el único que no hizo nada con ella.

    —¿Qué? —No me lo podía creer—. ¿Todos? —Miré rápidamente a Jeff y luego a Eyeless.

    —Sí, Jeff estaba como un gilipollas detrás de ella. —Le miró y sonrió—. Te gustaba más de lo normal. Era muy difícil acercarse a ella por

Jeff le pegó un puñetazo en la boca y se levantó para apoyarse contra el marco de la puerta. Le miré, no tenía razones para sentirme mal, él no era nada mío, pero me sentía un poco dolida.

«Te lo dije...».

Sí, me lo dije. Tenía razón desde el primer momento. Por unos segundos pude notar como algo de marchitaba dentro de mí. ¿Era mi ilusión? No lo sé. En la cara de Jeff parecía haber pena.

Me sentía apagada, Eyeless reía a carcajada limpia tirado en el suelo. Me levanté y fui a la habitación de Toby.

«Yo también puedo hacer cosas como la tal Lina. Y si ella se acostó con todos menos con Toby, ya me encargaría yo de acotarme con él y con ninguno más».

Slave of Creepypastas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora